12 diciembre 2008

La Golpeó, Violó y Enterró Viva

[Santiago] Karla Ramos, la joven que acusa a Antonio Carvajal, declaró sin biombo. Testigo clave enfrentó al ‘Psicópata del pincel'.
Amiga de la víctima fatal reiteró que el falso profesor de pintura golpeó con un palo a María Isabel Pérez y que lo vio rastrillando el lugar en que después apareció el cadáver.
Sin ocultarse detrás de un biombo como en el primer juicio, cuando incluso se desmayó de la impresión, Karla Ramos Espinoza (21) enfrentó ayer a Antonio Carvajal Valdivieso (41), el ‘Sicópata del pincel'.
Ella es la única testigo presencial de la violación y asesinato de su amiga María Isabel Pérez (26), crimen ocurrido el 14 de septiembre de 2007.
La joven llegó al 7º Tribunal Oral Penal de Santiago con peluca y lentes oscuros, tal como en el juicio de agosto pasado. En aquella oportunidad declaró detrás de un biombo, pero eso no evitó que Karla Ramos sufriera un colapso cuando el fiscal Rodrigo Lazo le pidió que reconociera a Carvajal a través de una pequeña abertura.
Esta vez el tribunal denegó la solicitud del biombo, considerando que al imputado no se le han concedido privilegios para proteger su identidad. Incluso, los jueces José Pérez Anker (presidente), Elizabeth Schurmann y José Delgado ordenaron a la joven que se sacara los lentes para declarar. Ella lo hizo al borde del llanto.
Estos tres magistrados reemplazaron a las juezas Karina Ormeño, Gloria Chacón y Olga Ortega, quienes declararon inocente a Carvajal. Ellas se basaron en las supuestas contradicciones de Karla Ramos y en el hallazgo del ADN de un tercer sujeto en la casa donde ocurrió el crimen, en calle Juan Bagynka 3459-A, Macul. Esta última pista no fue investigada.

Escuchas Telefónicas
En el primer día del nuevo juicio, el fiscal Lazo presentó las dos pruebas más contundentes contra Antonio Carvajal.
La primera es la grabación de una conversación telefónica en que el falso profesor de pintura y karateka reconoce haber golpeado a María Isabel Pérez. La segunda es la propia declaración de Karla Ramos Espinoza, quien sobrevivió al ataque.
En la grabación se escucha un diálogo entre Carvajal y su coarrendatario Petre Ghinea Palta, en el cual el imputado admite que le pegó un ‘yoko' (patada) a María Isabel Pérez en el cuello y que después "ella no reaccionó más". Como explicación, Carvajal dijo que lo había dicho para encubrir a Karla, porque "ella y un amigo desconocido son los culpables".
Por su parte, Karla reiteró que le pidió a María Isabel, amiga de la universidad, que la acompañara a la casa del profesor.
Ella no quería ir sola, porque el sujeto la golpeaba. Karla iba porque un cliente de Carvajal le pagaría unas pinturas y porque él la chantajeaba con unas fotografías que se tomó desnuda y teniendo sexo con él para un falso concurso.

"La Enterró Viva"
Según la joven, Carvajal golpeó a su amiga con un palo hasta aturdirla y a ella la drogó y amenazó de muerte. Después vio que el profesor rastrillaba el patio bajo un parrón, donde luego fue encontrado el cuerpo de María Isabel.
La fiscalía acusa a Carvajal de violar anal y vaginalmente a la víctima cuando estaba inconsciente y de enterrarla aún viva.
Carvajal, en tanto, insistió en su versión de que Karla y un extraño, supuestamente el dueño del ADN que no se investigó, son los responsables del crimen y que él sólo trató de ayudarla.
La defensa está a cargo de la defensora pública Bárbara Antivero, quien afirmó que la fiscalía sólo se basa en "probabilidades" para acusar al profesor.
[12 de diciembre de 2008]
la nación]

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