21 febrero 2006

aprehendida banda de extorsionistas sexuales

Hasta el momento se han establecido cuatro casos cometidos por Raquel Ortiz y Yuri Neira. Indagan si hubo más casos de extorsión sexual a ejecutivos.
Ella llegó a Santiago a los 18 años desde Chillán, para conocer la capital. Al año, él se convirtió en su pareja y proxeneta. Juntos iniciaron un lucrativo negocio: amenazar con revelar los encuentros que habían sostenido con la mujer si es que no entregaban dinero.
Raquel Rodríguez Ortiz y Yuri Neira Bustamente se conocieron en 1996. Entonces, ella tenía 19 años y él 29. Desde entonces la pareja transitó libremente por las calles de Santiago hasta el lunes 23, cuando efectivos de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) los detuvieron. Los imputados tenían una peculiar formar de ganar dinero: extorsionar a ejecutivos. En un principio se pensó que su campo de acción se limitaba a la capital, pero el martes 24 apareció otra víctima en Concepción, VIII Región.
Los cuatro hombres extorsionados que presentaron sus denuncias -hasta el momento, pues siguen las indagaciones- dieron pie a que los efectivos de la Bipe lograran detener a la pareja. Ahora, los sujetos se encuentran en prisión preventiva por el delito de amenazas condicionales reiteradas.
Efectivos de la policía lograron reconstruir la historia de la pareja. Hace 11 años llegó Raquel Rodríguez a Santiago, proveniente de Chillán. La mujer, que en ese tiempo tenía 18 años, buscaba solamente conocer la capital del país. Pero a poco andar descubrió una forma de ganar "dinero fácil". Aprovechando su altura y contextura se paseaba por distintos pubs del sector oriente. Cuando conocía a un hombre de apariencia adinerada le dejaba su teléfono. Como alias, usaba el nombre de ‘Carola'. Si el hombre se contactaba con ella, se juntaban para tener relaciones sexuales a cambio de dinero.
Paralelamente, Yuri Bustamante tenía una empresa de computación. Las malas gestiones, sumadas a una estafa, hizo que su negocio se fuera a la quiebra. Fue entonces cuando el hombre decidió cambiar de profesión: se hizo proxeneta.
Después de un año que Rodríguez había llegado a la capital, ya conocía a muchas mujeres que trabajaban en su mismo rubro. Fueron ellas quienes la contactaron con Neira. Entre ambos, nació una relación ‘amorosa-laboral'.
Neira, quien administraba a cinco mujeres (entre ellas su pareja), arrendó un departamento cercano al Metro Manuel Montt, en la comuna de Providencia, donde las mujeres recibían a sus clientes. Fuentes policiales indican que el hombre cobraba 80 mil pesos a los sujetos que quisieran tener relaciones sexuales con alguna de las prostitutas.
Los ingresos que la pareja recibía hizo posible que adquirieran un departamento en calle San Ignacio de Loyola, en el centro de Santiago, y que siempre tuvieran autos del año.

El Negocio
La policía aún no tiene claro el momento en que Rodríguez y Neira comenzaron a extorsionar a los ejecutivos que solicitaban los servicios sexuales que ofrecía la mujer. Lo que hasta ahora se ha logrado establecer fehacientemente es que fueron solamente ellos dos los involucrados en el ilícito y que la primera denuncia apareció en septiembre del año pasado. En ese caso, la víctima era un hombre que trabajaba en una automotora. La extorsión consistía en que informarían a la esposa de la víctima que acudía regularmente al motel El Rojo junto con una prostituta. Esto se evitaría si cancelaba 900 mil pesos en una cuenta.
El dinero iba a ser retirado por ‘Carola'.
Con el correr de los meses aparecieron tres víctimas más, una de ellas de Concepción. En estos casos, Neira llamaba a los sujetos bajo la identidad del inexistente capitán de Carabineros Walter Espinoza. Las amenazas consistían en involucrar a los hombres en graves delitos. Como prueba de que no era broma, les señalaba elementos de su vida privada. La información había sido proporcionada por Rodríguez.

Millonarios Ingresos
Luego que la pareja fuera detenida, los efectivos de la Bipe encontraron la libreta de ahorros que ambos mantenían. En ella se puede observar que día por medio se recibían depósitos que iban de 200 mil a 500 mil pesos.
Según fuentes policiales, esto es una clara señal del alto número de hombres que han sido extorsionados, pero que no han presentado una denuncia. Solamente en enero habían recibido cuatro depósitos de 400 mil pesos.
En tanto, en la Fiscalía Oriente indican que será muy difícil que se conozca el verdadero número de personas que fueron víctimas de Rodríguez y Neira, ya que la forma en que la mujer obtenía los datos de los hombres "no es algo que se quiera ventilar, especialmente si la persona tenía familia".
[Felipe Díaz]
[30 de enero de 2006]
la tercera]

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