14 julio 2007

pandilla asalta bencinera

[Punta Arenas] Pandilla lo agredió con piedras, patadas y hasta con un televisor. Bombero vivió madrugada de terror. Cinco jóvenes se ensañaron con trabajador de una bencinera, de 37 años de edad, a quien le sustrajeron 280 mil pesos y un equipo DVD de su propiedad.
Una verdadera pesadilla vivió en la madrugada de ayer un bombero de 37 años, quien fue víctima del brutal asalto de una pandilla mientras cumplía un solitario turno en la estación de servicio Esso de Arturo Prat con avenida Salvador Allende, frente al Regimiento Pudeto.
Esteban Gallardo Muñoz, casado y padre de dos niñas, trabaja hace unos cinco años en aquel establecimiento, pero nunca había vivido la traumática experiencia de sentir una navaja al cuello y ser reducido por cinco jóvenes, los cuales le propinaron una feroz paliza en el suelo. Un colega suyo ya había sido víctima de un robo hace un año.
Como recuerdo de este episodio, a Gallardo no sólo le quedó la amargura de aquel difícil momento, sino que terminó con heridas y hematomas en los labios, el ojo derecho y ocho puntos en la cabeza, esto último producto de haber sido golpeado con una piedra. El ataque se produjo alrededor de las 4,30 horas de la madrugada de ayer, luego que cinco jóvenes de alrededor de 17 años de edad, se acercaron a la oficina donde él estaba a comprar cigarrillos.
Al notar en ellos una actitud sospechosa, y como mantenía la puerta cerrada desde adentro, les dijo que no tenía. El grupo se retiró, pero uno de ellos se volvió a la bomba y empezó a manipular una pistola para cargar combustible.
"Al ver esto, lógicamente abrí la puerta y salí, y le empecé a decir que no lo hiciera, porque Carabineros pasaba a cada momento y podía tener problemas. Y estaba en eso diciéndole cuando vino uno de ellos corriendo (el cual tenía una bufanda que le tapaba hasta la nariz) y me puso el cuchillo en el cuello", relató. En esta circunstancia fue empujado hacia adentro del edificio y el del cuchillo le pidió el dinero de la caja.
Estando en esto, sorpresivamente, otro de ellos le descargó una piedra en la cabeza, cuyo golpe lo tumbó en el piso. No contento con eso, le siguió pegando en el suelo con la misma roca.

Indefensión
Pese a la paliza, otro de los agresores le dejó caer sobre el rostro un televisor de 14 pulgadas que había en el local. "Yo lo único que hacía era ponerme la mano en la cabeza para que no me hicieran nada más en la cara", indicó. Calculó más o menos que todo el castigo lo sufrió en unos 10 minutos.
"Yo pensé que me iban a hacer algo más", recordó, estando a esas alturas resignado a todo. "Cuando te tienen en el suelo, te están pateando y otro te está pegando con una piedra, y más encima anterior a eso amenazándote con un cuchillo, poca defensa tiene uno", agregó.
Los antisociales se llevaron un DVD portátil que era de su propiedad y 280 mil pesos que había recaudado hasta ese momento. Sólo salvó su celular que llevaba debajo del buzo.
Apenas vio que se iban, Gallardo se paró como pudo, un poco mareado con los golpes y todo bañado en sangre. De ahí empezó a llamar a Carabineros, los cuales llegaron rápido, pero el quinteto ya había desaparecido.
"Es realmente complicado porque no es la primera vez que pasa", expresó con preocupación, al quedar indefensos cada noche al hacer turno. De hecho, luego del anterior asalto, Carabineros pasaba regularmente de noche y verificaba si al interior de la caseta estaba funcionando todo normal. Sin embargo, con el tiempo aquella verificación se empezó a hacer a la distancia para luego desaparecer.
Como medidas de protección, sólo se le ocurre pensar en colocar cámaras, pero eso sólo ayudaría a identificar a los agresores, que mayormente llegan a comprar cigarros. Sin embargo, le es difícil pensar en qué condiciones volverá a hacer turno de noche con la carga de lo recientemente vivido.

El Atraco Anterior
La misma estación de servicio de Allende con Prat fue el blanco de un asalto a mano armada en la madrugada del lunes 12 de junio de 2006, el cual aún no ha logrado ser aclarado.
El atraco reportó a los dos delincuentes un botín de cuatro millones de pesos en dinero efectivo y cheques, el que obtuvieron tras acceder a la caja fuerte de la bencinera.
En aquella oportunidad, el bombero Carlos Huenchur recibió a las 4 de la madrugada la visita de dos sujetos, de unos 25 y 30 años de edad, que se acercaron a pedirle una cajetilla de cigarros. Después que se las entregó no se retiraron y uno de ellos se acercó a la puerta de la sala donde hacen caja y le pidió fuego. Sin esperarlo, uno de los individuos lo encañonó en la cintura con una pistola y le pidió que le entregara el dinero.
Con esta acción también se vio afectado un taxista, cliente habitual de la estación de servicio, quien pasó a la oficina a cancelar la cuenta tras atenderse solo. Allí fue encañonado por los antisociales y ambas víctimas fueron conminadas a dirigirse hasta el baño del establecimiento, adonde fueron encerradas.
En el intertanto le pidieron al taxista la llave del vehículo, para sacarlo del lugar donde se carga combustible y dejarlo a la vuelta, por calle Prat, para no despertar sospechas.
Incluso los antisociales, no conformes con el botín, sacaron la reja de una de las ventanas de la oficina central y luego rompieron el ventanal para ingresar. Una vez en el interior, mediante una ‘galletera' eléctrica para cortar metales, procedieron a romper la caja fuerte que mantenía los billetes de 5 mil y 10 mil pesos.
[14 de julio de 2007]
prensa austral]

No hay comentarios.: