castigos especiales de la nueva justicia

Salidas alternativas a juicios. Trabajo comunitario, clases y multas libran de la cárcel a imputados de delitos menores. Se busca reparar daño causado.
El díscolo liceano de Ercilla Claudio Araneda (18) robó tres cilindros de gas desde la casa parroquial, en abril último. Pero en vez de ir a la cárcel deberá pintar el inmueble religioso para reparar el daño que causó. Y, además, deberá asistir voluntariamente a la misa.
La primera medida es obligatoria y la segunda voluntaria.
La pintura de la parroquia fue impuesta por el juez de garantía como alternativa a una condena de 61 a 540 días de cárcel. En cambio, la asistencia a misa es una opción voluntaria que el imputado aceptó para dar muestras de arrepentimiento.
Tales medidas fueron impuestas en el marco de la llamada Suspensión Condicional del Procedimiento, una salida alternativa del nuevo Sistema Penal.
Su propósito es que ante hechos delictivos de baja gravedad, el sistema ofrezca la alternativa que favorezca la resocialización y rehabilitación de las personas y racionalizar los recursos públicos a la persecución criminal de delitos de mayor gravedad e importancia, explica el fiscal de Collipulli, Ricardo Traipe.
Las obligaciones impuestas van desde trabajo comunitario, el pago de multas a beneficio de instituciones de ayuda social, sometimientos a rehabilitación psicológica, alcohólica o capacitación y educación, compensación económica para reparar el daño causado, abstenerse a acudir a lugares determinados y firmar durante un año un libro de registro ante la fiscalía o Carabineros, según se determine.
Luis Emilio Onfray Fabres también concentró la atención de los medios en los inicios de la Reforma Procesal Penal en Santiago. El 16 de junio, el día en que entró en vigencia el nuevo sistema en la capital, sustrajo desde el Museo de Bellas Artes el ‘Torso de Adélle', escultura perteneciente a la muestra del artista francés Auguste Rodin.
Tras varios meses de investigación, y luego que Onfray devolviera la escultura un par de horas después de haberla sustraído, el estudiante de la Universidad Arcis fue condenado a trabajar en la Biblioteca del Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago Sur, durante un año. Onfray ya cumplió la pena, y se cambió de universidad, donde estudia la misma carrera de artes que se vio truncada además por la sanción que le impusieron en el plantel.
Desde la implementación de la Reforma Procesal Penal, el año 2000 en las regiones IV y IX, se acumulan 70 mil casos, y el 31% se han resuelto con el sistema de la salida alternativa.

Condiciones
El nuevo sistema penal contempla el mecanismo de la salida alternativa, que tiene como propósito evitar que un procedimiento se extienda en casos en que no resulta conveniente, sea porque se recarga innecesariamente el trabajo de los tribunales o porque en ocasiones, para la víctima, una sentencia no es respuesta a sus demandas de justicia, por lo que se busca un acuerdo reparatorio.
El mecanismo procede cuando la pena que puede imponerse al imputado no excede los tres años y éste no haya sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.

Santiago: Trabajo en el vivero municipal
María Pérez Villagra (47 años), luego de quebrar en un negocio, se dedica hace diez años al comercio ambulante en el centro. Pero el año pasado incursionó en el rubro de las películas y discos piratas. Personal de civil de Carabineros la detuvo y fue formalizada por el delito de receptación de CD y DVD piratas. Mediante la suspensión condicional del juicio, fue condenada a 20 horas de trabajos comunitarios en el vivero del Parque O'Higgins.
Mientras tanto, seguía vendiendo hasta que cayó una segunda vez. Mediante el mismo procedimiento fue condenada a 40 horas en el mismo vivero.
"Fue entretenido. Al final aprendí la lección y no he seguido vendiendo películas piratas. No fui a la cárcel y me dieron la oportunidad de trabajar por la comunidad", comenta.

Arica: Clases de ‘fight-do'
"Uno, dos, tres, cuatro. ¡Vamos!". Una treintena de dueñas de casas de la población Flor del Inca se mueve, simulando patadas y golpes de boxeo.
En la sede de la junta de Vecinos 48, siguen estrictamente las órdenes de su instructor. Nadie diría que Héctor (37 años) ya cumple 15 horas ejerciendo obligadamente y gratis como instructor de ‘fight-do', mezcla de aeróbicos con karate y boxeo.
Al quedar cesante, se le ocurrió vender películas piratas y se acercó a la empresa en la que trabajaba. Un ex colega lo delató.
Como salida alternativa a la infracción a la ley 17.366 de propiedad intelectual se le propuso hacer clases. "Me detuvo la policía. Aproveché una capacitación como técnico en fitness en Argentina y no dudé en ayudar a los pobladores. Les ayuda y yo no fui a la cárcel", explica.

Tomé: Ayuda mecánica a Carabineros
"Creo que la nueva justicia es buena, porque mi único error fue comprar unas herramientas. Nunca imaginé que pudieran ser robadas", dice el mecánico Miguel Ángel Garrido (25), en Tomé. Recibió como pena por receptación de especies robadas revisar los vehículos de la Primera Comisaría de Carabineros de Tomé. "Se portaron muy bien y los conocía, porque antes les había arreglado algunos de sus vehículos", dice, ahora más relajado, tras cumplir la pena.
Dice que pasó el gran susto de su vida, cuando la policía lo fue buscar al taller de vulcanización y reparación de vehículos donde trabaja, por las herramientas que había comprado. "Me trataron bien y el fiscal que creyó, porque los que me conocen saben que soy una persona honrada y trabajadora. Con la otra justicia no sé qué me habría pasado".

Rancagua: Pintura y limpieza de plazas
Lo que parecía una travesura se transformó en una pesadilla para Iván Suárez Carrizo. El joven de 20 años fue sorprendido ‘in fraganti' por carabineros cuando se limpiaba su ropa luego de haber destrozado tres enormes tinajas que adornaban la avenida principal de la Medialuna Monumental de Rancagua, donde se desarrollaba la Copa Davis.
Sintió temor, porque tenía limpio su papel de antecedentes. Pero el nuevo sistema penal le ofreció una salida alternativa: realizar trabajos comunitarios y cancelar $50 mil.
Lo aceptó y dice estar arrepentido del acto delictivo protagonizado con un amigo. "Fue una experiencia buena, porque aprendimos. Pintamos bancas y juegos; realizamos trabajos de jardinería en plazas y limpieza de canal, entre otras cosas. Claro que me perjudicó en el trabajo, porque me echaron", relata. Iván entrega un mensaje a los jóvenes: "Antes de hacer las cosas, que lo piensen, porque es un perjuicio para la comunidad".
[Iván Fredes, David Muñoz]
[30 de octubre de 2006]
[©emol]