Detective Condenado por Homicidio

[Antofagasta] Sentencian a 540 días a detective por muerte de jefe de PDI. El inspector José Arancibia Olivares, cumplirá la pena en libertad, bajo la supervisión de Gendarmería.
Tras más de dos años de disputa, ayer se cerró un capítulo para la familia del fallecido detective Claudio Orellana Torres, jefe de la Brigada de Robos (Biro) de la Policía de Investigaciones (PDI) de Antofagasta, luego que el Juzgado de Garantía decretara una pena de 540 días para el inspector José Antonio Arancibia Olivares (31), quien fue acusado de dispararle en el estómago tras un confuso procedimiento policial.
El juez Rodrigo Cortés consideró culpable al ahora ex policía, quien cumplirá la pena en forma remitida, es decir, bajo libertad mediante la supervisión de Gendarmería, pese a que éste nunca se declaró culpable de la muerte de su superior, quien falleció a los 33 años, pese a sus intentos por sobrevivir y que lo relató su madre, María Cristina Torres.
"Mi hijo no quería morir. Él luchó por su vida. No debió haber muerto, él sólo quería vivir, por su familia, por sus hijitos, es muy triste reconocer eso. Me da impotencia porque no hay condena ni dinero que nos devuelva a nuestro hijo. Ahora nos añadimos a la lista de los padres que camina por la calle tristemente por la pérdida de su hijo, viendo pasar al asesino libremente", sostuvo Torres.
El padre del joven detective, Lionel Orellana agregó que "estamos contentos entre comillas, porque lo que hemos sacado de estos dos años de lucha ha sido poco, pero pese a eso, quedó claro que aquí no hubo un accidente, sino que el inspector Arancibia disparó el gatillo de su arma. Accidente se hubiese producido si el arma se disparara sola, pero no, él lo hizo, tenía el arma cargada y sin seguro", sostuvo respecto al hecho ocurrido en marzo de 2007.

Confuso Incidente
En un juicio oral simplificado, el juez Rodrigo Cortés consideró que Arancibia era culpable de cuasidelito de homicidio, acusación que la presentó el fiscal Rodrigo Cusó y que acreditó a través de 24 testigos, entre ellos policías, y la presentación de prueba fotográfica, documental, testimonial y pericial a cargo de 10 expertos que era el culpable del disparo, ocurrido la noche del 30 de marzo de 2007.
Ese día, funcionarios de la PDI, a cargo del fallecido, concurrieron a la intersección de las calles Paposo con Solón Salas, en el extremo norte de Antofagasta, en busca de un sujeto que se presume habría robado la placa, el arma y documentos personales de un funcionario de la policía, lo que originó un masivo control de identidad a fin de hallar al responsable del robo.
Fue así que dos funcionarios policiales, entre ellos el inculpado, decidieron hacer un control a cuatro sujetos que estaban en esta intersección. Dos de ellos se dieron a la fuga, lo que originó una persecución, siendo apoyados por personal de la Biro logrando la captura de uno de ellos, quien al oponer resistencia fue auxiliado por familiares y amigos, que comenzaron a apedrear a los policías.
Para persuadir a los pobladores, el inspector Arancibia realiza dos disparos al aire, luego baja el arma, pero se queda con el dedo en el gatillo.
Luego es empujado por un tercero, lo que activó su pistola, saliendo una bala que alcanzó a Orellana, quien estaba sin su chaleco antibalas.

Buscan Aclarar Sumario de Pdi
Los padres del detective realizaron cientos de marchas para que se esclareciera el fallecimiento de su hijo. Incluso increparon a las autoridades de la policía para que dieran a conocer un sumario interno, el que a su juicio también presenta irregularidades.
A raíz de ello es que anunciaron una querella en contra del fiscal de la institución, Sergio Muñoz, a quien acusan de haber mentido para exculpar a la policía de su responsabilidad por los hechos. "Si habrían dicho la verdad de un comienzo, a lo mejor nosotros no estaríamos acá y Arancibia tampoco, pero así fueron las cosas", afirmaron.
[Roberto Álvarez]
[25 de abril de 2009]
[©la tercera]