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04 mayo 2009

Pandilla Atacó a Familia

[Punta Arenas] En el barrio 18 de Septiembre. Pandilla atacó a familia que celebraba cumpleaños. Dueña de casa tendrá que ser operada por una fractura, mientras su marido terminó apuñalado.
Dice que creía que este tipo de cosas sólo se veía en las películas, no entiende el porqué de tanta violencia y lamenta que producto del hecho tenga que ser sometida a una operación a causa de un golpe sufrido y su marido a permanecer postrado en cama tras ser apuñalado.
Margoth Zúñiga Aguilar reconoce su temor. Y argumentos dice tener de sobra.
Cuenta que ayer cerca de las cinco de la madrugada terminaba de compartir un encuentro familiar al interior de su domicilio de calle Ramón Freire, en el barrio 18 de Septiembre. Era el cumpleaños de su madre de 77 años de edad.
Mientras ella y su sobrina miraban televisión, su marido, hijo y sobrinos (todos mayores de edad) prolongaban la velada en medio de recuerdos y anécdotas.
Sin embargo, la tranquilidad se vio alterada con golpes en el techo y en los vidrios. Dos desconocidos se encontraban en el frontis de su domicilio lanzando piedras. Producto de la acción tres ventanales resultaron destrozados.
"Salimos a ver qué estaba pasando... todo fue muy rápido. No sé de dónde aparecieron y comenzaron a golpearnos con palos, piedras y cuchillos", recuerda.
Agrega que deben haber sido más de diez los protagonistas de la agresión y que en aquel momento lo único que atinó a hacer fue defender a su hijo que era golpeado contra un muro. Fue en aquel instante cuando sintió que algo cayó sobre su muñeca, al parecer un palo que terminó causándole una fractura. Segundos después los agresores "escaparon como hormigas, tal como llegaron".

"No Los Conocemos"
Margoth Zúñiga dice no conocer a los autores del ataque y que presume que deben ser los mismos jóvenes que se reúnen en una vivienda que se encuentra al frente de su domicilio.
"Nosotros somos sólo gente adulta, mi hijo tiene 23 años y se dedica a su trabajo, mis sobrinos tienen más de 30. Entonces no existe ninguna relación con los jóvenes que nos atacaron, como para decir que fue por un problema o una venganza", señala la desconcertada mujer. Luego agradece a Dios porque la situación no pasó a mayores, aunque lamenta que tenga próximamente que ser operada de su muñeca y que su marido tenga que seguir un tratamiento por la herida con arma blanca recibida en su muslo derecho. A eso, añade, hay que sumarle el temor de una represalia y de saber que ni siquiera al interior del hogar se puede estar seguro.
[Alejandro Salazar]
[4 de mayo de 2009]
prensa austral]

21 abril 2008

La Violó Amenazándola con Cuchillo

[Arica] Jueza manda preso a acusado de violación. El imputado aseguró que hubo un coqueteo mutuo y descartó el uso de la fuerza.
Una extensa y verosímil declaración prestó ayer un hombre maduro, acusado de violar en su departamento a una joven mujer, después de interceptarla y amenazarla con un cuchillo en una central esquina de Arica.
Su testimonio, sin embargo, no fue suficiente para evitar que la jueza de Garantía, Sara del Carmen Pizarro Grandón, acogiera una solicitud de prisión preventiva de la Fiscalía.

Detenido Se Defiende
El imputado, un hombre de iniciales J.N.N. (59), renunció a su derecho a aguardar silencio durante la audiencia de control de su detención y manifestó que "mantengo mi versión que declaré en Investigaciones de Chile. Soy totalmente inocente de lo que se me acusa. La relación que tuvimos con esta señorita fue de común acuerdo, inclusive usamos preservativo".
El inculpado descartó en forma tajante que haya interceptado a la mujer en la vía pública, para obligarla a entrar a su departamento, bajo la amenaza de un cuchillo, como describió en su formalización la fiscal de delitos sexuales Ana María Cortés.
"Fue una relación amorosa (...) de mucho coqueteo. Los dos estábamos ansiosos el uno del otro, sexualmente hablando", se defendió.

