Tras 5 años no hay resultados en caso Aliro Álvarez. Entretelones de uno de los casos policiales más enigmáticos registrados en Antofagasta "El Señor me lo llevó y también El me lo traerá de vuelta algún día" es la única afirmación que puede hacer el padre de Aliro Álvarez Armijo en el momento que se cumplen 5 años desde su misteriosa desaparición ocurrida en la noche del 13 de julio del año 2001 cuando fue visto por última vez en las esquinas de Latorre con Prat. Durante estos 1.825 días esta familia antofagastina no ha dejado ni un instante de mantener la preocupación fija en este cruel episodio que les arrancó a uno de los suyos. Primero golpearon muchas puertas y realizaron múltiples gestiones para conseguir ubicarlo. En diciembre del año pasado, un recolector de chatarra que recorría el sector de Roca Roja dio con el paradero de unos restos humanos que tras una serie de pericias de laboratorio dieron como resultado que, efectivamente, se trataba del cuerpo del infortunado joven que fue encontrado con impactos de bala en su cráneo a la altura de la nuca. La esperanza para este grupo familiar es que pueda hacerse justicia en este caso y los culpables puedan pagar por lo que hicieron. Sin embargo, tanto la Policía de Investigaciones como el sistema procesal antiguo parecen estar aún en un punto muerto y, a pesar de las múltiples diligencias, no se consigue aclarar uno de los más intrincados y enigmáticos casos policiales registrados en la capital regional. Para el padre del joven asesinado no cabe la resignación.
Investigaciones
El subcomisario Carlos Flores es el actual jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Antofagasta, reconoce que los funcionarios encargados de desarrollar las tareas en torno a este caso enfrentan el grave dilema de no encontrar antecedentes fidedignos que contribuyan a despejar las múltiples dudas que lo envuelven. Explica que a poco de asumir estas responsabilidades fue dispuesta una acción especial que consideró, entre otros aspectos, la revisión de cada una de sus etapas. Enfatizó que el desafío es desentrañar el misterio aunque, a medida que transcurre el tiempo, la situación tiende a tornarse más compleja y difícil. Sin embargo, insiste que no se dejará ninguna diligencia por realizar, ni tampoco serán desechadas ninguna de las pistas que pueda aportar la comunidad. El oficial sostiene que cada uno de los funcionarios tiene perfectamente claro que se trata de uno de los casos que provoca más inquietud en la comunidad, sus autoridades y, desde luego, en las propias esferas judiciales.
[13 de julio de 2006]
[©mercurio de antofagasta]
13 julio 2006
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