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02 marzo 2008

secretos del caso rocha

[El Quisco/San Antonio] El dueño de la Universidad Santo Tomás, cercano al corazón de la UDI, no escatimó en recursos para concretar su plan de eliminar a la persona de quien sospechaba mantenía una relación con su pareja. Dante Yutronic, el dueño de La Casa del Espía, recibió abultadas sumas de dinero e incluso se reunió con la víctima. Conozca los e-mails que prueban el grado de participación de Yutronic en los hechos; las versiones sobre una secreta reunión del empresario con el ‘Mamo' Contreras y por qué la mujer de Rocha comprometió mortalmente a Fernando Oliva, quien la protegió cuando ésta no tenía dinero.
Después de 18 años los ex alumnos del 4º C la promoción de 1989 del Liceo Moderno Cardenal Caro de la comuna de Buin decidieron organizar una reunión de camaradería. Las casi dos décadas tras el egreso de la enseñanza media despertaban las típicas preguntas entre los ex compañeros: ¿estarán casados?, ¿cuántos tendrán hijos? ¿Serán exitosos? Fueron 32 los convocados que, vía correo electrónico, socializaron la idea de reunirse los primeros días de noviembre de 2007 en el restaurante Bavaria, ubicado en el kilómetro 40 de la Ruta 5 Sur.
Una de las invitadas se excusó: "Me encantaría poder asistir, pero en esa fecha voy a estar en China. Ahora voy a España y Roma con mi marido y vuelvo el 23 de octubre. Desde el 25 hasta el 10 de noviembre viajaré a China. Después de esa fecha podría asistir. Podrían organizar otro encuentro. Muchos cariños a todos, espero verlos pronto".
Quien firmaba este correo electrónico era Verónica Espinoza Nawrath, sicóloga infanto-juvenil.
Las personas que conocen a la pareja de Gerardo Rocha aseguran que el correo de Verónica sólo era una declaración de buenas intenciones. Por esa misma fecha, el acoso al que era sometida por el creador de la Fundación Santo Tomás era insoportable. Desde hacía meses tenía la obsesión de que su mujer lo engañaba, que coqueteaba con todo aquel que se le cruzara. La obsesión se tornó en manía hasta someterla a constantes interrogatorios y amenazarla ante el asomo de un imaginario abandono.
En marzo de 2007 las cosas se habían tornado delirantes y confusas en el departamento de calle Camino La Viña, en el sector de San Carlos de Apoquindo, donde ambos habitaban junto a sus tres hijos. Ese mes, después de varios episodios de violencia doméstica, Rocha, un fanático católico, pareció calmarse y ofreció a su mujer una tregua. Se trataba de una oportunidad única para sincerarse, confesar todos los "pecados" y establecer una amnistía mutua para recomenzar la relación.
Para inducirla a que confesara las imaginadas faltas, reconoció que algunos años antes había tenido un affaire con una rusa que visitó el país, con quien habría viajado al sur, dejando plantada a Verónica, con quien en esos mismos días había programado embarcarse rumbo a Isla de Pascua.
Como claro resultado de la manipulación, la declaración fue tomada muy en serio por la mujer, quien en una reacción impensada para Rocha confesó que había sostenido una relación amorosa con el contador y martillero público Jaime Fernando Oliva Robles.
Siendo aún estudiante de Sicología, Verónica trabajó para Oliva como secretaria cuando éste tenía un cargo gremial. Éste era conocido como un tipo galante, con el piropo a flor de labios y siempre motivado para celebraciones. Hasta el momento en que Verónica hizo esa declaración, nadie en su círculo más íntimo sabía lo que realmente ocurría. Sólo se deducía que pudo existir algún tipo de relación por el nivel de atenciones que el viejo contador (44 años mayor que ella) tenía hacia la menuda rubia y a que en un par de ocasiones habrían salido juntos. Pero eso había sucedido hace más de 15 años.
Desde ese momento, Gerardo Rocha Vera, exitoso empresario educacional, vinculado a los círculos más estrechos de la UDI, que se jactaba de poseer las mejores influencias con parlamentarios como el senador gremialista Hernán Larraín, comenzó a urdir un plan para confirmar lo que su mujer le había confesado.

