16 mayo 2007

toman y saquean casas abandonadas

[Chillán] Los vecinos de calle Yerbas Buenas, entre Constitución y El Roble, en pleno sector céntrico de Chillán, están hastiados de tener que convivir con un foco constante de delincuencia. Los dardos apuntan a una vivienda en aparente estado de abandono ubicada en la esquina de Constitución y Yerbas Buenas.
"Llegan a toda hora, se meten dentro y hacen todo tipo de barbaridades en el interior, desde fogatas a fiestas", reclaman al unísono vecinos del sector, quienes piden reserva de su identidad, por miedo a sufrir represalias por parte de estos particulares vecinos. No se trata de una mera ocupación de una casa desocupada, sostienen, sino que lisa y llanamente de delincuencia y vandalismo.
"Hace poco vi a unos sujetos saliendo de la casa con una tina de baño", asegura un residente cuya vivienda se ubica cerca de la casa "abandonada" como le llaman a la residencia, que en rigor pertenece a una sucesión familiar que no ha realizado arreglos en el inmueble, sostienen.
Los principales afectados, sin embargo, son los vecinos directos. "Hay una anciana que vive sola y tiene que soportar a diario el tránsito de delincuentes por su patio que sirve de paso para llegar a la casa", apunta una vecina. A tanto ha llegado la molestia, indicaron, que los vecinos del sector oriente a la citada casa, se encuentran en proceso de mudanza, debido a que ya no aguantan los continuos desórdenes y robos.

Saqueos en Poblaciones
La realidad que viven los vecinos de calle Yerbas Buenas, aunque desafortunada, no es nueva.
En las poblaciones periféricas existen casos de casas abandonadas, literalmente saqueadas por los delincuentes. Bien lo sabe Abel Mora Rodríguez, cuya vivienda, ubicada en calle Aconcagua, esquina Antártica Chilena, en la Población Zañartu, fue dejada en ruinas, como venganza por la muerte de Sebastián Molina (17), ultimado por su hijo, Jorge, en un incidente al interior del almacén de su propiedad.
"Nos fueron destruyendo el portón, quebraron los vidrios, todo esto en la noche, con niños dentro, nos teníamos que esconder debajo de la cama, así todos los días, hasta que nos tuvimos que ir de Chillán por miedo", relató Mora previo a su partida al norte, mientras se encuentra en prisión a la espera del juicio en su contra.
[16 de mayo de 2007]
la discusión]

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