23 febrero 2008

Banda Juvenil Comete Violentos Robos

[Los Ángeles] Violentos robos de banda. Banda juvenil opera a plena luz del día. En Villa Las Américas están desesperados con violentos robos.
Vecinos de pasajes Los Mohicanos y los Cheyenes viven literalmente enjaulados ante el temor de que sus hogares sean el blanco de descarados ladrones, que derriban puertas sin que les importe si son observados. Amenazan al que se atreva a sapear.
Es tanto el temor infundido por los precoces delincuentes que estarían tras los robos a sus casas, que los vecinos de los pasajes Los Mohicanos y Los Cheyenes, en Villa Las Américas, no se atreven a identificarse a la hora de hablar de lo que están sufriendo hace algunos meses.
Quizás esto dé lo mismo, pues sus rostros y la apariencia de sus antejardines –con rejas de más de dos metros que cubren por completo las fachadas de sus hogares- hacen casi redundantes cualquier necesidad de corroborar lo que denuncian.
La subcomisaría de Carabineros de Paillihue no está a más de tres cuadras de la intersección de los pasajes mencionados, pero está claro que eso les da exactamente lo mismo a ‘el Ñaja', ‘el Gato' y ‘el Kano', los adolescentes que, dicen las víctimas, estarían tras esta serie de delitos.
"Para serle sincera ya perdí la cuenta de todas las casas a las que estos cabros han entrado. A la mía le tocó el 13 de febrero, un día antes del Día de los Enamorados. Se pasaron de carepalos, mi cuñada los vio paseándose al rato después, andaban vendiendo mis cosas a unas cuadras de aquí", recordó una de las damnificadas por este grupo, que opera sin importarle si es de noche o de día, o si hay testigos de por medio.
"Varios que los han visto metiéndose a las casas, han sido amenazados por ellos, así que la gente tiene miedo y prefiere no meterse en problemas", revela la víctima, a quien ese día antes de San Valentín, le sustrajeron un computador, una multifuncional, tres reproductores de DVD, un reloj, algunas joyas, una caja con herramientas y peluches.
"Es que de seguro los ositos los necesitaban para regalárselos a sus enamoradas", expresó con una mezcla de humor negro y resignación la mujer, quien tras el hecho decidió subir completamente su reja.
Era una de las pocas habitantes de este sector que todavía no lo había hecho, según se puede constatar echando un vistazo por la T que forman Los Mohicanos y Los Cheyenes.

Puerta Abajo
Ayer, el turno fue para una vivienda emplazada en Los Cheyenes. Los antisociales aprovecharon un momento en que sus moradores salieron y, diablito en mano, forzaron primero el portón principal, el de la entrada de vehículos. Luego, con el mismo instrumento, abrieron la puerta del inmueble. En un momento determinado, uno de los integrantes de la banda dio un par de patadas y con eso completó la primera parte del plan, siguiendo el mismo modus operandi empleado en hechos anteriores.
Mientras, uno de los cómplices vigilaba atento en una de las esquinas, para alertar ante una posible venida de Carabineros.
Fue útil su determinación, pues un llamado anónimo alertó de lo que pasaba a la central de la policía uniformada. Esta vez, los ladrones diurnos no tuvieron éxito, pero de seguro volverán, opinaron varios encuestados por La Tribuna.
Un familiar que estaba de visita en la propiedad, fue uno de los primeros en percatarse de lo sucedido.
"Menos mal soy del campo, pero es muy lamentable lo que está pasando. Los dueños de acá hace tiempo quieren vender, porque simplemente no se puede estar tranquilo ya. Lo malo es que nadie quiere comprar", sostuvo este hombre, quien pese a acceder a mostrar su rostro, tampoco se individualizó.
En una de las habitaciones de este hogar, se pudo apreciar claramente entre el desorden que dejaron los malhechores, qué eran lo que buscaban. Varios joyeritos destruidos, indican que el grupo está apuntando cada vez a objetos más valiosos.
La entrevistada se quejó de que, pese a haber puesto todos los antecedentes que manejaba a disposición de los investigadores, aún no ha habido ninguna resolución que impida que estos presuntos bandidos sigan haciendo de las suyas a vista y paciencia de todos, prácticamente burlándose de sus víctimas.
"No se nos toma en cuenta para nada, y eso es en realidad los que nos tiene más molesto".
Los dichos desesperados de esta vecina son complementados por una decidora declaración del familiar de la casa que resultó damnificada ayer: "Da rabia, impotencia, los delincuentes se pasean por las calles y obligan a la gente a encerrarse como animales y a vivir con miedo. Imagínese si uno se deja llevar por la ira, se le puede pasar la mano con estos delincuentes y terminar uno en la cárcel. De verdad, esto no puede seguir así".
¿Seguirá?
[23 de febrero de 2008]
la tribuna]

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