[Punta Arenas] Ovejero habla desde la cárcel. Habla ovejero que mató a trabajador. Hombre de 77 años señala que actuó en legítima defensa. "Nadie quiere matar a otra persona", asegura.
Su rostro evidencia las huellas de aquel clima patagónico que no sabe de concesiones. Y aquella voz fuerte, poderosa, con aquel sonsonete ‘argentinado' traslada de inmediato a las tierras donde no hay espacio para temores y donde parecen imperar códigos distintos, ajenos a los que maneja el común de los mortales.
Desde el primer minuto Luis Alberto Miranda quiso hablar. Desde que se entregó a Carabineros hasta cuando llegó al Tribunal para conocer de los cargos que se le imputan.
Hoy el hombre de 77 años, conocido en el sector con el apodo de ‘Rastra grande', está en prisión preventiva a la espera de los 40 días de investigación, y casi como antesala a lo que se conocerá tras su condena.
A través del abogado que lleva su defensa, Daniel Soto, es posible conocer de los sentimientos y pensamientos de este hombre de campo cinco días después de haberle arrebatado la vida a un compañero de labores.
Su defensor dice que Miranda está tranquilo, con-sciente de que recién comienza un largo proceso y con la conformidad de estar pagando por una acción penada por la ley.
Al interior del centro penitenciario, Soto y Miranda dialogan. El abogado dice que el porte del hombre de boina, bombacha y botas impresiona, pero que luego su voz pausada y dichos, lo hacen aún más.
- ¿Qué piensa hoy de los hechos que terminaron con la muerte de su compañero de trabajo?
- "Que fue un acto en legítima defensa y que era él o yo".
- Pero debe haber algún sentimiento por haberle quitado la vida a un hombre.
- "Que no era algo para mí, porque no soy un hombre de instinto criminal y tampoco mi familia".
- ¿Por qué optó por entregarse?
- "Es lo que corresponde. Así es la ley y así debe comportarse uno".
Luego cuenta que nació en Chiloé, que toda su vida ha trabajado en el campo "porque nunca pude aprender una profesión" y que su acento argentino es producto de muchos años de permanencia en estancias del otro lado de la frontera (provincia de Santa Cruz).
En Chile dice que se encuentra hace cinco años, un regreso que tiene que ver con su deseo de venir a pasar sus últimos años a su país, a lo que considera su tierra.
- ¿Qué pasa con su familia?
- "No tengo hijo ni esposa, sólo dos hermanas profesoras que ya están retiradas. Soy un hombre solo, con mis caballos y mis perros".
- Hoy tiene 77 años y puede pasar un par de años en la cárcel. ¿Qué espera de la vida?
- "Pagar por lo que hice, así debe ser. Y si alcanzo a vivir más años, seguir trabajando hasta que pueda. Seguir tranquilo, llevándome bien con todos mis compañeros, y siendo amigo de mis amigos, que son la gente de campo".
La Palabra Arrepentimiento
- ¿Qué puede decirle a los familiares de Manuel Paillacar Coñuecar?
- "Que él siempre me molestó, hasta el último momento. Mis compañeros lo sabían".
- Pero eso no justifica tal agresión.
- "Es que no me dio tiempo, no pude hacer otra cosa".
- Y ¿qué le dice la palabra arrepentimiento?
- "... Sólo le puedo decir que nadie quiere matar a otra persona".
Los hechos por los cuales fue formalizado Luis Miranda Santana dicen relación con lo ocurrido el pasado martes al interior de una estancia de San Gregorio cuando de madrugada sostuvo una discusión con su compañero de labores Manuel Paillacar Coñuecar.
De acuerdo a la versión del imputado, fue este hombre de 54 años de edad quien lo atacó con un cuchillo, el mismo que logró quitarle y con el cual le asestó tres estocadas que le costaron la vida.
Horas después Miranda se entregó a Carabineros.
[Alejando Salazar C.]
[9 de noviembre de 2008]
[©prensa austral]
09 noviembre 2008
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