10 enero 2007

brutal asalto en parcela

[Cartagena/San Antonio] Ingeniero sufrió brutal asalto en su parcela. Delincuentes huyeron en la camioneta de la víctima con un botín cercano al millón de pesos en especies y joyas.
"No somos ni asesinos ni violadores. Entrega la plata y las joyas, y la vamos a hacer cortita". Eso fue lo que le dijeron al ingeniero Francisco Astorga Barahona los tres delincuentes armados que cerca de las 21.30 horas del lunes irrumpieron violentamente en su parcela, ubicada a pocos metros de la planta de la empresa Ariztía, en el sector de Malvilla.
El conocido profesional de 53 años recién había terminado de tomar once junto a su hija Camila (12). Se fue a su dormitorio, se sacó los zapatos y se tendió en la cama. Tras unos minutos se reincorporó para cerrar un ventanal. Justo en ese momento, sintió un estruendo que terminó con la tranquilidad. Tres delincuentes, armados con pistolas, habían lanzado un bloque de cemento de más de 3 kilos de peso al ventanal de la cabecera de la cama. Tras la explosión de vidrios, los hampones ingresaron al domicilio.
Utilizando las corbatas de la propia víctima, amarraron de pies y manos al ingeniero y su hija. Ahí les dijeron que no les harían daño y, mostrándole las armas de fuego, les pidieron que entregaran dinero, joyas y perfumes importados.
"Los tipos tienen entre 23 y 26 años. Había uno chico que hacía de cabecilla y mandaba a los otros dos. Yo y la Camila en ningún momento nos desesperamos", relató ayer Astorga, actual funcionario del Consorcio Nacional de Seguros.
Todavía impactado por el violento actuar de los antisociales, el ingeniero contó que luego, algo descompuestos, comenzaron a revisar cada una de las habitaciones. Tras reunir varias joyas, tres celulares, chaquetas de gamuza, 15 mil pesos, un cubrecama y una jaula con dos canarios, le pidieron las llaves de su camioneta Chevrolet LUV.
"Me dijeron que no me preocupara porque la iban a dejar botada en San Antonio. Yo les pedí que no se la llevaran porque es mi fuente de trabajo y porque pensé que no la iba a recuperar. Al tipo que llevaba los canarios, le dije que no fuera picante y que no se los llevara. Al final como que la pensó y los dejó en el suelo", contó.

Huida
Con cerca de un millón de pesos en especies y a bordo de la camioneta, los tres hampones de dieron a la fuga. En ese momento, uno de ellos reconoció que el golpe no había sido como lo esperaban: "nos equivocamos de casa", habría dicho.
En horas de la mañana de ayer, funcionarios de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Cartagena encontraron la camioneta abandonada en una parcela de Quillaycillo, muy cerca de la Red Vial Litoral Central.
[Carlos Rodríguez Ilabaca]
[10 de enero de 2007]
líder de san antonio]

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