cayó asesino de poblador

[Copiapó] En el sector rural de Rucahue, en la comuna de Freire, a 28 kilómetros de Temuco, en la Novena Región, permanecía el sujeto de 28 años, apodado ‘El Chasca', quien está siendo imputado de ser el autor del brutal homicidio perpetrado en agosto pasado en contra de Marcelo Pastén San Martín (35), en pleno centro de Copiapó.

Detención
Pese al fuerte hermetismo con la cual la policía local manejó la captura, las informaciones recabadas señalan que el individuo, de iniciales L.E.C.R. de 28 años, fue atrapado gracias al trabajo indagatorio realizado por los efectivos de la Brigada de Homicidio (BH) y la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la policía civil de Copiapó en conjunto con sus colegas de Pitrufquén. De este modo, en horas de la noche del miércoles después de que los detectives de la Araucanía desarrollaran una serie de allanamientos en diversos domicilios de la comuna de Freire se logró dar con el paradero del presunto homicida, quien no habría opuesto mayor resistencia al arresto.
En la mañana de ayer, ‘El Chasca' fue presentado ante el Tribunal de Garantía de Pitrufquén donde se dispuso la ampliación de su detención hasta mañana sábado, con el fin de que pueda ser trasladado hasta la región de Atacama. Por lo tanto, tras quedar a disposición de Gendarmería, se presume que el detenido llegue hoy a Copiapó para que el fiscal a cargo del caso lo formalice por el delito de homicidio que se le imputa.

Brutal Homicidio
El crimen de Marcel Pastén ocurrió en la madrugada del domingo 19 de agosto en la vivienda ubicada en calle Chañarcillo Nº 798, esquina Vallejo, cuando por motivos que serán dado a conocer en la audiencia de formalización, la víctima y el agresor se habrían enfrascado en una violenta discusión alentada por la ingesta desmesurada de alcohol. A raíz de ello el asesino habría tomado un cuchillo cocinero con el cual le propinó a Marcelo Pastén diversos cortes en la cabeza, en el cuello y en el tórax. No conforme con ello le habría atado las manos con una toalla para impedir que pudiera buscar ayuda, razón por la cual la víctima falleció en el mismo lugar. Acto seguido, el delincuente se dio a la fuga en dirección desconocida.
En este sentido, se informó que uno de los factores que impidió la aprehensión inmediata del sujeto fueron los innumerables apodos que éste mantenía, dificultando así que en un primer momento se pudiera establecer su identidad. No obstante, el trabajo realizado en el sitio del suceso por el Laboratorio de Criminalística de la policía civil permitió advertir varias evidencias que finalmente dieron con el nombre del presunto agresor. Entre ellas los rastros de sangre cuyo ADN se espera deberían ser contrastadas con la del imputado para certificar su real participación en los hechos.
[26 de octubre de 2007]
[©diario de atacama]