31 diciembre 2006

macabro velatorio de skinhead esquizofrénica

[Rancagua] Macabro velatorio de skinhead esquizofrénica en vivienda de Rancagua: Tenía lista una fosa para sepultarla si no ocurría el milagro. Mantuvo cadáver de su madre seis días en la casa esperando que resucitara. Andrea Bravo puso en una cama los restos de María, su progenitora, y los roció con cloro.
Una mujer que tiene el disco duro medio borrado por la esquizofrenia veló durante seis días el cadáver de su madre, convencida que al séptimo resucitaría.
Mientras esperaba el prodigio, que debería producirse para Navidad, Andrea Bravo Lufi (40) rociaba el cadáver de María Lufi (70) con cloro, para mantener a raya la putrefacción y el pestífero perfumillo a muerte que, a pesar de la benéfica acción del blanqueador, ya había invadido hasta el último rincón de la casa.
El dramático ritual de locura y muerte quedó al descubierto el sábado, cuando una de las vecinas de la pareja que vivía sola en una desvencijada residencia del pasaje San Fernando 0869, de la villa Abanderado Ibieta, de Rancagua, llegó a ofrecerles, como lo hacía habitualmente, una olla con comida caliente y a preguntar por la salud de doña María.
"¿Mi mamá? ¡Pero si se murió hace seis días! ¡La tengo ahí en la cama, esperando que llegue el séptimo para que resucite!", respondió la enferma del chape.

Pavor
La vecina casi se va de espaldas el loro al escuchar la siniestra revelación, que poco después fue confirmada por Carabineros y el fiscal de turno.
El cuerpo, efectivamente, yacía sobre el lecho cubierto sólo con un sábana y ensopado en cloro.
En el patio la policía encontró una fosa a medio excavar. "Es que si no resucitaba la iba a sepultar", declaró la enferma.
El cadáver fue enviado al SML. El Ministerio Público espera el resultado de los exámenes tanatológicos para cerrar el caso o continuar con las diligencias, ya que aún no se descarta el homicidio.

Vecinos: "Es una Sádica"
Según los vecinos, Andrea, de carácter violento y que viste al estilo skindhead, acostumbraba golpear y castigar sádicamente a la anciana. En una ocasión la rapó porque "se portó mal". En otra los mismos testigos observaron en las muñecas de María Lufi marcas de esposas o ataduras que formaban profundos surcos en la apergaminada piel de la viejita.
La víctima se separó hace 12 años. El quiebre de su matrimonio coincidió con la aparición de la esquizofrenia en su hija, quien según sus cercanos, es una profesional universitaria.
[J.Pinto/M.Vega ]
[27 de diciembre de 2006]

la cuarta]

No hay comentarios.: