16 marzo 2006

muere carabinero baleado

Delincuentes lo atacaron cuando intentó detener un asalto. Esta tarde falleció el sargento segundo de Carabineros, José Reyes Muñoz, quien recibió ayer un disparo en la cabeza tras intentar detener a dos delincuentes en Curicó.
El uniformado murió cerca de las 15.00 horas mientras permanecía internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Dipreca.
Reyes tenía un pronóstico de extrema gravedad y un compromiso cerebral irreversible que dificultaban su recuperación.
El uniformado de 39 años de edad deja a dos hijos, uno de 13 y otro de seis.
Su familia había firmado esta mañana una orden para donar parte de sus órganos en caso de fallecimiento.
El general director de Carabineros, José Alejandro Bernales, visitó a temprana hora al sargento a quien conocía personalmente y a quien describió como un ejemplo para todos.
El general hizo un fuerte llamado a los padres a ocuparse de sus hijos y evitar que cometan delitos como éste.
"La opinión pública critica a Carabineros, critica al gobierno, y resulta que a lo mejor voy a ser duro con lo que voy a decir, pero dónde están sus padres, dónde están ellos para poder cooperar o ayudar en que esto no pase", declaró.
En el mismo sentido, destacó que "yo creo que este es un llamado a todos los papás, lo hice hace algunos días, creo que es un llamado realmente a todos los papás, no nos pueden dejar a nosotros, no pueden dejar al Ministerio del Interior, no pueden dejar al gobierno, y no me estoy metiendo en política, pero no nos pueden dejar a nosotros al cuidado de los chicos".
El presunto autor del disparo, un menor de 17 años, permanece detenido en Curicó.
El subsecretario del Interior, Felipe Harboe, también visitó al carabinero esta mañana y aseguró que pedirán las máximas penas para el autor del disparo.
La esposa del carabinero, Jéssica Fuenzalida Villagra, hizo un dramático llamado a las autoridades.
"Yo quiero que los delincuentes paguen, quiero que el Senado me escuche, se haga partícipe de esto, porque yo no puedo dejar, he visto las noticias por los medios y los delincuentes cuando los suben al carro se ríen, cómo se pueden reír de una persona que está postrada en una cama, no puede hablar, ni siquiera yo voy a saber sus últimas palabras", indicó.
Según informaron testigos del incidente, el arma con que fue cometido el delito, no pertenecería al oficial como se había informado, sino al delincuente.

[16 de marzo de 2006]
la tercera]

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