08 marzo 2006

aclaran crimen de joven peruana

Fanny Caychó habría sido asesinada por un enamorado frustrado. La noche del 30 de junio de 2005, la prensa policial se remeció al enterarse de la muerte de una joven peruana, identificada como Fanny Caychó (23), cuyo cadáver fue encontrado envuelto en unas cortinas, en la habitación que arrendaba en la comuna de Independencia.
Diversas hipótesis se tejieron desde el hallazgo. Sin embargo, ninguna describió con exactitud lo que durante los meses posteriores se clarificó con la investigación iniciada por la policía y por el Ministerio Público.
Según altas fuentes ligadas a la indagatoria, la tragedia se habría desatado en una concatenación de hechos desafortunados.
Fanny Caychó llegó a Chile en 2001, desde la localidad peruana de Lurín, 36 kilómetros al sur de Lima, con el fin de conseguir dinero que pudiera remitir a su familia.
Una vez en Santiago, conoció a su compatriota Benigna Alcántara, quien arrendaba el departamento A de Salomón Sack 866 en la comuna de Independencia, cuyas habitaciones subalquilaba a otros inmigrantes peruanos, entre ellos sus dos hijas Marleni y Suly Flores, y a Henry Llorena.
Fanny Caychó, decidió instalarse también en una de las piezas, pagando una mensualidad a su nueva amiga, y con la clara intención de buscar un trabajo que le reportara buenos dividendos, pero que no la obligara a desempeñar labores domésticas puertas adentro, como lo hacían Marleni y Suly.
Así, inició un negocio de préstamos que le reportó abundantes ganancias, y que la llevó a inventar la existencia de una supuesta jefa ‘Élida' a la que cada mes presuntamente rendía cuentas de los cobros de tales créditos. Esto se estableció puesto que nadie vio jamás a la dueña de la empresa ilegal.
Entre la mucha gente a la que Fanny prestó servicios, estaba Wilfredo Javier Rosado Pérez, también peruano, y novio de Suly, su compañera de departamento.
Desde el primer momento, Rosado desarrolló un amor enfermizo hacia Fanny, que supo guardar en lo más profundo de su foro interno.

Loco Amor
Así, la tarde del 30 de junio de 2005, el platónico enamorado llegó a la casa de Fanny e ingresó al lugar con la llave que manejaba.
Si bien nunca será establecido el real diálogo que pudo haber entre los dos, Rosado enajenado por su amor frustrado, subió hasta la habitación de la joven, donde habría intentado forzarla a mantener un encuentro sexual con él.
"El informe de ADN del Servicio Médico Legal, determinó que si bien la mujer no fue abusada sexualmente, en su pantalón había restos de semen que correspondían al sospechoso, al que en una prueba supuestamente de rigor, se le habían tomado muestras de saliva", dijo una fuente policial.
En su desesperado intento por consumar su amor, Rosado habría puesto una almohada en el rostro de la joven para callar sus gritos, lo que le habría causado la muerte por asfixia.
Según el testimonio de quienes la conocieron, habrían bastado sólo unos segundos de sofocación para causar la asfixia en la joven, ya que siempre se mostró con problemas respiratorios.
El informe forense en tanto, determinó que el crimen si bien pudo provocarse con una almohada, también pudo efectuarse con un trozo de tela, ya que son las únicas dos formas de asfixia que no dejan huellas en el cuerpo de la víctima, tal como se encontró el cadáver de Fanny.

Actos Que Delatan
Angustiado el enamorado, entonces convertido en criminal, intentó llevarse el cuerpo del lugar y lo envolvió en unas cortinas, dejándolo tendido en el piso entre las dos camas existentes en la habitación.
Antes de concretar su plan, efectuó llamadas a los habitantes del departamento, y haciendo uso de falsas excusas, les preguntó a todos a qué hora llegarían al inmueble.
Sin decidirse a llevarse el cadáver, desordenó toda la habitación con el fin de hacer creer a todos de que se trataba de un lamentable caso de robo con homicidio, y se retiró del lugar a eso de las 14:30 horas.
Sin embargo, el cuerpo no fue encontrado hasta la noche cuando Benigna Alcántara llegó al domicilio, subió a la habitación de Fanny encontrándose con la tragedia regada por el suelo.
El adiestrado olfato de los policías advirtió desde su llegada al sitio del suceso, que el desorden reinante en el lugar olía a planificación y a treta evasiva.
Esto fue corroborado más tarde tras los interrogatorios, en los cuales quedó establecido que Rosado mentía en diversos aspectos y había cometidos errores injustificables. Sin embargo, nunca se le trató como sospechoso para evitar asustarlo más de la cuenta.
Con los testimonios se estableció que Rosado debía una considerable suma de dinero a Fanny Caychó, que pese a que nunca reconoció tener una llave del departamento, tras un registro de su domicilio se encontró un manojo una de las cuales coincidía con la chapa del departamento, la cual curiosamente no estaba forzada el día que murió la joven.
A esto se sumó el extraño interés de Rosado por estar al tanto de la investigación, "de hecho concurrió en tres ocasiones a la Fiscalía a preguntar por el avance del caso", comentó una fuente policial.

Última Decisión
Sin embargo, el hecho que determinó el cierre del caso policial fue el ocurrido la noche del 23 de octubre de 2005.
Suly que había continuado su relación con Wilfredo Rosado, acudió esa noche a la discoteque Inti, donde encontró a su novio besando a otra mujer. Tras encararlo le enrostró que todo vínculo entre ellos estaba terminado y se largó del lugar.
Abrumado por sus pensamientos -según declaraciones de amigos Rosado había tenido alucinaciones donde decía ver a Fanny en sus sueños- se dirigió raudo hasta el departamento de Salomón Sack 866.
Allí encontró a Marleni con su novio y le preguntó por Suly. Tras constatar que su ex no estaba en casa, solicitó papel y lápiz para dejarle un mensaje que se divide en tres hojas improvisadas.
Así, en medio de frases ilógicas, Rosado pidió perdón a Suly por lo que se aprestaba a hacer, le sugirió ser feliz y prometió cobrar venganza por la muerte de "mi Fanny".
Horas más tarde se le encontró colgado en una de las vigas del edificio con su cinturón.

Cierre del Caso
Tras identificar sin margen de duda al asesino de Fanny Caychó, se espera que en un plazo máximo de un mes, el caso sea cerrado en forma definitiva, toda vez que se encuentran agotadas las posibilidades de investigación y todas las evidencias llevan a identificar como único culpable a Wilfredo Rosado y como móvil del hecho una arranque irracional de un desquiciado amor.

[Carla Gallegos]
[4 de marzo de 2006]
la nación]

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