23 junio 2008

Sospechan de Primo en Doble Homicidio

[Santiago] Fiscalía sospecha de primo de víctima en doble homicidio en Providencia. Se trata de un arrendatario que vivía en la misma casa con los profesionales asesinados. Confesó el crimen, pero luego se desdijo.
Francisco Zamorano y Héctor Arévalo, fueron asesinados en su hogar en Providencia
A casi dos meses del brutal asesinato del arquitecto Francisco Zamorano Marful (58) y del tecnólogo médico Héctor Arévalo Oliveros (39), quienes aparecieron muertos con disparos en sus cabezas en la casa en que vivían juntos en Providencia, la investigación de la fiscalía comienza a arrojar sus primeros resultados: las pesquisas están centradas en el primo del arquitecto, Claudio Soza Zamorano (75), un coleccionista de armas que vivía en el piso de abajo de la residencia.
Soza era un arrendatario de la casa y había encontrado los cadáveres el pasado 23 de abril en el segundo piso de la casa ubicada en José Manuel Infante 1020.
El hombre fue quien denunció el hecho a Carabineros y ahora aparece como principal sospechoso del doble crimen. En el piso que ocupaban los profesionales (una pareja homosexual con varios años de relación) no había rastros de robo.

Indicios
La habitación donde estaban los cuerpos estaba completamente ordenadas y no había puertas o ventanas forzadas. Las primeras diligencias del caso apuntaron a reconstruir los últimos días de las víctimas, pero no encontró nada sospechoso. También fueron periciados sus computadores y cuentas corrientes y fueron interrogadas unas 80 personas, entre familiares y amigos de las víctimas.
El día que quedó al descubierto el crimen, Investigaciones incautó varias armas que Soza tenía legalmente inscritas, pero los peritajes arrojaron que ninguna había sido percutada la noche del crimen.
En los primeros interrogatorios, Soza dijo que la noche del crimen no oyó nada extraño. Pero, horas más tarde confesó ser el homicida y argumentó que tenía una serie de rencillas con sus arrendatarios. Incluso, argumentó que le molestaba la condición homosexual de las víctimas.
Pese a la confesión, Soza no quiso firmar su declaración y cambió su versión, diciendo que él no había cometido el asesinato.
Hasta ahora, la investigación ha constatado la existencia de las rencillas entre el arrendatario y los profesionales del segundo piso. También comprobaron que la noche del homicidio ninguna persona extraña ingresó. En la planta baja del inmueble estaban Soza y una anciana empleada de 90 años, quien no escuchó nada.
La hija de Zamorano Marful interpuso en contra de Soza una querella por homicidio el pasado 5 de junio. El abogado querellante, Francisco Cox, declinó comentar el caso.
[Patricio Carrera]
[23 de junio de 2008]

la tercera]

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