turba invade hogar pistola en mano

[Arauco] Una insólita pero a la vez dramática experiencia vivió el sábado, la familia Manríquez Venegas en su propio hogar, ubicado a la altura del 22 de calle California en Arauco, quienes de noche recibieron la violenta visita de cinco individuos que se identificaron como funcionarios de la Brigada Antinarcóticos de Investigaciones, los que ingresaron al domicilio agrediendo a sus moradores y buscando, presuntamente, un cargamento de droga.

Denuncia
El hecho fue relatado por Francisco Manríquez, hijo del dueño de casa y testigo de lo ocurrido, quien ayer temprano se acercó a la oficinas de nuestro Diario junto a otros dos hermanos, para contar lo sucedido.
El afectado narró que eran alrededor de las 11 de la noche, y en la casa estaba él, en compañía de sus padres, Silvia Venegas y José Manríquez, más dos de sus hermanos, Tomás y Jacqueline, esta última con retraso mental. De repente, sintieron tocar a la puerta, y pensaron en ir abrir sin temor, creyendo que se trataba de personas que iban a comprar al almacén que ellos atienden en su propia casa y que a esa hora se encontraba cerrado.
Grande fue la sorpresa -relató Francisco-, cuando su padre fue a recibir a quien tocaba, y se encontró con estos cinco desconocidos que a empujones y patadas entraron al domicilio, agrediendo a todos los miembros que a esa hora estaban dentro del hogar. Uno de ellos era Francisco, que acaba de acostarse y que casi sin ropa salió al encuentro de los sujetos, a los que describió como jóvenes de unos 30 años, vistiendo todos una chaqueta roja y cada uno con un arma de fuego en la mano.
El afectado contó que, incluso, su padre, que fue el primero en oponer resistencia, fue golpeado en la cabeza con una de las pistolas que manejaban estos tipos, agresión que dejó al hombre botado en el suelo y que horas después fue a constatar al Hospital de Arauco.
Manríquez dijo que una vez adentro, los individuos a gritos decían que eran policías y que estaban allanando el hogar en busca de droga, ante lo cual él y su familia reaccionaron indignados negando que allí se traficara y exigiéndoles a estos supuestos detectives, sus respectivas placas y la orden judicial que los autorizaba a cometer lo que estaban haciendo.
[26 de marzo de 2007]
[©el sur]