"Coqueteamos"
El imputado, quien tiene un trabajo nocturno, relató que alrededor de las 6 de la mañana del sábado ambos se encontraron casualmente en un taxi colectivo de la línea 5.
Agregó que él abordó la máquina en la esquina de Bolognesi con 18 de Septiembre, mientras que ella lo hizo en Baquedano con 18 de Septiembre.
"Se sube al asiento delantero, yo estoy en el asiento trasero, me reconoce. Se da vuelta para conversar conmigo, coqueteamos", especificó.
El flirteo, afirmó, comenzó una vez que el acompañante de la mujer (un amigo común) bajo del vehículo.
"Le insinué ir al departamento a seguir el carrete con un trago más y algo para comer, lo cual ella aceptó".
Tras llegar al departamento, el imputado afirma que tuvieron una intimidad normal.
"Fue una relación amorosa (...) de mucho coqueteo. Los dos estábamos ansiosos el uno del otro, sexualmente hablando".

"Prostituta Profesional"
El encuentro, añadió el imputado, sufrió un revés; sin embargo, después que ella se vistió y le pidió una leche u ocho mil pesos para comprar este producto a una hija de cuatro años.
"Yo soy prostituta profesional", le habría dicho su conquista.
"Esto no estaba dentro de mis antecedentes", apuntó el dueño de casa, quien agregó que la mujer posteriormente se marchó sólo con 500 pesos, puesto que en ese instante no tenía más dinero.

Extraño
Al defensor Sergio Vilca le pareció extraño que la víctima y su pareja se hayan separado en el taxi colectivo.
También cuestionó que ésta haya pedido auxilio en el departamento del agresor y no en la calle.
Alegó la imposibilidad de que el imputado se haya puesto un profiláctico (condón) mientras amenazaba a la mujer con un arma blanca.
Advirtió que los médicos no hallaron lesiones genitales en la víctima y que las marcas encontradas en sus muñecas y antebrazo son insuficientes para probar el delito.
La defensa explicó que la mujer recalca el uso del cuchillo en la calle, pero no en la casa del agresor.

Fiscalía
La fiscal Cortés, en tanto, reconoció que la "aclaración del imputado pudo haber dejado dudas fundamentales". Mas, recordó que hubo un testigo que "escuchó gritos" de la mujer, algo que el imputado niega.
"Espera y ve salir corriendo a la víctima de este domicilio, absolutamente desconsolada y llorando", describió.
La autoridad persecutora explicó que las marcas del ataque pueden aparecer lentamente con el tiempo y reveló que los médicos tuvieron que colocar un calmante a la mujer, porque tenía un fuerte dolor en una pierna.
Además dijo que el agresor obligó a la víctima a colocarle el condón.

Jueza
Tras el cierre de los alegatos, la magistrado concluyó que no existe relación entre la escena del taxi colectivo y el ataque posterior.
También, que el uso del cuchillo tendrá una "mayor o menor probación ponderatoria" en el juicio oral.
Afirmó que el episodio del condón debe ser analizado a través de la "casuística" y recordó que las prostitutas tarifan sus servicios antes y no después del acto sexual.
Así fue como la magistrada accedió a la prisión preventiva del imputado.
[21 de abril de 2008]
estrella de arica]

