23 mayo 2007

62 años por secuestro y robo

[Rancagua] Penas llegaron a 62 años de cárcel por secuestro y robo con violencia. Condenan a banda que amenazó de muerte a fiscales de Rancagua. El fiscal jefe de la Sexta Región José Luis Pérez Calaf explicó que los prosecutores amenazados de muerte continuarán con medidas de protección integral por parte de Carabineros.
Siete integrantes de la banda de asaltantes sospechosa de haber contratado los servicios de un sicario para asesinar a cuatro fiscales de la Sexta Región fueron condenados ayer por el Tribunal Oral de Rancagua, a penas que sumadas ascienden a 62 años de cárcel.
La fiscalía había solicitado para seis de sus integrantes la pena de presidio perpetuo calificado, sin embargo los jueces resolvieron condenas menores, castigando a los cabecillas del grupo con las más severas.
Así Cristián Villagrán Cabezas recibió 15 años y un día, por participar en dos ilícitos de robo con intimidación, cinco delitos de robo con violencia y un secuestro.
Samuel Navarro Orellana cumplirá 14 años y Nicolás Lizana, 13 años de presidio. En tanto, Lizardo Navarro estará tras las rejas 11 años.
Todos participaron en más nueve ilícitos de robo y en un secuestro, que eleva la pena asignada.
La mayoría de los individuos tiene antecedentes por ilícitos de similares características. Se trata de delincuentes avezados como el caso de Nicolás Lizana quien además de esta condena, deberá cumplir sentencias pendientes que suman, hasta el momento, 54 años.
Los otros cuatro miembros restantes de la agrupación cumplirán penas de 3 años y un día.

Resguardo
La tensión fue uno de los invitados a esta audiencia ya en ella estaba programado el asesinato del fiscal de Rengo Luis Toledo, quien no asistió al juicio. En su reemplazo, llegó el fiscal regional José Luis Pérez Calaf quien aseguró que se mantienen las medidas de protección para los prosecutores amenazados por los delincuentes, pero declinó dar más detalles argumentando la seguridad de sus pares.
De hecho, la Cuarta Sala del tribunal fue dotada con gran cantidad de personal de Gendarmería el que vigiló cada movimiento de los presentes mientras se desarrollaba la lectura del fallo.
Además, en los alrededores del recinto se apostaron efectivos de Carabineros atentos ante cualquier tipo de anomalía en la acción judicial.
Esto para prevenir incidentes como el ocurrido en febrero cuando tres de los condenados protagonizaron una violenta fuga desde los tribunales de garantía de Rancagua, el cual terminó en un enfrentamiento con carabineros. Por ahora, la indagatoria para descubrir los ejecutores del plan para asesinar a los fiscales Luis Toledo, Claudio Riobó, María Pilar Moya y Víctor Bobadilla sigue en curso y cuenta con la participación de personal calificado del OS-9 de Carabineros.
[Leslie Ayala]
[23 de mayo de 2007]
la nación]

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