Una noche de locura tuvo un comerciante porteño que debió ser persuadido por Carabineros para que no atentara contra su vida. Datos recabados sobre el suceso indican que todo se originó cerca de la medianoche de ayer, cuando un sujeto desde el segundo piso de una residencial de su propiedad en la avenida Francia, comenzó a lanzar objetos a la vía pública como espejos, sillas y otros muebles, a la vez que amenazaba a gritos que se iba a suicidar. De igual modo, los vecinos indicaron que el hombre, de 44 años, vociferaba que tenía un arma de fuego, que no dudaría en accionar contra el que intentara contenerlo.
Incluso la esposa del individuo, que se encontraba atendiendo una botillería ubicada debajo de la residencial, salió a la vereda para intentar hacerlo desistir de su actitud.
Posteriormente fue alertada la policía uniformada que llegó raudamente al sector. Al advertir la presencia de Carabineros el hombre pasó una cuerda por su cuello y la amarró a la reja del balcón del segundo piso, con la clara intención de matarse si alguien se acercaba. Ante la gravedad de la situación se llamó a personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE). Se interrumpió el tránsito vehicular en avenida Francia entre Independencia y Colón. Por cerca de media hora los efectivos dialogaron con el hombre para que depusiera la idea. Al ver que la conversación no rendía frutos, miembros del grupo táctico ingresaron sigilosamente a la residencial, mientras otros funcionarios desde la calle lo distraían. Cuando se vio acorralado por los carabineros trató de lanzarse al vacío pero fue tomado rápidamente por dos uniformados.
Luego lo bajaron por la escalera y en una patrulla lo trasladaron hasta la Asistencia Pública para constatar lesiones, luego fue derivado hasta el cuartel de la Segunda Comisaría Central.
[13 de mayo de 2006]
[©estrella de valparaíso]
14 mayo 2006
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