30 marzo 2006

macabro descuartizamiento

[Carlos Godoy]Ayer aparecieron los brazos, las piernas y un pedazo de mandíbula del desconocido asesinado en Puente Alto. Un serrucho y un hacha corta, afiladísima, fueron las herramientas usadas para la mutilación. Víctima fue eliminada de dos tiros, uno de ellos entre ceja y ceja.
La policía y el fiscal Pablo Sabaj establecieron que el descuartizado de Puente Alto fue víctima de un salvaje ritual de mutilamiento, ya que además de decapitarlo y desmembrarlo intentaron sacarle la piel de la cara y le desollaron parte de los brazos y piernas donde tenía cuatro tatuajes, con el propósito de evitar su identificación.
Al pie derecho y la cabeza encontrados el lunes y martes, respectivamente, ayer se sumaron los brazos, las piernas y un pedazo de mandíbula.
"Sólo falta recuperar las manos, el pie izquierdo y el tronco", dijo el fiscal Sabaj.
Las pericias hechas por funcionarios del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) apuntan a que el hombre, de entre 20 y 25 años, fue asesinado de 2 tiros que le atravesaron la cabeza: uno entre ceja y ceja y otro en una sien.
Luego le cortaron la cabeza, brazos, piernas, manos y pies con un serrucho y un hacha corta afiladísima.

Dos Lonjas
Para evitar su reconocimiento le arrancaron los cuatro pedazos de piel donde tenía tatuajes. Dos lonjas se las sacaron de los biceps y otro par de las piernas.
Sin embargo lo más escalofriante es que también quisieron sacarle la piel de la cara, para lo cual le hicieron cuatro cortes: uno a cada lado de la boca y los ojos. En el fallido intento por rajar la piel y desollarle el rostro, sólo se logró arrancarle la nariz y cortarle parte del mentón.
Hasta ayer se sabía que la víctima tenía tez blanca, pelo negro corto y que no se empinaba sobre el metro 70. Según el largo de sus pies, 25 centímetros, calzaría 38.
La cabeza hallada la noche del martes a un costado de calle Quitalmahue estaba en una bolsa de basura ploma, pero las extremidades encontradas ayer en la mañana fueron ubicadas en el mismo callejón de tierra, bajo una zarzamora, pero en un hoyo tapado con un cholguán viejo. El lunes apareció el perro Rocky, llevando en el hocico el pie derecho. Los restos fueron esparcidos en un radio de un kilómetro, cerca de la población Marta Brunet.

Dos Días
El fiscal Pablo Sabaj informó que el hombre no fue torturado y que presenta una data de muerte no superior a dos días. "Lamentablemente los restos no tenemos con quién compararlos para identificar al fallecido", se lamentó.
Por lo mismo los carabineros y el fiscal confían en encontrar pronto las manos, ojalá con los pulpejos de los dedos para sacar las huellas digitales. Según el análisis de los dientes, se estableció que la víctima era fuerte y de buena salud.
La policía se encuentra investigando un vehículo, desde el cual tres pericos habrían tirado escombros en el callejón, horas antes de que aparecieran los restos.
Debido a que se trata de uno de los crímenes más horrorosos de la historia policial chilena, el fiscal Pablo Sabaj seguirá dirigiendo el completo rastreo de la zona, que hasta anoche era realizado por un piquete de carabineros de la Zona Cordillera y del Laboratorio de Criminalística, apoyados por perros amaestrados.
[Carlos Godoy]
[30 de marzo de 2006]
la cuarta]

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