denuncian robos en cementerio

[Osorno] Vandalismo se masifica en camposanto de Rahue Alto y visitantes reclaman. En un verdadero foco de delincuencia se ha convertido el Cementerio Municipal de Rahue Alto. A los robos y destrozos de las tumbas, se suman las pandillas que acechan de noche diferentes lugares de este campo santo rahuino.
Es así como cada mañana, pueden visualizarse cajetillas de cigarros, restos de papelillos de marihuana y de botellas quebradas, dejando entrever la gran actividad nocturna que ocurre en este sector.
"Todas las noches jóvenes de acá del sector, entran por la misma puerta y hacen de las suyas en este lugar. Hemos encontrado destrozos de cruces y sangre en diferentes tumbas, parece que es gente satánica", señala un hombre que visita diariamente el cementerio.
Las pruebas se encuentran a la vista, puesto que en el sector de los nichos, existe un pequeño santuario, que se encuentra totalmente rayado con raras alegorías. Entre ellas destacan símbolos satánicos, como también, cruces bálticas nazis.

Las Críticas Se Repiten entre los Visitantes
Rejas abiertas durante la noche; focos de delincuencia y vandalismo; y consumo de alcohol dentro de sus dependencias, son algunos de los problemas que se repiten al caer la noche en el Cementerio Municipal de Rahue Alto. Irregularidades que se ven acrecentadas con las denuncias de robos de crucifijos, flores y otros accesorios de las tumbas del camposanto, lo que tiene muy preocupados a los deudos.
En este sentido una de las afectadas, Rosa Cosme, viuda de Rigoberto Ayala -fallecido hace tres años de un cáncer-, denunció el robo del crucifijo que con esfuerzo toda la familia mandó a hacer a Santiago.
"Es tan decepcionante, ya que nos esforzamos todos para trasladar a Rigoberto a un mejor lugar del cementerio y mandamos a hacer este crucifijo de bronce. A las pocas semanas estos delincuentes que vienen al cementerio, llegan y lo sacan. Siento que le están faltando el respeto a mi marido", señaló.

"Son los de Negro"
Uno de los cuidadores del lugar, señaló que las puertas del cementerio se cierran a las nueve de la noche, pero ya a las once, están abiertas "de par en par" producto de que grupos de jóvenes hacen de este camposanto su lugar de festín.
"Son los de negro. Esos niños que vienen a sacrificar gatos, a tomar y volarse. Todas las mañanas, se encuentran botellas quebradas y cajetillas de cigarro" denunció el cuidador que optó por resguardar su identidad.
Al recorrer el lugar, se aprecia que en una gran cantidad de tumbas se han robado los marcos y cruces, que al parecer los antisociales venden como bronce, muy bien cotizado en el mercado.
"Hoy mismo andaba un joven muy aproblemado porque le habían robado toda la reja de la tumba de su padre. Esta situación ya no da para más. Además, casi nunca hay agua para ponerle a las flores, si hasta las llaves se roban estos delincuentes", concluyó molesta la viuda de Ayala.
[9 de julio de 2007]
[©austral de osorno]