22 noviembre 2006

el descuartizado de matucana

Archivos del crimen. Macabro hallazgo de cuerpo desmembrado en 1973 fue dolor de cabeza para investigadores: Nunca hubo certeza de quién se trataba. Descuartizado de Matucana, el crimen que dejó de una pieza a la policía. De acuerdo con pesquisas el comerciante español Mariano Salazar fue asesinado por desconocidos, al igual que su esposa, María. Fue tanta la confusión que rodeó al caso que se llegó a pensar que el extranjero había simulado su propio homicidio.
El 18 de febrero de 1973 un cartonero completamente ebrio encontró en las cercanías de la Estación Mapocho un paquete con carne. Pensó que era un trozo de chancho y se lo pasó a su mujer para darse un festín.
Ella alcanzó a cocinar algo, pero tuvo una corazonada y llevó el envoltorio a la policía: ¡Era una pierna humana! El mismo día, en el camino al Cementerio de Quilicura, lugareños hallaron el torso desmembrado de un individuo de sexo masculino que pasó a ser consignado como ‘El Descuartizado' a secas.
Por la forma de los cortes que presentaba y para espanto de la ciudadanía, se determinó que la víctima fue trozada con vida.
Las pistas de la policía se limitaban a las características de los restos del pantalón que vestía, que era de muy buena factura. Pero nada más.
Durante varios días los investigadores dieron palos de ciego en busca de la identidad del muerto y la de su o sus asesinos.
El 3 de marzo dio la impresión de que el horrendo caso comenzaba a resolverse, pero ocurrió todo lo contrario. La confusión reinaría desde ahí en adelante.
Ese día, en un departamento de calle Matucana apareció tendido en la tina de baño el cuerpo sin vida de la española María del Carmen Fernández (43), con la cabeza destrozada y semidesnuda.
Al periciar en el clóset las ropas de su marido, quien no aparecía por ninguna parte, éstas coincidieron exactamente con la calidad de las prendas del descuartizado, así que por un momento estuvo claro de que se trataba del ibérico Mariano Salazar Díaz, de 45 años. Y comenzó a hablarse del ‘Descuartizado de Matucana'.

Raro
El caso sufrió un vuelco increíble cuando la justicia impartió una orden de captura para el supuesto muerto. El diario ‘La Tercera' tituló: "DESCUARTIZADOR ES EL DESCUARTIZADO".
Esta teoría se basó en que el desaparecido europeo presentaba una cicatriz de apendicitis y otra de una hernia, mientras que los restos encontrados sólo tenían señales de la primera intervención.
Además llamó la atención que Salazar pensaba dejar el país, por lo que se había desprendido de la gran mayoría de sus bienes: Dos locales en el edificio Santiago Centro y el restorán ‘Gino', de Matucana.
La nueva hipotesis era que Mariano Salazar buscó a alguien de similares características físicas, le puso su ropa y lo mató para que se pensara que era él. Después habría asesinado a su esposa y abandonado el país con identidad falsa.
Otra arista de la investigación determinó que Salazar no era una blanca paloma, sino que estaba vinculado al tráfico de divisas y de televisores, muy escasos en los últimos meses del gobierno de la Unidad Popular.
La familia del comerciante nunca aceptó la idea y presentó una querella en busca de responsables.
Luego apareció una cabeza en Renca. Debido al avanzado estado de descomposición el hallazgo no sirvió de mucho para la identificación de la víctima.

Sin Dolor
Para consuelo de la familia de Salazar, los estudios forenses determinaron que el hombre había muerto en completo estado de ebriedad, por lo que no habría sufrido dolor al ser mutilado.
La alcoholemia practicada a la sangre coagulada del tronco arrojó 2,84 gramos por litro, esto es, al borde del coma etílico.
Una de las últimas informaciones sobre el caso salió publicada el 21 de marzo del '73. En ella se aseguró que el cráneo del descuartizado sufrió un impacto de bala en el parietal derecho. María del Carmen aún no era sepultada debido a pericias pendientes.
De a poco el tema fue perdiendo importancia para la prensa.
Finalmente la policía determinó que el cuerpo del descuartizado correspondía al del español, aunque sin certeza científica.
Y nunca se conoció la identidad de su asesino ni el de su mujer.

Psicosis Fue de Película
Durante los días que siguieron a la aparición del torso, sobre todo luego de que trascendió la historia del cartonero que creyó que un muslo del descuartizado era carne de cerdo, la población comenzó a denunciar por toda la capital que había comprado bifes de algún cristiano.
El Servicio Nacional de Salud debió intervenir y aclarar que "no hay ninguna posibilidad de que se expenda carne humana".
Otra psicosis nació luego de que se hicieran públicas las dudas sobre la identidad del descuartizado: Mariano Salazar comenzó a ser visto deambulando por todos lados.

Cartonero Ebrio Se Engulló Churrasquitos... ¡de Carne Humana!
El domingo 18 de febrero del '73 el cartonero Dagoberto Riveros Campos (40) caminaba junto a su hija Roxana (10) por el sector de la Estación Mapocho, cerca del Puente Manuel Rodríguez, cuando un paquete de unos cinco kilos llamó su atención.
El humilde hombre no podía creer su tremenda suerte. Pensaba que la carne que contenía su hallazgo era de chancho. Feliz de la vida mandó a su hija donde su madre, María Carilén, para que "me preparara una cazuela y algo de asado", contaría después.
Durante la espera Dagoberto se reunió con algunos amigos cerca del Mercado Persa y bebió hasta perder la razón.
Más tarde la hija llegó con unos churrascos hechos con la carne, los que el lote comió sin sospechar de que se trataba de carne humana.
El caso de antropofagia salió a la luz cuando María Carilén le vendió un pedazo de carne a su vecina, Margarita Mora, quien se dio cuenta de que algo raro sucedía con la presa, porque tenía muchos vellos.
Ambas mujeres acudieron histéricas hasta la Tercera Comisaría de Carabineros, donde el caso del descuartizado comenzó policialmente.
Horas más tarde apareció un torso en Quilicura, que de inmediato fue asociado al descubrimiento de Dagoberto.
El primer problema para los policías fue interrogar al cartonero, porque cuando fue detenido se encontraba arriba del balón. No pudo hablar hasta el día siguiente.
María Carilén pasó del horror a la rabia al ver que su marido no recuperaba la libertad. "Él es algo bueno para tomar, pero no es un asesino", declaró.
Poco después la yuta soltó al cartonero.
[Sebastián Foncea M.]
[22 de noviembre de 2006]

la cuarta]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que quitéis estas barbaridades de internet. Solo denotan la ignorancia de algunos chilenos que no diferencian entre carne humana y carne de cerdo. Además ¿quién come carne encontrada en la calle?.
Os encanta el morbo. Espero que no pase nada en tu familia y que nadie publique esas barbaridades más de 30 años después.
Esa historia pasó hace mucho tiempo, la policía solo demostró su ineficacia para localizar al presunto asesino -que, con toda probabilidad, fue el propio Mariano Salazar- y algunos medios chilenos (igual de morbosos que el que escribe esas líneas) se regodearon en detalles macabros y, en la mayoría de ocasiones, falsos.
A ver si publicáis páginas de criminología rigurosas basadas en pistas científicas (por ejemplo, que propongan realizar pruebas de ADN de esos restos).
Espero que borres pronto la noticia o ya me informaré de posibles vías para que no tener que volver a leer ese tipo de "noticias".
Un familiar de la única víctima "reconocida"