20 noviembre 2008

Mató a Su Hijo por Negro

[Cabrero] Mujer no quería tener un hijo de un peruano negro. Racismo explicaría brutal infanticidio en Cabrero.
Mujer no quería tener a la pequeña porque fue fruto de una renegada relación afectiva de seis meses con un ciudadano peruano. "Ella dijo que nunca estuvo dispuesta a tener un hijo con un peruano, con un mono, como le llamaba", explicó el fiscal Álvaro Serrano.
Las más oscuras y profundas motivaciones racistas, estarían tras el espeluznante caso de una mujer que habría dado muerte a su hijo a golpes en la cabeza en pleno proceso de parto, producto de una relación sentimental con un ciudadano peruano.
La historia tiene ribetes espeluznantes y dramáticos. Un hecho verdaderamente inédito en la iconografía policial de la provincia de Biobío, que se concentró en los apacibles sectores campesinos de Cabrero y que se develó brutal y crudo en la sala del Tribunal de Garantía de Yumbel, atiborrada de periodistas y curiosos, durante la audiencia de control de la detención.
Según los antecedentes recopilados, Maritza González Cuevas tuvo una relación afectiva con Víctor Coria de la Cruz, de nacionalidad peruana, con quien incluso vivió unos seis meses.
Pero la relación no dio para más, pero sí quedó con una hija en el vientre de la mujer.
Maritza González habría tomado una decisión: ocultar su embarazo, a como diera lugar, renegando de la relación sentimental y atribuyéndolo a un mal de ojo que la ex pareja lanzó en su contra.
"Ella dijo que nunca estuvo dispuesta a tener un hijo con un peruano, con un mono, como le llamaba", explicó el abogado Álvaro Serrano, representante del Ministerio Público en la acusación en contra de la mujer.
Aparentemente dispuesta a todo, decidió volver a la casa de sus padres para sacarse el mal que la agobiaba, contando con la ayuda de su madre, Aurora Cuevas Saavedra, de 65 años.
Maritza, según el fiscal, pagó costosos tratamientos con curanderos y sanadores para acabar con el diablo que tenía en su estómago, como ella misma lo afirmaba. Incluso canceló hasta un millón 200 mil pesos a un hombre que debía terminar con su afección. También canceló otras sumas, que fluctuaron entre los 60 mil y los 250 mil pesos en descargadores, clínicas y sanadores.
Pero nada dio resultados. La niña seguía el camino de la vida en el vientre de González Cuevas.

Parto
El 2 de junio, después de un par de días de proceso de parto, el bebé comenzó a salir del cuerpo de la mujer. Según las pericias policiales, apenas salió la cabeza y parte del cuerpo de la recién nacida de 2 kilos y 800 gramos, fue golpeada duramente.
Sergio Isla, médico de turno de la unidad de emergencias del hospital de Yumbel, precisó que la niña "tenía el cráneo completamente polifracturado".
Acto seguido, el bebé fue devuelto al cuerpo de la mujer, hasta el llamado canal de parto, permaneciendo ahí durante prácticamente dos días día hasta que Maritza González sufrió una infección generalizada.
Sin más remedio, fue llevada al hospital de Yumbel, donde, según declaró el doctor Isla, la madre de la mujer le pidió que no hiciera nada, que era un cáncer, un problema, que no se debían hacer más comentarios del asunto.
"Nos dijeron que era un bebé con malformaciones pero nos dimos cuenta que no era así, que tenía fracturas de cráneo. Yo fui donde la mamá de la mujer y le dije pero siempre lo negó, siempre", dijo el facultativo.
Los exámenes posteriores determinaron que sí, que la recién nacida fue muerta a golpes en la cabeza cuando recién salía del vientre.
Según el fiscal Serrano, en el caso de la madre de la niña no se puede alegar desconocimiento o ignorancia del estado de gravidez porque la mujer – de 38 años, con una hija, que tenía cuarto medio rendido y que residió una temporada en el extranjero – sólo habría recalcado que nunca tendría un hijo con su ex pareja "porque él era peruano y negro".

La Fuga
Aunque madre e hija fueron citadas a declarar por la Policía de Investigaciones para que esclarecieran lo ocurrido – hasta ese minuto no existía la certeza de lo ocurrido- finalmente ambas huyeron a la comuna de Hualpén, en la provincia de Concepción. Incluso habrían intentado ocultarse, cambiando su apariencia física, como el peinado y el color del cabello.
Pero todo fue estéril.
Los efectivos de la Policía de Investigaciones lograron dar con ellas para ponerlas a disposición de los tribunales de justicia.

Investigación
Durante la audiencia de control de la detención, el Tribunal de Garantía de Yumbel ordenó la reclusión preventiva de Maritza González en el Centro de Detención Preventiva de Yumbel por un periodo de tres meses, tiempo que también tardará la investigación. La mujer fue acusada de infanticidio calificado, exponiéndose a una sentencia de por lo menos 10 años de cárcel.
El fiscal Álvaro Serrano precisó que como la recién nacida estuvo fuera del vientre, corresponde ese delito pero que si hubiesen pasado más de 48 años, sería parricidio.
En tanto, a la madre Aurora Cuevas Saavedra, de 65 años, se le imputó como co-autora del delito de infanticidio calificado. La anciana quedó con arraigo nacional y la obligación de firmar mientras dure la investigación.
[21 de noviembre de 2008]
la tribuna]

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