22 diciembre 2008

13 Años para Parricida

[Cauquenes] Trece años pasara en la cárcel Juan Carlos Salgado Roldán. Salgado escucha la sentencia, al borde del llanto. Jueces. Al borde de las lágrimas, el autor de parricidio y homicidio frustrado, escuchó la sentencia de los jueces quienes lo privaron de libertad, por ambos ilícitos de violencia intrafamiliar.
El 2021 abrirá las puertas el Centro de Cumplimiento Penitenciario para que salga Juan Carlos Salgado Roldán. Durante 13 años y dos meses, pagará el arrebato que casi lo costó la vida a su conviviente, Marisol Espinoza, como también a su padre Luis Espinoza. Ambos fueron apuñalados por el imputado, en el interior de la casa paterna de la mujer, ubicada en calle Gabriela Mistral, villa Los Poetas, Porongo.
Fue acusado de parricidio y homicidio frustrado por el fiscal Francisco Ávila Calderón, quien fundamentó la querella, basada en la Ley de Violencia Intrafamiliar, disposiciones que también protegen con igual derecho tanto a la esposa como a la conviviente.
Por parte del implicado en los hechos, alegó el abogado particular de Salgado Roldán, Pedro Pérez Durán, quien solicitó al tribunal bajar la penalidad, por una más benigna, sin éxito debido a que el acusado, confesó su acción criminal, sin ninguna coartada válida.

Condena
Los jueces fueron inflexibles. La magistrado redactora de la única sala del Tribunal Oral en lo Penal, Carla Palomera Astroza, leyó los cargos en contra de Salgado, con la lectura de la sentencia que le pesa. Así, en el caso de parricidio frustrado se dictaminó cumplir 10 años y un día. Por el delito de homicidio frustrado, tres años y un día, edicto que deberá cumplir con una serie de disposiciones restrictivas, reglamentadas por la justicia.
El castigado por la ley, escuchó al borde de las lágrimas el fallo. Durante el juicio pidió perdón a la justicia, y en especial a las víctimas por lo obrado.
Dijo que no quiso hacer daño. Solicitó clemencia, por haber atentado en contra de Marisol, con quien cohabitaba desde que ella tenía 18 años, de cuya relación nació su único hijo de nueve años de edad. A su suegro, Luis Espinoza, a quien en instantes de ira, le enterró una cuchillada debajo de la axila izquierda, a milímetros del corazón, herida que lo tuvo al borde de la muerte. A su amor de su vida, víctima de un profundo corte debajo de sus senos. Estuvo a punto de morir. Recién el sicólogo la dio de alta. El menor, testigo de la tragedia, está siendo tratado por ese mismo tipo de profesional.
Hoy en su celda, debe llorar arrepentido, arrodillado ante Dios, pidiendo compasión. Son trece largos años en presidio.
[22 de diciembre de 2008]
la prensa]

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