[Arica] Detienen a obrero por violación reiterada a niño de 13 años. Una sórdida relación que mantuvo por un año el obrero Juan Carlos Leiva Cifuentes (44) con el menor C.E.F.V., de 13 años, en la población Arica 2 en esta ciudad nortina, fue denunciada por la madrastra del adolescente, debido a extrañas conductas que presentaba el joven, especialmente episodios de rebeldía y homosexualismo precoz.
El fiscal Richard Toledo ordenó la detención del sujeto y lo formalizó por los delitos de violación reiterada y abuso sexual impropio cometidos entre enero de 2006 y durante la primera semana de este mes. El imputado quedó en prisión preventiva, luego que el juez de Garantía Guillermo Rodríguez estimara que Leiva constituye un peligro para la sociedad ya que existen testimonios que inculpan al individuo respecto de los hechos que se le imputan.
Según declaraciones del propio menor y de su hermano de 12 años, Leiva habría tenido relaciones sexuales de tipo anal en varias ocasiones con la víctima y le habría requerido prácticas de sexo oral. Asimismo, el imputado habría presenciado películas de corte pornográfico junto al adolescente, para facilitar su excitación al interior de su domicilio ubicado en la avenida Loa 1971.
Estos encuentros sexuales se desarrollaron mientras aún estaba viva la madre del imputado, la cual falleció en mayo del año pasado. Asimismo, el detenido estaba a cargo de cuidar a su hermano, el cual padece de una esquizofrenia crónica.
Por Dinero
El menor C.E.F.V. conoció hace exactamente un año a su agresor en una panadería. El niño, que tenía 12 años en esa ocasión, aceptó que el sujeto le facilitara 100 pesos para comprar pan en el local. Tras llevar el alimento a su hogar, el menor fue a visitar a Leiva a su casa, donde éste le exhibió películas pornográficas, le realizó tocaciones y luego lo besó en su cuello. Posteriormente, según reveló el niño a la Brigada de Delitos Sexuales de Menores de Investigaciones, el individuo lo llevó a su dormitorio donde le practicó sexo oral y le pagó 2 mil pesos.
En otra ocasión, la víctima fue a la casa de Leiva junto a su hermano de 11 años. Según indicó este menor, C.E.F.V. le pidió dinero a Leiva, pero el sujeto le habría señalado que sólo si tenían sexo oral le entregaría 2 mil pesos. El hermano de la víctima abandonó molesto la vivienda y advirtió por una ventana que C.E.F.V. mantuvo una relación sexual con el obrero.
El fiscal Richard Toledo expuso que habitualmente el imputado le entregaba dinero al adolescente, para que comprara fichas en salas de juegos de video, a cambio de que mantuviera relaciones sexuales con él.
Vaselina y Pornografía
Tras un allanamiento a la casa del imputado, la Brisexme encontró dos frascos de vaselina líquida, los que presume la Fiscalía eran utilizados para facilitar las relaciones sexuales con el menor. De hecho, un informe sexológico practicado al niño por el Servicio Médico Legal (SML), estableció signos de penetración anal crónica en el adolescente.
Asimismo, la policía civil halló abundante material pornográfico en revistas, discos compactos y videos, los cuales eran exhibidos al adolescente para conseguir su excitación sexual. El imputado negó que haya tenido relaciones sexuales con el niño. Sin embargo, admitió que había visto junto a él una película pornográfica, para saciar la curiosidad del joven. Ante el fiscal, sostuvo también que "me siento dominado por este niño. El es un chico rebelde y manipulador y todo lo que ha dicho es mentira. Es cierto que yo le tenía cariño, pero yo no he hecho nada contra su voluntad. Nunca entendí lo que me pasaba con él".
En tanto, el menor declaró que nunca fue forzado por el sujeto y que siempre dio su consentimiento para estos encuentros sexuales. Pese a ello, el delito de violación está plenamente configurado, ya que C.E.F.V. tiene menos de 14 años, y para este rango, el que haya existido consentimiento en las relaciones sexuales, no disminuye la responsabilidad del agresor.
El padre y la madrastra del adolescente advirtieron en diciembre pasado que la relación entre el menor y Juan Leiva era extraña. Fue por eso que le prohibieron que fuese a su hogar. El niño desoyó esta orden y siguió visitándolo para obtener dinero e ir a salas de videojuegos. La semana pasada tras desaparecer por varias horas, su madrastra y su abuela lo esperaron a la salida de la casa del individuo, consiguiendo que confesara el tipo de relación que mantenía con el obrero.
[Ximena Astudillo]
[8 de enero de 2007]
[©la tercera]
08 enero 2007
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