10 abril 2008

Más sobre Jaime Low Cabezas

[Punta Arenas] Graves acusaciones enfrenta Jaime Low. Preso sacerdote por abusos sexuales. En Porvenir el sacerdote habría cometido un delito similar.
Penas que podrían sumar hasta 10 años de cárcel arriesga el párroco de la emblemática iglesia del barrio 18 de septiembre Nuestra Señora de Fátima, Jaime Mauricio Low Cabezas, 32 años, acusado por el fiscal jefe de Punta Arenas, Juan Agustín Meléndez, de dos abusos sexuales y dos estupros en contra de un estudiante de 15 años de edad.
La noticia estalló como una bomba en la residencia del obispo de Punta Arenas, monseñor Bernardo Bastres, cuando ayer, a la una de la mañana, se impuso que detectives de la Brigada de Delitos Sexuales habían llegado a buscar al presbítero, con una orden de detención bajo el brazo emanada del Juzgado de Garantía.
La investigación del fiscal Meléndez fue tan sigilosa que el hermetismo de los resultados recién se pudieron conocer ayer, durante la audiencia del control de detención. El cúmulo de antecedentes que reunió a partir de mediados de enero, cuando la tutora del adolescente (una tía abuela) hizo la denuncia, los guardó secretamente. Los detectives que trabajaron con él estaban advertidos de no "filtrar" ni el más mínimo dato a la prensa. Incluso, cuando en febrero salió de vacaciones les recordó el encargo, porque al regreso no quería encontrarse con sorpresas.
Fue la tutora del menor la que destapó el caso. La mujer comenzó a percibir cambios de comportamiento en el menor, como un fuerte bajón en el rendimiento escolar. A esas alturas se mostraba como un niño muy retraído.
Las sospechas de la mujer iban tomando cada vez más fuerza. Pero hubo un hecho que le colmó la paciencia, cuando a fines de diciembre pasado el menor concurrió al Obispado a un encuentro de jóvenes en el espíritu y no llegaba a casa. Lo fue a buscar y lo encontró en calle Bories, con la cara muy colorada y lo notó muy nervioso. Las evasivas le dieron pie a pensar que algo estaba ocurriendo.
En otra oportunidad, volviendo de los Centro de Vacaciones (Cevas) le hizo algunas preguntas y le pidió el teléfono celular. El niño se ofuscó y el teléfono cayó al suelo. Sería posteriormente la acuciosa revisión de este aparato, por parte de la policía, lo que aclararía las aprensiones de la mujer. Decenas de mensajes de texto dejaron al descubierto la relación de afecto entre el sacerdote y el estudiante abusado.
Un día en que el menor demoraba más de la cuenta en llegar a casa, su tía abuela llamó al Obispado y lo amenazó con comunicarse con la policía sino regresaba de inmediato. "A los pocos minutos ya estaba en casa", declaró la mujer.
Pero las evasivas colmaron a la tutora del menor. Así que a mediados de enero, los antecedentes de su propia indagación la llevaron a interponer la denuncia ante Carabineros. En un comienzo fue personal de la Sección de Investigación Policial (Sip) la que indagó el caso. Pero posteriormente el fiscal Meléndez traspasó los antecedentes a la Brigada de Delitos Sexuales de Investigaciones.
A partir de ese momento iniciaron un seguimiento a todos los movimientos del sacerdote, incluidos los contactos telefónicos y "chateos" con la víctima.
Low y el adolescente establecieron una clave para comunicarse a través del Messenger (programa de mensajería instantánea), y no ser descubiertos. Meléndez leyó un resumen de una extensa lista de contactos, entre el estudiante y el presbítero, todos los cuales dejan al descubierto una relación muy íntima, con confesiones amorosas. Un relato que a ratos estremeció a los asistentes a la audiencia, por lo escabroso del mismo.
El cúmulo de antecedentes llevó al fiscal de la causa a solicitar la detención del sacerdote, orden judicial que se hizo efectiva ayer, a la una de la mañana, cuando personal policial llegó a la residencia del párroco de Fátima, en el barrio 18 de septiembre.