3 Intentos de Suicidio
Pocas semanas después de la confesión, abrumada por el caos que provocó en Gerardo Rocha, Verónica Espinoza fue internada en la Clínica Las Condes por una sobredosis, supuestamente producto de un intento de suicidio. El episodio se repetiría en, al menos, otras dos ocasiones.
Agobiada nuevamente por los constantes reproches y ataques de Rocha, la mujer dio un extraordinario giro a su versión y entonces confesó que ella nunca tuvo una relación con Oliva, sino que fue abusada por el martillero, personaje que en esos años ayudaba a la joven a pagar sus estudios universitarios. La habría extorsionado, canjeando ese aporte monetario por favores sexuales.
Fríamente planificada, con total premeditación y un incontrolable deseo de venganza desde el momento en que Verónica mencionó a Oliva, comenzó a sellarse la sentencia de muerte del viejo contador, quien a estas alturas aparece como una víctima que debió pagar los platos rotos de la delirante relación entre el "zar" de la educación y su mujer.

Contradicciones de un Espía
Diligencias policiales en la casa de Fernando Oliva en El Quisco.
Dentro de esta verdadera serie al mejor estilo de ‘CSI' aparece el nombre del dueño de La Casa del Espía, Dante Yutronic, quien acudió voluntariamente ante la fiscalía para reconocer que había realizado un trabajo para Rocha. Policías y fiscales se preguntan por qué tanta disposición del comerciante para entregar esta información, además de un video donde supuestamente se había grabado a una mujer rubia, de las mismas características de Verónica Espinoza, junto a Oliva.
Hasta donde se sabe, ese video fue supuestamente visto por Rocha y constituyó la prueba que esperaba para confirmar que su mujer no sólo había sido abusada por Oliva, sino que además continuaban viéndolo. Tras una diligencia realizada el viernes en San Antonio, quedó completamente descartado que se tratara de Verónica Espinoza, ya que la mujer del video era Carmen Ortega, procuradora que trabajó con Oliva en el pasado.
Lo inexplicable de este episodio es que Gerardo Rocha estaba enterado que su mujer no sabía manejar, que no tenía acceso a una camioneta roja que aparece en la grabación, y que cada vez que salía estaba obligada a trasladarse con chofer.
LND tuvo acceso a antecedentes que aún no son conocidos por la fiscalía ni por la policía, que dan cuenta del nivel de involucramiento que Yutronic tuvo en el caso, muchos meses antes de que se cometiera el crimen, incluyendo una desconocida visita que realizó al propio Oliva en El Quisco.
Se trata de comunicaciones que Gerardo Rocha y el especialista en espionaje mantuvieron vía correos electrónicos, donde se informaba periódicamente acerca de las gestiones realizadas en el marco de la investigación privada.
Pese a que Yutronic declaró ante la policía que sólo realizó vigilancia en la casa de Oliva y captó el polémico video, los e-mails indican que el trato acordado con Rocha implicaba intercepciones telefónicas a varios números de red fija y celulares, así como seguimientos de personas y vigilancia en varios domicilios.
Yutronic aseguró que por sus servicios sólo recibió cuatro millones de pesos, pero los documentos conocidos por este diario muestran que existen registros de que el controlador de la Universidad Santo Tomás desembolsó más de 12 millones y que dichos montos los canceló con cheques.

