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13 agosto 2009

Parricida Culpa a Su Ex

[Santiago] En carta enviada desde Bolivia. Schayman alega inocencia y presiones para inculparse.
El parricida enfrenta una condena de presidio perpetuo calificado por maltratar a su hija, de manera reiterada, hasta causarle la muerte. Aún no se presenta ante la justicia chilena, pero pidió a familiar recurrir a la Suprema.
"Nos aconsejaron (los abogados) a mi ex esposa Marianne Kychenthal y a mi persona que me autoinculpara de haber maltratado a mi pequeña hija (...) para evitar que Marianne ingrese en el penal, porque se sospechaba de que era ella quien proporcionaba los maltratos", aseguró Alejandro Schayman Klein, condenado a presidio perpetuo calificado por el parricidio de su hija Tamara, en una carta que envió desde Bolivia.
Ayer, su cuñada Ximena Tapia arribó al país para presentar un recurso ante la Corte Suprema para que ésta revise la sentencia.
El ciudadano boliviano alegó inocencia y dijo que fue presionado por los profesionales que entonces lo representaban a él y su mujer.
En el documento, Schayman explica que "me dijeron que como esposo debía asumir esa responsabilidad y por noble e ingenuo les creí. Me aseguraron que me dejarían en libertad que ellos iban a conseguir que los exámenes médicos psiquiátricos arrojen un estado de esquizofrenia aguda, que conseguirían con eso mi inimputabilidad".
Continúa su relato diciendo que fueron sus abogados los que "me enseñaron a hacerlo (autoinculparme), pero lejos de pensar que era un consejo profesional, la patraña fue después cuando, me dejan solo y ahora maliciosamente me entero que habrían presentado mis supuestas declaraciones (judiciales)".

"No Soy un Monstruo"
También, en su carta, asegura que "no soy el monstruo que la prensa piensa" y que es "víctima de un acoso mediático, soy víctima de la injusticia, xenofobia y parcialidad total de jueces y magistrados chilenos".
Por último, sostiene que no aceptara la culpa por la muerte de su hija pues él jamás la maltrató y responsabiliza a su ex esposa por su situación actual.
"Creí firmemente en los consejos de una buena esposa, que lejos de serlo me dejo solo, me abandonó y se quedó con mi otro hijo, a quien algún día podré ver y estrecharlo entre mis brazos".
Schayman fue condenado el pasado 29 de julio por la Corte de Apelaciones de Santiago y desde entonces se desconoce su paradero pero se especula que está residiendo en Sucre.
Como aún no se notifica del fallo no ha sido posible para el tribunal dictar una orden de detención en su contra y tampoco solicitar a las policías su ubicación.
Sin embrago, la Policía de Investigaciones (PDI) informó hace algunas semanas que el sentenciado no salió de Chile con su identidad ni por pasos habilitados. Su ex mujer pidió recientemente a la justicia que ordene su aprehensión.
Según los antecedentes reunidos en la investigación judicial, el sujeto maltrató de manera reiterada a su hija Tamara, de entonces cuatro meses de edad, a quien en 1996 dejó en estado vegetal. La pequeña permaneció así durante seis años, internada en una clínica, hasta que falleció producto de las lesiones.

La Familia
Ximena Tapia, esposa de Ricardo Schayman quien es hermano del prófugo, arribó ayer al aeropuerto internacional de Santiago cerca de las 17:54 en un vuelo que hizo escalas en Arica y Antofagasta. La mujer se manifestó dispuesta a luchar por los intereses de su cuñado, a quien asegura no ve desde hace tres años atrás.
"Vine en representación de su familia a impedir una injusticia, no puede ser que mi cuñado por no tener dinero para pagarle a un abogado sea culpado como ‘mataguaguas' y no se escuche su versión de los hechos", señaló la mujer, quien llegó con un recurso de casación en mano, la carta del publicista y una propia que presentará hoy en tribunales.
[13 de agosto de 2009]
la nación]

13 septiembre 2008

Cayó el Diablo

[Iquique] Atraparon a joven que apuñaló a boliviano. Sin embargo posteriormente fue formalizado por otros dos delitos.

Pololos
El primer hecho se registró el pasado 18 de abril, cuando J.G.G.N. se encontraba junto a su polola C.F. a bordo del auto Honda Civic estacionado cerca de la intersección de las calles Thompson con 21 de Mayo. Sorpresivamente fueron abordados por 5 jóvenes, 3 de los cuales los obligaron a subirse en la parte posterior del auto mientras los otros 2 vigilaban. Sustrajeron la radio del Honda y les robaron los celulares, mientras uno de los sujetos los apuntaba con lo que parecía ser un revólver. Posteriormente se dieron a la fuga. Tras ver un set de presuntos sospechosos, las víctimas identificaron al tipo del arma, que resultó ser Diego Ignacio Ríos Bravo.

Apuñalado
El segundo delito fue cometido la madrugada del 7 de septiembre, cuando pasadas las 4 de la mañana, 3 individuos bolivianos abandonaron el local ‘Bolivia', ubicado en calle Esmeralda, momento en el que fueron abordados por un grupo de al menos 8 jóvenes, quienes les exigieron que entregaran su dinero. Uno de los bolivianos escapó, mientras que Fran Choque recibió diversos golpes de patadas y puños en su rostro y cuerpo, además de varios cortes, efectuados por quien identificó como Diego Ignacio Ríos Bravo. Sin embargo su compañero Darío Quispe recibió la peor parte, pues al negarse a entregar el dinero, un sujeto que posteriormente identificó como el imputado Ríos Bravo, le provocó una serie de cortes en el cuerpo y lo apuñaló con una mariposa a la altura del tórax. Quispe escapó corriendo aún con el cuchillo enterrado en su cuerpo, hasta que metros más allá se encontró con una patrulla y les contó lo sucedido, siendo derivado al hospital regional, donde fue internado por lesiones graves con riesgo vital, y aunque si vida ya no corre ese riesgo, aún continúa internado.

‘El Diablo'
El fiscal Patricio Llancamán leyó algunas declaraciones de testigos oculares, quienes señalaron que Ríos Bravo es un habitual delincuente del sector, apodado ‘el Diablo', quien lidera una banda de jóvenes que se dedican a asaltar a extranjeros. El imputado fue formalizado por robo con intimidación y robo con violencia, quedando en prisión preventiva durante los 90 días que dure la investigación, arriesgando una pena de hasta 10 años por los delitos que se le imputan.
[13 de septiembre de 2008]
diario 21]