Los Abusos Investigados
La turbia y sórdida historia en la que el sacerdote involucró a su víctima comienzan en los meses de octubre, noviembre y primeros días de diciembre del año pasado.
En esa época el menor, iniciales D.M.H.H., participaba de las actividades de la Pastoral Juvenil, de la cual Low Cabezas era el coordinador general.
"Abusando de la relación de dependencia existente con la víctima, producto de las acciones y encuentros propios de la formación de la fe católica en los jóvenes, mientras ambos se encontraban en el Obispado (calle Fagna-no), aprovechándose de la inexperiencia sexual de la víctima, procedió a besarlo en la boca y tocarle los genitales en reiteradas oportunidades, y en días distintos, para lo cual sacaba al niño de las actividades o esperaba que éstas terminaran", actos que Meléndez calificó de clara connotación sexual.
En otra ocasión, un día en que el Obispado estaba cerrado, el sacerdote lo llevó a las oficinas de la Pastoral Juvenil. Abrió las puertas con sus llaves y estando a solas con él, en el edificio de Fagnano esquina Chiloé, "mediante engaños lo despojó de su ropa, lo toqueteó en todas partes del cuerpo y lo masturbó, luego de lo cual lo besó en la boca", expuso (entre otras cosas) el fiscal.

En la Casa del Propio Obispo
Pero lo más grave vendría tiempo después, según lo terminaría confesando el joven, cuando el sacerdote diocesano cometió el delito de estupro en contra del estudiante (según el artículo 363 del Código Penal, "consiste en el acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, a una persona menor de 18 años, pero mayor de 14; quien ha prestado su consentimiento para dicho acto"), encontrándose en uno de los dormitorios de la casa del padre obispo, Bernardo Bastres, en Balmaceda esquina 21 de Mayo.
En enero de este año, el cura Low volvió a cometer el mismo delito, y nuevamente al interior de la residencia del jefe de la Iglesia Católica en Magallanes, según antecedentes de la investigación policial.
De acuerdo a esto, los primeros dos hechos cons-tituyen el delito de abuso sexual, cometido en una persona mayor de 14 años de edad y en calidad de reiterado. Mientras que los otros dos configuran el delito de estupro reiterado.

Bastres No Sabía
No dejó de llamar la atención que en la declaración que el obispo Bernardo Bastres prestó a la Policía de Investigaciones, el pasado lunes 7 de abril, señalara desconocer los hechos en los que estaba involucrado un subordinado religioso. "No tengo idea de lo que se me consulta", leyó el fiscal en la audiencia.
Sin embargo, en enero de este año, cuando Jaime Low viajó con un grupo de adolescentes de los movimientos Ene (Encuentro de Niños en el Espíritu) y Eje (Encuentro de Jóvenes en el Espíritu) a Puerto Williams, varios fueron interrogados coincidiendo en señalar que notaban nervioso al cura Low lue-go de las llamadas que recibía del padre obispo, informándole que habían interpuesto una denuncia en su contra. Esta situación alteró el trabajo pastoral en la apartada localidad.

Sacerdote a Prisión
La investigación y antecedentes que recogió, además de la pena asig-nada al delito, llevaron al fiscal Juan Agustín Meléndez a solicitar la prisión preventiva para el sacerdote, por considerarlo "un peligro para la seguridad de la sociedad".
El abogado del Obispado, Francisco Cárdenas, se opuso tenazmente a la medida anteponiendo una serie de argumentos, como quejarse de haber sido informados apenas 48 horas antes de la formalización.
Al término de la audiencia de control de detención, una de las más extensas desde la puesta en marcha de la Reforma Procesal Penal, con más de dos horas y media, el juez Juan Olivares Urzúa sopesó el contundente informe que entregó el fiscal y terminó inclinando la balanza en favor de la parte acusadora, otorgando la prisión preventiva.
Paralelamente, al amparo de los antecedentes que se ventilaron en la audiencia, se tendría que abrir una nueva investigación en Porvenir, ya que durante uno de los encuentros pastorales el padre Jaime Low habría incurrido en un abuso sexual.
Pero, como dijo el fiscal Meléndez, eso será materia de otra investigación.
Por una cuestión de estrategia fijada por su defensa particular, el imputado Low Cabezas se acogió al derecho a guardar silencio, por tanto se abstuvo de prestar declaraciones ante el fiscal y ante el mismo juez Olivares que ayer dirigió la audiencia.
El magistrado de garantía estableció un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación.

