26 junio 2008

La Ruta de las Joyas Robadas

[Punta Arenas] Un delito a pequeña escala, pero real. Varios comerciantes y orfebres han sufrido el robo de sus artículos, los que terminan empeñados o vendidos a bajo costo.
Fue a principios de 2005 cuando el mundo de la farándula tuvo un comidillo nuevo: la modelo Pamela Díaz lucía en televisión varias joyas de oro, las mismas que una familia coreana logró identificar, asegurando luego que les habían sido robadas.
El resto de la historia tuvo que ver con denuncias, declaraciones, investigaciones y tribunales. Finalmente, el futbolista Manuel Neira diría que las joyas (cuatro alhajas) las adquirió a un desconocido, sin saber el origen de éstas.
El pasado lunes la Joyería y Relojería Wohlenberg de nuestra ciudad, en calle Chiloé 890, fue por sexta vez (en 16 años) blanco de un robo. El botín en esta oportunidad: joyas de oro, plata y acero quirúrgico avaluadas en un millón 375 mil pesos. Además, los antisociales huyeron con un millón 225 mil pesos en dinero en efectivo.
Pero ¿cuál es la ruta de estas joyas? ¿Dónde se reduce el botín? ¿Cuál el destino final?
Puede que Magallanes, en comparación con otras zonas no sea un mercado significativo; no obstante, tampoco se deben dejar de lado los varios millones de pérdidas que han sufrido comerciantes y particulares por el robo de alhajas.
Para Juan Barraza, propietario de la joyería de calle Mejicana con Bories, el destino que sigue este codiciado metal luego del robo es el empeño o la venta a bajo precio.
A su juicio esas posibilidades, al igual que la opción de fundir el oro, hacen poco real la hipótesis del tráfico hacia el norte del país o al mercado argentino.
Barraza sabe bien de este tipo de robos, ya que dos de sus familiares los sufrieron hace unos 3 años por supuesta acción de los llamados "boqueteros". Por ello, señala que simple y sencillamente el material termina en manos de desconocidos, a bajo precio, "porque no hay forma de identificar una alhaja, al menos que sea hecha por un orfebre".

Víctima de 2 Robos
Justamente Marcela Alcaíno lleva desde 1992 dedicada a la creación. Su trabajo también ha sufrido reveses importantes, como los robos a su taller de calle Maipú: septiembre de 2006 y agosto de 2007.
"Eran joyas de plata totalmente identificables, pero nunca más se pudieron ubicar", comenta.
No recuerda el monto de la sustracción, pero señala que además del alto costo en dinero había un valor incalculable: el sentimental.
La orfebre dice que siempre ha pensado que sus creaciones se fueron de Magallanes "porque de lo contrario algo se podría haber hallado".

Cómo Saber Si Son Robadas
Para Harol Schulz, de Joyas Low (en la galería Gran Palace), el problema radica en que en este tipo de negocios no hay manera de comprobar la procedencia de un artículo. "Aquí no hay tráfico, porque son cantidades pequeñas que terminan empeñándose o vendiéndose", señala en coincidencia con Barraza.
Agrega que tampoco se trata de piezas exclusivas. "Son alhajas de valor, pero hechas en serie, por máquinas, y que prácticamente son idénticas. De esta manera, no sabes si la compraste o te la regalaron".
Su joyería también fue blanco de robo hace cuatro años, cuando una de sus vitrinas fue violentada.

La Opción del Empeño
Y aunque la mayoría de los comerciantes compra sus productos en el norte del país, también está la posibilidad de adquirir alhajas a través de los remates de la Dirección General de Crédito Prendario (la ‘Tía Rica').
"Entre el 5 ó 7 por ciento de lo recibido pasa a remate", señala el director regional de la Dicrep, Claudio Reyes.
Cuenta que efectivamente cada vez que se produce un robo de joyas, la Fiscalía se encarga de tomar contacto para conocer algunos detalles de las operaciones del período en que se realizó la sustracción. "Este mes, por ejemplo, recibimos dos consultas", apunta.
Sobre el servicio que ofrece la llamada ‘Tía Rica', explica que el único requisito a la hora de recibir ya sea una joya u otro tipo de artículo es la solicitud de la cédula de identidad. "No podemos discriminar ni nada, porque nuestra misión es solucionar problemas y no causarlos a nuestros usuarios preguntando si efectivamente tal o cual cosa les pertenece".
En cuanto a cantidad, diariamente los préstamos por joyas alcanzan hasta los 2 millones de pesos. Aquellos artículos pueden ser retirados en un plazo de seis meses, existiendo alternativas como la renovación o amortización. De no cumplirse ninguna, se da un mes de gracia y luego se procede al remate.
[Alejandro Salazar]
[asalazar@laprensaaustral.cl]

[26 de junio de 2008]

prensa austral]

No hay comentarios.: