03 julio 2008

Ladrón Lo Persiguió con un Cuchillo

[Valdivia] Robaron a plena luz del día. Hijo menor que se hallaba en la casa debió saltar desde el segundo piso a la calle para escapar de uno de los ladrones que lo siguió con un cuchillo.
A plena luz del día dos delincuentes ingresaron violentamente a la casa del funcionario de la Universidad Austral de Chile, Héctor Andrade Chiguay, y se llevaron un botín de aproximadamente 500 mil pesos en dinero efectivo, más unas joyas de oro, una cámara digital y un reproductor MP4. El asalto a la vivienda ubicada en calle Goycolea, a escasos metros del establecimiento educacional Insat, se registró a las 17.30 horas.
El afectado señaló que su hijo menor, de 15 años, era el único de los moradores de la casa que estaba en ese momento y que debió saltar desde una ventana del segundo piso al vacío, para escapar de uno de los delincuentes que al percatarse de su presencia lo siguió con un cuchillo diciéndole que lo iba a matar. Por fortuna y pese al desesperado salto -de más de tres metros de altura- el menor no se fracturó las piernas.
En el interior de la casa los antisociales se fueron al dormitorio para destruir unos muebles donde los dueños de casa mantenían 410 mil pesos en un cajón, y 64 mil en otro. Todo en dinero efectivo que guardaban para cancelar compromisos comerciales.

Llamado Telefónico
El menor que estaba en la casa alcanzó a llamar a su hermano mayor por teléfono para avisar del robo, lo que permitió que éste acudiera rápidamente y lograra incluso atrapar a uno de los ladrones, que resultó ser un joven de 18 años.
También llegaron Carabineros y recuperaron los 64 mil pesos en efectivo que ocultaba el detenido. El otro -un menor de 16 años- logró darse a la fuga, presumiéndose que huyó con el resto del dinero (los 410 mil pesos) y las especies. Extraoficialmente se sabe que ambos jóvenes delincuentes viven en las poblaciones Pablo Neruda e Independencia.
Hasta ayer no se sabía de su paradero y tampoco del botín del robo.

Con Mucho Temor
Andrade dijo que vive en ese sector de los barrios bajos hace unos 30 años y que nunca antes había sido víctima de una acción delictual. Agregó que ahora quedó "con mucho temor" y entendiendo a quienes por primera vez sufren el daño y perjuicio de la delincuencia. Y que sostienen que "les cambia la vida" porque se sienten invadidos y quedan con esa sensación de inseguridad.
El afectado también perdió las esperanzas de poder recuperar el dinero que con esfuerzo había ahorrado para pagar sus cuentas, así como las especies robadas y que también había adquirido con sacrificio.
[Juan Vargas O.]
[3 de julio de 2008]
austral de valdivia]

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