25 abril 2009

La Violó Dizque para Sanarla

[Punta Arenas] Fue enviado a prisión por violación. Colombiano revela que violó a varias mujeres para "sanarlas".
Reconoció la relación, la justificó como parte del tratamiento y hasta aportó como antecedente que varias otras mujeres, de diversas edades, también han recibido este tipo de servicio como parte de sus dones de sanador.
John Castañeda Garzón, el autodenominado ‘John Arcángel', fue formalizado ayer por violación en contra de una adolescente de 16 años de edad. El delito se registró a fines de marzo pasado al interior de su vivienda, destinada además a consulta, en medio de un tratamiento solicitado por la madre de la joven y que buscaba terminar con un supuesto maleficio.
"Un sanador no puede estar preso", dijo el colombiano poco antes de ingresar a la sala del Tribunal y luego de haber dejado el cuartel de la Policía de Investigaciones.
Durante la audiencia, escuchó con atención y tranquilidad los antecedentes aportados por el fiscal Felipe Aguirre y haciendo uso de su derecho de expresarse se limitó a señalar que lo relatado no se ajusta a lo que realmente ocurrió.
El episodio se sitúa el viernes 29 de marzo pasadas las 19,30 horas cuando la joven llega hasta la consulta ubicada en calle Armando Sanhueza entre Bellavista y Paraguaya (sector sur).
Desde hacía un tiempo la menor venía sufriendo de fuertes dolores de cabeza y malestares, los que no fueron determinados con tratamientos médicos ni cesados con medicamentos. Por ello, la mujer decidió buscar una alternativa, surgiendo la posibilidad de recurrir a una persona que su marido conocía por haber trabajado (como carpintero) en la misma empresa del cual es funcionario.
Bastó un primer encuentro para que John Castañeda Garzón les asegurara que la adolescente sufría un mal producto de la envidia y que probablemente había provenido de un hombre que tenía una clara intención sexual. También les hizo ver que la vivienda familiar estaba cargada con un mal a determinar y que era necesario extirparlo con un ritual milenario y digno del mejor de los chamanes: los padres debían desnudarse, entrar al baño y frotarse suave y mutuamente con un huevo. El mal pasará al interior y del olor impregnado dependería la cuantía de la supuesta maldición. Finalmente, el huevo sería roto y el mentalista podría leer su contenido. Tal tratamiento debía ser repetido por la menor y su hermano más pequeño.
Luego de este primer acercamiento, con las cartas de tarot sobre la mesa y la instrucciones claras, vendría la primera jornada con la paciente de 16 años. La joven debería asistir sola hasta el domicilio del sanador. Y así, ocurrió.

La Consumación del Delito
De acuerdo a los antecedentes que investiga la fiscalía local, la menor fue conducida hasta el segundo piso de la vivienda e ingresada hasta una pieza sólo alumbrada con velas. En su conversación, Castañeda le explicó que sus problemas tenían un fondo sexual y que la única manera de terminar con ellos era mantener con él una relación de tipo carnal. Tal comentario dejó a la adolescente en un estado de conmoción, que la llevó al desvanecimiento cuando intentaba abandonar el lugar. Sin embargo, el imputado la arrojó sobre una cama, la desnudó y procedió a violentarla sexualmente pese a los llantos y ruegos de la víctima.
El fiscal Aguirre recalcó que los hechos se califican como delito de violación, con fuerza, intimidación e incapacidad para oponer resistencia.

"No Acepto Como Fue"
Durante la exposición del representante del Ministerio Público, Castañeda Garzón mantuvo constante el movimiento de cabeza en señal de negación. Luego, cuando se le concedió la palabra indicó que "no acepto como fue. No estoy de acuerdo", dijo de manera pausada y clara, con su marcado acento colombiano.
Tras ello, Felipe Aguirre solicitó la medida cautelar de prisión preventiva.
Tal petición desembocó en un segundo debate, que se extendió por más de media hora. El primero se había registrado al inicio de la audiencia, cuando el abogado de la defensa Leonardo Vallejos intentó declarar ilegal la detención por considerar que el consentimiento de declaración se encontraba viciado. En su argumentación, citó en cinco oportunidades que su defendido se vio amedrentado por el "aparataje policial" de la PDI.

Parte de un Tratamiento
"El que justifique que es parte de un tratamiento y diga que más personas lo han recibido, indica a las claras que lo puede volver a hacer", enfatizó el fiscal Aguirre para pedir la prisión preventiva.
Luego mencionó el peligro para la sociedad, lo alto de la pena (mínimo de cinco años), la gravedad del delito y el peligro de fuga. Todos argumentos que pidió al juez Juan Olivares Urzúa tener en cuenta para su decisión.
El defensor Vallejos respondió calificando de "excesiva" y "arbitraria" la aplicación de la más estricta de las medidas cautelares, proponiendo el arraigo en base a los 17 años que el colombiano lleva en el país y al tener una pareja chilena y dos hijos menores (de dos y cinco años).
No obstante, el representante del Ministerio Público insistió en su petición, aportando ahora otro antecedente: Castañeda Garzón había sido condenado en abril de 2008 por el delito de porte de arma blanca.
Con los antecedentes descritos y lo contenido en la carpeta investigativa, el juez Olivares Urzúa determinó que al menos en la actual etapa procesal queda claro de que el delito existió (por reconocimiento del propio imputado) y que el punto de quiebre está en cómo ocurrieron efectivamente los hechos, considerando "palabra contra palabra". Por un lado, la de la víctima que asegura que fue en contra de su voluntad; por otro, la del imputado que señala que se trató de una relación consentida.
Se fijaron 60 días para la investigación, período durante el cual -y de no surgir un antecedente que lleve a cambiar el estado procesal- John Castañeda Garzón deberá mantenerse en prisión preventiva en la cárcel local.

Relato de la Víctima
En la declaración entregada por la menor víctima y dada a conocer en la audiencia de formalización, se revelan detalles escabrosos sobre lo que pudo haber ocurrido aquella noche del viernes 29 de marzo.
La adolescente cuenta que al llegar sola a la consulta "él me hizo pasar a una pieza con velas y perfumes, me leyó las cartas diciéndome que me habían hecho un trabajo sexual y que iba a vivir como un luto, que debía terminar con mi pololo y que de no hacerlo terminaría haciéndole daño".
Posteriormente dice que la hizo pasar a una cama que se encontraba detrás de una cortina, pidiéndole que se sacara parte de su ropa porque le haría una especie de sahumerio. "De hecho hirvió agua con unas cosas adentro que tiraban olor y me pasó el vapor por el cuerpo. Luego me dijo que nosotros tendríamos una relación como de pololos, que él me sanaría y que para eso deberíamos tener relaciones sexuales".
Inmediatamente la joven le hizo presente su negativa, intentando salir del lugar, "pero me tomó y me agarró, me tiró encima de la cama...". Luego de ello la violentó sexualmente.
Después, su agresor le explicó que "había tenido que hacerlo para sanarme y que debía hacerlo más veces", "que no le contara nada a mis papás, porque a lo mejor ellos no entenderían" y que "la primera vez me vio como una niña y que ahora me veía como mujer".
En medio de sus lágrimas, sintió como le colocó gel en algunas partes de su cuerpo y le hizo una especie de cruz en la espalda. Luego la dejó marchar.
[25 de abril de 2009]
prensa austral]

No hay comentarios.: