19 octubre 2006

extradición de peligroso secuestrador

[Santiago] Fiscal Patricio Cooper viajó en secreto a brasil tras identificar a líder de banda criminal. Operación de inteligencia inició extradición de peligroso secuestrador. La BIPE de Investigaciones, luego de pinchar teléfonos, decubrió que Fabián Valdés, alias ‘el Chito', estaba detenido en una cárcel de Sao Paulo por un delito menor. El prosecutor, en una entrevista personal, lo convenció de que regrese a Chile a enfrentar un juicio.
El viernes 6 de octubre, el fiscal Patricio Cooper, jefe de Delitos Violentos de la fiscalía Centro Norte abordó un avión con destino a Brasil. Junto a él lo hacían dos efectivos de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE). Todos iban a cumplir una compleja misión: convencer a uno de los cabecillas de una peligrosa banda de secuestradores de que regresara voluntariamente a Chile y se diera curso a su extradición.
La entrevista se concretó después de meses de espera, luego que la Corte Suprema Federal brasileña por fin accediera a autorizar una conversación entre Cooper y el imputado, Fabián Valdés alias ‘El Chito', quien en su condición de reo por hurto agravado en la cárcel Villa Independencia de Sao Paulo, no tenía muchas opciones, siendo la mejor de éstas aceptar la propuesta del fiscal.

El Peso de la Memoria
La historia se remonta a julio de 2005, cuando delincuentes de distinta índole fueron contactados por el otro líder del grupo, John Fernández, para concretar un golpe millonario: se había identificado a un presunto narcotraficante de Conchalí y el dato indicaba que al interior de un microondas de su domicilio había una suculenta cantidad de droga, la cual sería quitada.
El primero en recibir el llamado fue Enzo Cancino, quien desde Isla Negra confirmó a Fernández su asistencia al ‘trabajo'. Esta respuesta fue igual en todos los convocados, lo que derivó en que el 13 de julio siete antisociales se encontraran en un domicilio de La Legua planeando la mejor forma de concretar ‘la mexicana'.
El grupo estaba integrado también por Carlos Cabrera y Enzo Bascur, además de otros dos que no han sido identificados.
Concordado el plan, los siete cómplices se dirigieron en un automóvil hasta la calle Los Jilgueros 2097 en Conchalí, y a eso de las 1:00 horas irrumpieron fuertemente armados y vestidos de detectives -con tenidas originales- en el domicilio de Ronny Cartes, a quien maniataron y golpearon brutalmente, al igual que a su mujer embarazada, para luego buscar el famoso microondas.
Sin embargo, los planes cambiaron en forma abrupta: Cartes no sólo sería despojado de la droga, sino que además sería secuestrado.
La víctima fue trasladada hasta La Pintana en el portamaletas de su vehículo particular, donde permaneció en cautiverio hasta las 19:00 horas, previo pago de un rescate de un millón 200 mil pesos, que inicialmente era de siete millones.
Este dinero fue cancelado una hora antes de la liberación en la intersección de Departamental con Club Hípico, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, en una bolsa que se dejó caer desde un vehículo en movimiento y que fue conducido por efectivos de la BIPE.

Huida y Caza
Una vez a salvo el botín, los siete participantes se repartieron el dinero en partes iguales y perdieron todo contacto entre sí, a excepción de Fernández y Valdés -ambos líderes del grupo-, que huyeron juntos de Chile rumbo a Argentina, cruzando a pie un paso fronterizo no habilitado ubicado a un costado de Los Libertadores.
Fernández optó por España y una carrera de lanza internacional. Sin embargo, en su primera visita a Chile fue detenido en el aeropuerto por los detectives.
Cabrera, que también viajó a Argentina, fue detenido y liberado por un hurto menor en ese país, y se encuentra prófugo a la fecha.
Cancino fue detenido en Chile y se encuentran en actual prisión preventiva, mientras que Bascur fue condenado con cargos de participación menor.
Valdés en tanto está en Brasil, preso, y con un acta firmada donde acepta ser extraditado y enfrentar un juicio en Chile. Mientras continúan dos sujetos prófugos, no se descarta que puedan atribuírsele más casos a la banda.
La Fiscalía Centro Norte ha tratado el tema con mucho sigilo, ya que al menos dos de los imputados -Fernández y Cancino - fueron agredidos al interior de la cárcel por sus dichos y participación.
[Carla Gallegos]
[19 de octubre de 2006]
la nación]

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