Tutora del Joven: "¡Qué Se Pudra en la Cárcel!"
Minutos antes de iniciarse la audiencia de control de detención y formalización de cargos, la tía abuela y tutora del menor abusado profirió fuertes críticas al sacerdote Jaime Low, para quien pidió todo el peso de la ley, "porque destruyó mi vida y la de mi familia".
A viva voz preguntó en la sala 4 del Tribunal: "¿cómo recupero al niño y a todos los que están involucrados?"
A la justicia dijo que le pedía el máximo rigor de la ley. "Espero que se pudra en la cárcel", porque así como abusó de un menor dio a entender que pueden haber otras víctimas. Llamó a declarar a todos los que tengan algo que decir. "Sea quien sea, sin importar la investidura. Acá no se salva nadie".
Agradeció la labor y trabajo de la Policía de Investigaciones, gracias a lo cual dijo sentirse muy apoyada, "y por eso hoy creo que existe la justicia y espero que ese individuo (Low) se pudra y se seque en la cárcel, que ni Satanás lo acepte en el infierno".
Las sospechas y antecedentes que reunió durante mucho tiempo la llevaron a estampar la denuncia ante la policía, según señaló.
Instó a otros padres, que estén en la misma situación, a denunciar estos casos porque muchos optan por callar, "y sus hijos viven toda la vida traumados".
"No Quería Que Me Pasara lo Mismo Que a Harex"
De los antecedentes y declaraciones que se escucharon durante la audiencia, el fiscal Juan Meléndez hizo mención de la protección que en algún momento le solicitara el menor quien declinó denunciar lo que le estaba sucediendo, "por temor a que me pase lo mismo que a Harex (Ricardo, alumno de San José desaparecido en octubre de 2001)".
El adolescente admitió a la policía que en dos ocasiones fue abusado por el sacerdote. "Esto fue la primera quincena de diciembre del año pasado, en la pieza que tenía el cura Low en la casa del padre obispo. Después de una tarde de clases, donde llegué caminando y después me fue a dejar a mi casa en su auto".
En su relato a la policía y al fiscal a cargo, hace una completa descripción de la residencia y de los accesos para llegar al segundo piso.
"La segunda vez que me pasó también fue en la casa del obispo y él (Bastres) tampoco estaba. Recuerdo que había una señora haciendo el aseo en el primer piso y el cura me dijo que subiera rápido y en silencio".

"Por Algo Dios Te Puso en Mi Camino"
En una ocasión, cuando estaban en una reunión en el Obispado eligiendo los cargos junto a los coordinadores, "se me acercó Low y me dijo: ‘por algo Dios te puso en mi camino".
Posteriormente, un día le preguntó si quería ser cura por la vocación que veía en él al asistir al E.L.E. (Encuentro de Lolos en el Espíritu) "Yo le contesté que no lo había pensado nunca, y me aconsejó que sería bueno para estar más cerca de Dios. Además, me señaló algo que me pareció bastante extraño: "en esto (el sacerdocio) se trabaja poco y se gana mucha plata".
A la psicóloga que lo examinó, el joven le reiteró los temores que tenía.
En el informe, la profesional refiere todo lo ocurrido al menor, a partir de las pericias sicológicas y entrevistas, logrando establecer los hechos que ahora son materia de la investigación, como las tocaciones y el estupro.
Low nunca lo amenazó, pero sí le pidió que borrara toda evidencia, como las comunicaciones que ambos establecían vía Messenger o escritos.
"Yo he llorado mucho con esto, y he tenido problemas con mi familia. Ahora que dije la verdad duermo en paz. Antes tenía pesadillas con el cura y bajé mis notas. Estoy muy asustado porque voy a un colegio salesiano y me puede pasar lo mismo que a Harex (Ricardo). No soy rencoroso, pero como me dejó mal espero que le toque lo que corresponde por ley. Soy católico y no es culpa de Dios lo que haya pasado con un cura", concluye la declaración prestada a la psicóloga.
[10 de abril de 2008]
prensa austral]