15 julio 2007

insólitos casos judiciales

[Calama] Conozca las historias más extrañas atendidas por los jueces. Aunque resulten ser denuncias estrafalarias y en algunos casos los jueces, fiscales o defensores esbocen una sonrisa, Calama no está ajena a este tipo de hechos que circulan por los pasillos de los tribunales locales. Y casos hay varios. Como las decenas que se presentaron cuando se vivió el boom del ‘Chupacabras', los típicos en que vecinos reclaman por el alto volumen de la música, la mujer que acusó a otro poblador porque su rottweiler le "mostró los dientes" a su perrito poodle, el hombre que aseguró que en Europa le habían puesto un chip con el que cometía delitos, o el hombre que fue acusado de violencia intrafamiliar por su cónyuge y al llegar a tribunales estaba lleno de moretones y una herida por un botellazo mientras que la mujer no tenía nada, son los que quedan en la retina no por la importancia que revisten sino por lo insólitos que resultan ser.
Después de hacer un sondeo con Carabineros, Investigaciones, Ministerio Público y la Defensoría de Antofagasta, este tipo de casos resultan ser muy poco habituales. Tienen un porcentaje muy bajo respecto a otras denuncias, pero de igual forma revisten la importancia para ser investigados y llevados a juicios como si se tratara de cualquier hecho más "serio".
Sin embargo, el alto nivel de estas anécdotas no provoca la misma reacción entre los funcionarios de la justicia, porque si bien genera una que otra risotada, cada uno de estos juicios tiene un costo importante para el Estado entre gastos de movilización, insumos materiales y horas hombre aunque no existen cifras oficiales que pudieran ser dadas a conocer.

Casos Insólitos
El Fiscal Jefe de Calama, Cristián Aliaga, dice que a este tipo de denuncias se les tiene que aplicar un término. "Cualquier persona que venga a poner una denuncia por lo que sea acá se recibe. Si una persona dice que vio un Ovni acá se debe recibir. De hecho hemos tenido algunos casos de personas que denuncian por ejemplo que le habían puesto un chip en Dinamarca en la cabeza y que desde Cenco Carabineros lo monitoreaba, hasta gente que atribuye persecuciones de parte de los servicios de seguridad del Gobierno. No son muchos casos y de hecho quedan casi para la anécdota. En apariencia son denuncias presentadas en la misma fiscalía por personas que presentan algún tipo de patología. Pero pese a ello se reciben y se les aplica el término que corresponda o se archivan.
Luego existen denuncias que no ingresan en esto de lo absurdo, pero claramente no son competencia nuestra como los delitos de carácter económico, las apropiaciones indebidas, los delitos comerciales o situaciones de índole familiar. Pero la denuncia absurda, la denuncia infundada diría que la tasa es mínima. Nosotros recibimos mil 200 denuncias al mes. Carabineros recibe un 82 por ciento y el Ministerio Público un ocho por ciento al igual que Investigaciones", esgrime el Fiscal, rememorando un caso que incluso fue comentado por algunos oficiales de Carabineros como el capitán Carlos Águila.
"Hay un caso que recuerdo. El del tipo del chip es el que más me ha llamado la atención. De hecho vino varias veces y el decía que estando en un país en Europa a raíz de una relación amorosa, le habían puesto un chip en la cabeza y que ese chip cuando trató de sacárselo en el hospital Carlos Cisterna los médicos estaban coludidos con los europeos, entonces no se lo habían querido sacar. Este chip funcionaba con frecuencias que eran manejadas por Carabineros a través de la Cenco y él incluso manejaba nombres y apellidos. Mencionaba al coronel Eduardo Bustos (ex prefecto de El Loa) cuando le daba más o menos a la perilla. Cuando le daba más a la perilla a él le venían como unos golpes de corriente y eso lo llevaba a cometer delitos y de hecho él había cometido varios. Decía que cometía delitos no porque él quería sino porque Carabineros lo llevaba a cometerlos. Ese caso es recordado por varias personas", agrega Aliaga, quien al referirse a este tipo de casos señala que son situaciones extremas "porque estamos frente a denuncias que son escasas. Estas vienen precedidas de un relato engorroso y enredado que pasa por un tema de diferencias personales que no logras visualizar. En cuanto a la burla o a la risa que esto pueda provocar, se evita por un tema de respeto y después cuando lees los casos o te acuerdas puede venir un poco de risa".

Vienesas Diabólicas
Un caso registrado en Argentina, en la ciudad de Salta, da cuenta de una mujer de clase media que envió a su pareja a comprar algo para preparar la cena. La llegada del marido con papas, leche y un paquete de salchichas no sorprendió a la dueña de casa, pero al ver que la marca del embutido era ‘666' la situación se tornó mística. La mujer, que temió por su integridad, no dudó en radicar una denuncia por agravios por considerar que se trataba de algo "diabólico".
Y a pesar que estas denuncias son escasas, en la Defensoría Regional de Antofagasta existen algunos casos que son inolvidables. El año pasado un hombre ingresó a un domicilio de Antofagasta y robó dos pájaros que estaban en una jaula, eran aves ninfas. Su intención era venderlas posteriormente, para reducirlas a dinero. Sin embargo, fue descubierto por el dueño de casa y capturado por Carabineros. Al verse acorralado, decidió meterse los pajaritos en la bragueta de su pantalón. Lamentablemente para él, el "pájaro se le murió" (asfixiado entre su cuerpo y la ropa interior). El delito provocó una formalización de investigación y posterior Juicio Oral por el delito de Robo en lugar habitado.
Luego de frases de antología por parte del fiscal, la defensora y los propios magistrados, durante el desarrollo de las audiencias del Juicio Oral "por el robo y muerte del pajarito", los Jueces dictaminaron que el imputado era culpable del delito de robo en lugar no habitado, por lo que fue condenado a 3 años y un día (aunque tenía otras causas pendientes por robo).

