[Puente Alto] Crimen de Puente Alto: revelan compleja trama de relaciones que hizo sospechar de la madre. Una falsa violación, la pérdidas consecutivas de importantes sumas de dinero, sospechas de infelidad y cambios de look cruzaron la historia de los padres de Esteban Rojo (7) y Pablo Rojo (15).
Más de 1.200 declaraciones de contexto, miles de fotografías y el empadronamiento de unas 700 personas en Puente Alto fueron los principales elementos contrastados por la Brigada de Homicidios y la Fiscalía Sur durante un año, para sospechar que Jeannette Hernández era culpable del brutal ataque sufrido por los hermanos Esteban (7) y Pablo Rojo (15) hace un año.
Según la tesis de los fiscales, la mujer protagonizó el crimen como una forma de hacerle daño a su esposo debido a los celos por una supuesta infidelidad. Careciendo de pruebas directas que inculparan a Jeanntte Hernández (39), los investigadores se adentraron en la compleja trama de relaciones de la pareja para intentar esbozar una explicación.
Según los testimonios, Pablo Enrique Rojo y Jeannette Antonieta Hernández se casaron en 1988, tras sostener una relación sentimental en la villa El Estanque de Peñalolén. Ella creció en el seno de una familia estricta en la que su madre, hoy fallecida, dominaba todo en su vida, al punto de no permitirle frecuentar ni amistades ni tener parejas.
Sin embargo, al cumplir 15 años y cursando enseñanza media, Jeannette conoció a Carlos Sánchez, con tuvo una fugaz relación de la cual nació Cristián. El joven tiene hoy 23 años y tiene una relación de padre e hijo con Pablo Rojo.
La mujer se convenció de que Pablo, un esforzado asistente mecánico, debía ser su marido, pese a que hacía poco había confesado a su amiga Verónica -vecina en la Villa La Capilla- que al principio sólo se casó para huir de su madre. La misma amiga relata hoy que la "bondad de Pablo" lo transformó finalmente en "sus ojos" y "el único hombre de su vida". Por ese entonces, Pablo Rojo salía de una decepción amorosa.
Desde que la pareja se instaló en 2003 en el pasaje Punta Arenosa, en Puente Alto, ya tenía hijos. La nueva vivienda, la afición a la música del padre y los pocos dividendos que dejaba el oficio de peluquera de la madre les pusieron en un complejo escenario económico.
Para fines de 2007, la mala racha agobiaba a los Rojo, y la aparición de la cantante de rancheras Miriam Peña complicó aún más la situación.
Según relató Andrea Pérez, una vecina, cuando Pablo escuchó a ‘La Rancherita' como vocalista de su grupo musical y la preparó para una participación televisiva. Incluso, Jeannette comentó su simpatía por ella. Pero luego todo cambió. La mujer comenzó a sentir celos por la cercanía de ambos, cuestionó que el hombre comprara un reloj a su nueva amiga en Navidad y hasta comentó a su hijo mayor que deseaba morir.
En paralelo, sólo semanas antes del crimen, la mujer cambió su apariencia y comenzó a usar mini faldas, se puso extensiones en el pelo y empezó a lucir como ‘La Rancherita', según declaró a la policía el propio Pablo Rojo.
En paralelo, un conflicto interno estremeció a la pareja: la mujer había usado el dinero destinado al pago de los dividendos en cubrir gastos de un fallido negocio. Al verse descubierta, Jeannette aseguró que había sido asaltada y violada, pero luego de retractó.
A fines de 2007 la pareja entra en crisis. Sus hijos Esteban (7) y Pablo (15) llevaban un vida tranquila entre el colegio y los amigos. Hasta enero del año pasado, cuando ocurrió el crimen.
[24 de enero de 2009]
[©la tercera]
24 enero 2009
Entretelones de un Parricidio
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