
El dueño de casa, J.P.A., señaló que en un momento pensó que le cortarían el dedo para sacarle el anillo de matrimonio. "No me lo podían sacar y me tiraban, hasta que salió", señaló.
P.G.G., otra de las víctimas, pensó en un momento que los matarían. "Movían las armas para cargarlas y nos apuntaban colocándolas en nuestras cabezas. Fueron a la cocina y movían los cajones. Pensé que llegarían con un cuchillo y nos matarían".
La tercera víctima, D.M.T., estaba muy afectado y no hablaba mucho.
J.P.A. perdió todas sus tarjetas de crédito. Señaló que los delincuentes siempre los mantuvieron amenazados de muerte. "Si nos movíamos nos apuntaban. Teníamos que mirar al piso y así estuvimos en todo momento mientras ellos se pasearon por toda la casa, comieron, abrieron el refrigerador y se pusieron a ver tele".
El cabecilla del grupo le gritó a uno de los delincuentes que apagara el televisor para no despertar sospechas entre los vecinos del pasaje Las Pizarras.
Así fue, nadie se dio cuenta y los delincuentes huyeron sin mayores problemas.
[21 de junio de 2008]
[©estrella de iquique]
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