Los Mails que Acusan a Yutronic
Por razones de seguridad en el desarrollo de posibles diligencias en la investigación, este medio ha decidido guardar reserva sobre algunos datos, como direcciones, nombres y números telefónicos.
Uno de los contactos entre Yutronic y Rocha quedó registrado el 14 de noviembre último. Ambos utilizaron una cuenta de Gmail.com y el mensaje da cuenta de información sobre un número telefónico, de la reunión con Oliva y de la entrega de algunos CD con grabaciones, además de antecedentes que pudieron servir a Rocha para conocer detalles del interior de la casa de Oliva y así planificar el crimen.
"Don Gerardo, ya tenemos identificado un número, es un celular 09-7XX XX XX, esta noche quedamos de conversar cuándo me recibe en su casa de El Quisco, así podré indagar más qué tiene dentro y trataré de introducir un programa espía en el PC. Mañana le envío cintas de ambos lugares, junto al otro número que llamó y el CD de las conversaciones. Le adjunto recibo del cheque. Saludos. Dante".
Un segundo correo electrónico indica que la reunión entre Oliva y Yutronic se realizó el 19 de noviembre y, aunque no hay detalles de la misma, se afirma un hecho del cual seguramente el espía deberá responder ante la justicia.
"Don Gerardo, le envío informe del teléfono, con dirección de XXXXX y reunión sostenida hoy con Oliva. De XXXX (un nombre propio), del piso 30 no tengo noticias, le envié dos correos y no tengo de ellos. Le enviaré una cintas más tarde, de ambos lados. Saludos".
Si los correos anteriores dan cuenta del contacto directo con la víctima y de información de teléfonos, personas y direcciones, el registro del 21 de noviembre es más elocuente respecto del objetivo que Yutronic tenía al involucrarse en la misiones encargadas por Gerardo Rocha, además del dinero que desembolsó.
"Don Gerardo, nos (estamos) exponiendo demasiado, necesito más reserva de su parte, porque el dinero no sirve si nos descubren, aunque me pague el doble no podría seguir ayudándole. Respecto a los primeros 10 (millones de pesos) entregados, el detalle de gastos de eso es:

2 semanas de telf (teléfono) a 3.800.000 cada una: $ 7.600.000.
2 semanas de vigilancia a 2.400.000 c/u: $ 4.800.000.
Total de gastos: 12.400.000.
Abono: 10.000.000.
Diferencia: $ 2.400.000.

Mis gestiones personales se lo dejaré a usted que le ponga un valor. Si tiene alguna duda, por favor, conversemos esta tarde. Saludos. Dante.
Si las gestiones realizadas por Yutronic tenían ese valor hasta el 21 de noviembre, hasta ahora existen indicios que el trabajo de vigilancia e interceptación telefónica continuó, pero se desconocen los detalles. Sin embargo, una comunicación posterior, registrada en diciembre de 2007, demuestra que Yutronic estaba convenciendo a Gerardo Rocha acerca de la efectividad de su trabajo y que sus pruebas demostraban que Verónica Espinoza seguía viendo a Oliva. El contenido de dicho correo se mantendrá en reserva por ahora. No obstante, es posible leer en la misiva que Yutronic lamenta tener que entregar ese tipo de noticias a su cliente y que lo ayudará en las acciones que Rocha decida emprender para resarcir su honor.

La Relación entre el Mamo y Rocha
Lo curioso es que por esos mismos días, Verónica Espinoza tenía más que sospechas acerca de las acciones que estaba emprendiendo su conviviente para determinar si seguía viendo a Oliva y que algo tramaba en contra del contador.
También sabía que era seguida y que Rocha se las había ingeniado para lograr que alguien interceptara algunos teléfonos. La propia mujer alertó a sus amigos más cercanos y a su familia mediante mensajes de texto que no son captados por los sistemas de escucha. Quienes estuvieron cerca de ella y que prefieren mantenerse en el anonimato, reconocen a LND que "hace muchos meses que temía que algo le pudiera suceder".
El mismo Fernando Oliva se contactó con algunos familiares de Verónica Espinoza, debido a que los primeros meses de enero él comenzó a recibir llamadas telefónicas donde se le amenazaba directamente. Fue en ese momento que Oliva fue advertido de la obsesión de Rocha y que probablemente detrás de esas llamadas estaba el empresario.
Los mismos cercanos a la mujer reafirman el temor que ella tenía de que algo grave sucediera. Sobre todo porque se había hecho habitual que le recordara que conocía a Manuel Contreras, el ex director de la DINA, y que incluso lo había visitado en el Penal Cordillera, donde se encuentra cumpliendo varias condenas por violaciones de los derechos humanos. Muchas veces, Gerardo Rocha habría amenazado a Verónica con utilizar en contra de ella y sus supuestos amantes sus contactos con la DINA. Versión que el fiscal Álvaro Pérez Verde-Ramo se encuentra investigando desde el viernes.
Cuando Verónica supo que Rocha estaba internado en la Clínica Reñaca, llamó a una persona cercana y dijo entre sollozos: "Gerardo mató a Fernando Oliva con los hombres de Contreras".
Los sobresaltos en que vivía la familia de Verónica Espinoza hacían presagiar una mala salida a la relación de ésta con su pareja. En agosto de 2007 recibieron una llamada de madrugada de la policía francesa para informar que Verónica había sido agredida en el aeropuerto Charles de Gaulle, en París. Mientras, Rocha había sido detenido en el terminal internacional y los funcionarios sólo esperaban que la mujer estampara la denuncia para llevar al agresor ante un juez. Como tantas veces ocurrió antes en Santiago, la denuncia nunca llegó. La mujer, oriunda de Paine, una vez más pasaba por alto los ataques y decidía dar nuevas oportunidades para un cambio que no llegó nunca y que a la larga culminó en tragedia. Lo que quedó claro es que los soñados viajes que Verónica relataba a sus ex compañeros de curso, en el correo electrónico con que responde a la invitación para la reunión que se realizó en diciembre, no eran más que destellos de una felicidad que siempre estuvo lejana.
Uno de los correos electrónicos enviados por el investigador privado Dante Yutronic a Gerardo Rocha.

Fiscalía Investigará a Yutronic
Aunque la fiscalía no conocía estos antecedentes, el fiscal a cargo del caso, Álvaro Pérez Verde-Ramo, reconoció a LND que se investigarán todos los delitos que puedan estar asociados al crimen de Oliva.
"En la medida en que sea competencia nuestra y guarde relación con este crimen, vamos a investigarlo. Si encontramos antecedentes que puedan dar cuenta de la eventual existencia de otro tipo de delitos, vamos a entregar estos a las fiscalías correspondientes, para que ellas se hagan cargo", dijo.
Respecto a las contradicciones de los imputados y testigos, el Ministerio Público de San Antonio no descarta que aún se esté ocultando información: "Todavía se están ajustando las versiones, sobre todo los hechos concernientes a la muerte del señor Oliva".
Sobre la relación formal que Yutronic ha declarado en la investigación, el fiscal Pérez aclaró: "Entendemos que en algunos casos existieron facturas, las cuales aún no han sido proporcionadas, por cuanto eran mantenidas por el contador de dicha empresa, de tal manera que por el momento la fiscalía está en espera de esos documentos".
Desde la semana pasada la fiscalía está solicitando autorización al Juzgado de Garantía Local para indagar en el contenido del notebook, marca Sony Vaio, así como solicitar documentación contable de Yutronic para esclarecer los verdaderos montos recibidos por su trabajo y el origen de estos. Fuentes de la investigación no descartan que Gerardo Rocha haya utilizado fondos de la Universidad Santo Tomás para financiar las acciones que terminaron con la muerte de Fernando Oliva.

Incendio y Electroshock
La Fiscalía de San Antonio determinó hasta ahora que la noche del 21 de febrero, a eso de las 21:30 horas, Fernando Oliva fue visitado por tres personas a quienes les arrendaría una casa de su propiedad, en calle Neptuno 341, en el balneario de El Quisco.
Esas tres personas resultaron ser el mismo Rocha, su chofer, Marcelo Morales Villegas, y el ex carabinero César Osores Curivil. Intimidado con una pistola de 9 milímetros, el anciano de 79 años fue obligado a subir hasta una de las habitaciones del segundo piso.
Junto con esto, Morales y Osores subieron también una caja en cuyo interior había, supuestamente, un bidón con bencina y un arma para descargar electroshock.
Aunque las declaraciones de los dos secuaces de Rocha aún son contradictorias, se ha establecido que dentro de los 15 minutos que los tres personajes permanecieron en la casa, en un momento el empresario se quedó solo con Oliva en la habitación y le recriminó al anciano un supuesto abuso cometido contra su mujer. Pocos instantes después se produce la explosión que calcinó el cuerpo del contador y dejó con graves quemaduras a Rocha, quien fue llevado una hora y media después a la Clínica Reñaca para ser atendido.
La fiscalía indaga todos los hechos y circunstancias que rodearon el incendio y homicidio tras la aparición de otros responsables.
[Luis Narváez y Leslie Ayala]
[2 de marzo de 2008]

la nación]