25 septiembre 2009

Está al Borde de la Muerte

[Cartagena] Salvaje golpiza mantiene al borde de la muerte a joven trabajador cartagenino.
Misterioso ataque ocurrió en las afueras de su casa en San Sebastián. Familia supo varios días después lo sucedido. PDI dio con su paradero en la UCI del hospital Van Buren y ahora está tras los pasos de los brutales agresores
Con riesgo vital se encuentra un joven trabajador cartagenino que fue víctima de una salvaje y misteriosa golpiza en las afueras de su casa en San Sebastián, Cartagena, por parte de un número indeterminado de sujetos.
Se trata de Roberto López Ureta, de 29 años de edad, quien se desempeñaba como repartidor de productos Soprole en la comuna balneario.
El joven cumple hoy doce días con un traumatismo encefalocraneano cerrado severo, en estado de coma y conectado a un ventilador artificial, internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Carlos van Buren de Valparaíso.
La madrugada del domingo 13 de septiembre, Roberto salió a eso de las 2.30 horas de la casa de un amigo en las cercanías de su domicilio, ubicado en la calle Fernando Calvo, a escasos metros de la discoteque Iskra.
Tras compartir con su amigo Ariel Anativia, Roberto se dirigió a su casa y nadie imaginó lo que le ocurriría momentos después.

Misterio
Hasta ahora el caso está teñido de misterio, sin embargo las primeras indagaciones policiales dicen relación con que un grupo indeterminado de sujetos, entre ellos una mujer, habría llegado hasta su casa, desde donde lo sacaron a la calle para propinarle una brutal agresión que incluyó golpes de pies, puños e incluso objetos contundentes.
El joven trabajador quedó tendido en el suelo, mientras sus agresores escapaban amparados en la oscuridad de la noche.

Trabajo Policial
Casi dos días después y luego de que los familiares pusieran una denuncia por presunta desgracia al ver que el joven no aparecía, efectivos de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI local lograron dar con el paradero del trabajador cartagenino. Estaba en la UCI del hospital Van Buren con riesgo vital.
Roberto López había sido salvajemente agredido en la puerta de su casa y dos días después su familia se enteraba de los hechos.
Rigoberto López, padre de la víctima, se mostró notoriamente afectado por lo sucedido y llamó a quienes tengan algún antecedente de los hechos a que lo entreguen, de manera anónima, a la PDI.
"Necesitamos saber qué pasó y que los responsables de esto paguen por lo que hicieron. Mi hijo es un joven tranquilo, trabajador ", dijo el preocupado padre.
[Rafael Sarmiento]
[25 de septiembre de 2009]

líder de san antonio]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Roberto:

Te conozco hace más de veinte años, cuando San Sebastián era el mismo pueblo de ahora, con sus calles de tierra, su olor a mar, inviernos solitarios y veranos alegres, el mismo pueblo de ahora, digo, pero en ese entonces, hace veinte años, y hasta hace casi diez años, era un pueblo en que podías salir a pasear a la playa de noche, al cerro durante el día, los niños iban y venían solos del colegio... todo lo contrario de ahora...

Jugué contigo cuando niño, reimos juntos de adolescentes, durante un tiempo dejamos de vernos, a veces sabía algo de ti, que estabas trabajando por aquí y por allá, a veces me mandabas saludos... demonios, ¿cómo expreso lo que siento en el alma, la rabia, la desilusión, el pesar de saber que tu joven vida terminó a manos de un grupo de miserables que no le trabajan un día a nadie -tú, que lo único que sabías hacer cada día era trabajar para alguien-, un grupo de malnacidos sin corazón -tú, que siempre tuviste corazón para respetar a tus amigos y tu familia, a pesar de todo lo que sufriste de niño-, tú... ¿cómo expreso esto?.

Te recuerdo como un verdadero amigo, de esos que puedes pasar sin ver durante años, pero sabes que están ahi, que no cambian, que siempre sabrán tener un lugar en su espíritu para los antiguos compañeros de juegos.

¿Qué más puedo decir, aparte de que en este mundo siempre se van primero los mejores?. ¿Qué más puedo decir que sirva para motivar a quienes fueron testigos del crimen que se comentió en tu contra, a que hablen sin miedo a las amenazas?. ¿Podrá tu joven alma descansar en paz después de todo?.

Eso deseo de todo corazón. Descansa en paz, Roberto, descansa donde quiera que estés y, si puedes, dale un poco de tu paz a tu familia, ayúdalos a superar estos momentos que no se merecen, que no nos merecemos, que nadie que creció en San Sebastián se merece.

Adiós Roberto, nos volveremos a ver alguna vez, para reir y recordar viejos tiempos y lugares. Hasta luego, Roberto, hasta siempre...