10 Años por Homicidio

[Punta Arenas] Viuda y condena de colombiano: "Se hizo justicia". Está consciente que ni todo el oro del mundo le traería de vuelta a su marido y padre de tres hijas, pero Astrid Elizabeth Mancilla Gutiérrez siente que "se hizo justicia", con los diez años de cárcel que la justicia impusiera -en primera instancia- al homicida de su marido, Benito Quilempán Albarrán; y los 40 millones de pesos de indemnización (20 millones por lucro cesante y 20 por daño moral).
El pasado 16 de marzo su esposo cumpliría 29 años de edad. Este fue el primer cumpleaños que no pudo pasar junto a su marido, desde que se casaran, hace 9 años. Sus hijas, Loreto, Daniela y Constanza, siempre preguntan por su padre.
El homicida de su marido, el colombiano Diego González Banguera, fue llevado a juicio la semana pasada. Los jueces lo encontraron culpable y lo sentenciaron a purgar una extensa pena de diez años de cárcel.
La víctima concurrió el 12 de agosto de 2007 a beber un trago al centro nocturno Club Vip, junto a otros tres amigos, Edgardo Sánchez González, Robinson Hernández Jara y Cristián Santana Miranda. Un confuso incidente derivaría posteriormente en una riña con el ex barman colombiano, quien ingresó al local nocturno de calle Armando Sanhueza a buscar un cuchillo, con el que atacó a Benito Quilempán, quien perdió la vida mientras recibía atención médica en el Servicio de Urgencias del Hospital Regional.

"Se Hizo Justicia"
Agotadores fueron para Astrid Mancilla los dos días que duró el juicio oral. Más aún cuando acompañó al abogado querellante, Hermes Hein y al fiscal Eugenio Campos durante las extenuantes jornadas, de mañana y tarde.
Una doble carga emocional sufrió al revivir detalladamente los hechos que terminaron con la vida de su esposo. Tener frente así a los protagonistas no fue fácil, según lo reconoce.
"Lo importante es sentir que se hizo justicia, aun cuando nadie me va a traer de vuelta a mi esposo. Así que en general estoy conforme con lo que se logró".
Por ahora no tiene muy claro lo que viene en su vida, "así que no me queda más que esperar y confiar en Dios en que alguien me va a ayudar", reflexionó ayer Astrid Mancilla.
[21 de abril de 2008]
[©prensa austral]