Violencia
Otro de los casos que también generó un poco de gracia ocurrió también en Antofagasta. Se trata de un hombre que fue acusado por su pareja con quien tenía varios años de convivencia, por el delito de Violencia Intrafamiliar (VIF). Sin embargo, en el control de detención y formalización de cargos ante el juez de garantía, el hombre acusado de actuar con violencia, llegó en deplorable condiciones físicas (por decir lo menos), pues estaba totalmente lesionado. Presentaba golpes, rasguños en todo el rostro, un ojo morado y lesiones por un golpe con una botella. Mientras que la mujer "víctima de las agresiones" no tenía golpes a la vista, y no sólo eso, sino que el hospital respectivo examinó a ambas personas, constatando las lesiones del "agresor" y las "lesiones de la víctima" (que evidentemente no las tenía).
Pese a todo el "agredido imputado" fue formalizado por VIF y el juez dictaminó la prohibición de acercarse a "la víctima" y el abandono inmediato del domicilio que compartían. Dictamen que fue revertido sólo días después con la apelación a la Corte de Apelaciones que hizo la Defensora Penal Pública del caso. Finalmente no llegaron a Juicio Oral porque la Fiscalía decidió no perseverar en la acusación de VIF.

Chupacabras
En la Policía de Investigaciones, explican de igual forma que son bastante escasos los casos de denuncias insólitas. De todas formas se recuerda el tiempo en que había una especie de psicosis por el caso "Chupacabras" hace algunos años y la seguidilla de denuncias que recibieron en ese entonces.
Cristián Albornoz, subcomisario de la policía civil de nuestra ciudad, cuenta que "la gente siempre viene y da a conocer sus relatos y del tema que se trate por norma tenemos que tomar la denuncia que sea en conjunto con la Fiscalía. Las denuncias son pocas. A veces al día llega una como pueden llegar cuatro. Acá se investigó mucho lo que era el Chupacabras años atrás en el lado de Chiu Chiu que lo habían visto. La gente acá tiende a creer muchos esas cosas, a diferencia de lo que ocurre en Santiago porque la gente allá es más incrédula".

Carabineros
En Carabineros en tanto, las denuncias en general tienen un porcentaje mayor. El capitán de la institución en nuestra provincia, Carlos Águila, cuenta que las denuncias insólitas son poco comunes, aunque recuerda una muy especial. "Acá todo es repetitivo. Lo poco común podrían ser las disecciones domésticas que son las diferencias entre los vecinos como que tienen el volumen muy fuerte del equipo o que tienen suelto al perro. Es el típico copuchenteo entre la gente. Pero recuerdo un caso cuando todavía vivía harta gente en Chuqui. Resulta que se acercaban automovilistas a la garita 6 (la que está en el acceso al mineral) y decían que había una persona que se tiraba sobre los vehículos. Y justamente teníamos el carro nuestro a un kilómetro de distancia justo en la curva subiendo a Chuqui y mandamos al carro que se demoró muy poco en llegar. Recorrimos toda la ruta y no encontramos nada. Fueron como seis vehículos los que se nos acercaron y dijeron eso. Esa es una denuncia inusual y son los taxistas los que siempre veían cosas de ese tipo", señala el oficial de Carabineros.

¿Por Qué Estas Denuncias?
El psicólogo y psicoanalista Petar Radic, atribuye este fenómeno de las denuncias insólitas, como un fenómeno social, de transculturización. "Nosotros tenemos muy copiado o identificado ese esquema de estar siempre amenazando al otro. Si me levantan la voz amenazo al tiro a la otra persona con que le voy a poner una querella. Hemos perdido la proporción de lo que es legal y lo que es ilegal. Es decir, las leyes no están cumpliendo porque nosotros no estamos entendiendo como ciudadanos cuál es la función exacta que cumple. Esa función debe ser justamente cumplir con el orden y la seguridad de los ciudadanos. Hoy todo el mundo tiene derechos y no tiene deberes. Todo el mundo cuida sus derechos. Acá hay situaciones que no son resueltas por el sentido común. En esas denuncias hay cosas lógicas e incoherentes como llamar a los carabineros porque tengo un problema con mi vecino. No hay manejo de la situación, necesitamos una re educación. No tenemos la suficiente coherencia legal que debo resolver yo y qué debe resolver la pauta legal. Todo se lo relegamos a la diosa de la justicia. Hay cosas como los problemas con mi vecino que debería resolver con mi sentido común. Todo el mundo habla que te voy a echar a mi abogado, y de cien personas debe haber una que lo tiene. Son clichés. Estamos en la cultura de la querella" precisa el profesional.
[15 de julio de 2007]
mercurio de calama]

1 comentario:

Quebracho dijo...

Me gustó el análisis final del por qué las personas denuncian cuestiones que pueden resolver ellas mismas, sin prodiucir gastos innecesarios al Estado, como llamar a la policía. Pues llamar a la policía o a los carabineros es gastar en combustible, horas trabajo, papel, electricidad, cubiertas, uniformes y un sinfín de cosas que no tenemos en cuenta y todo por un problema de convivencia... gracias, muy interesante esta página...