15 agosto 2009

Preventiva para Madre Parricida

[Talca] A prisión parvularia imputada por muerte de sus dos hijos gemelos. Con informes de autopsia y peritajes médicos, la fiscal Paula Rojas presentó cargos criminales por dos casos de infanticidio, señalando que la mujer no dio auxilio a los recién nacidos y que incluso ocultó uno de los cuerpos en una estufa.
En prisión preventiva, en el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Gendarmería ubicado en el sector oriente de Talca, quedó ayer una mujer de 37 años, de profesión parvularia, tras ser imputada por la fiscal, Paula Rojas, como autora de dos delitos de infanticidio ocurridos el día 4 de septiembre del año 2008, y que se tradujeron en la muerte de sus dos hijos gemelos recién nacidos.
Para fundamentar los cargos criminales, en audiencia ante la jueza del Tribunal de Garantía, Isabel Salas, la fiscal explicó que los hechos se registraron en la casa de los padres de la detenida, quien en aquella fecha llevaba un mes separada de su esposo, con el cual tiene dos hijas en común de 5 y 12 años. Agregó que, en la mañana de aquel día, el hermano de la detenida llamó a paramédicos del SAMU, tras observar que la mujer se encontraba en el baño sangrando profusamente.
Dicho familiar, según la declaración leída por la fiscal, agregó que durante la noche no había escuchado quejarse a su hermana, pero también que el día anterior había sido trasladada a su hogar desde el jardín infantil donde trabajaba a esa fecha, con fuertes dolores estomacales, aunque sólo aceptó acostarse y que le llevaran algo de alimento, negándose a ser trasladada a un centro asistencial.

2 Placentas
Pero los hechos cambiaron en la mañana del 4 de septiembre. La fiscal señaló, sobre la base del testimonio de una enfermera del SAMU, que los paramédicos la encontraron sentada en la taza del baño, con el bebé literalmente colgando desde el bajo vientre. La enfermera señaló que el recién nacido no tenía pulso y que estaba muerto. La testigo también manifestó su extrañeza porque el pequeño cuerpo estaba limpio y sin restos de sangre, a pesar del parto reciente.
Paula Rojas agregó que lo más grave quedó al descubierto cuando los paramédicos trasladaron a la mujer al hospital, ya que el médico de turno descubrió que se trataba de un embarazo gemelar de ocho meses, ya que había dos placentas, pero sólo un bebé. Por ello, se alertó de inmediato a la fiscalía y se ordenó la inmediata concurrencia de los experimentados detectives de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía De Investigaciones (PDI), quienes -junto a la fiscal- acudieron a la casa de los padres de la parvularia. Allí se descubrió que el cuerpo del segundo recién nacido estaba envuelto en una toalla y que había sido ocultado detrás de una estufa a gas.
La fiscal destacó que el peritaje de autopsia al segundo cadáver, estableció un peso de un kilo 764 gramos al nacer, con 44 centímetros de largo, con un traumatismo encefálico, falleciendo por un paro cardiorespiratorio no asistido. El informe agregó que el bebé habría sobrevivido con socorro médico oportuno. En cuanto al primer gemelo, la autopsia reveló un peso de dos kilos 360 gramos y 44 centímetros de largo, pero no pudo aclarar si había nacido vivo o muerto.

Prisión Preventiva
Por este motivo, se dispuso un examen histopatológico en el Servicio Médico Legal (SML) de Temuco, en la Novena Región, cuyos resultados establecieron que los pulmones del recién nacido presentaban expansión de espacios aéreos, lo que fue interpretado por la fiscal como un signo de que ambos bebé nacieron vivos y que alcanzaron a respirar antes de morir. Por ello, dijo que la madre realizó maniobras para facilitar el fallecimiento de los gemelos.
En contraparte a la fiscal se presentó la defensora privada, Grace Salazar, quien argumentó que los hechos corresponden a un parto gemelar domiciliario sin atención médica, subrayando que uno de los bebés nació muerto y que el otro falleció por razones ajenas a la madre, atribuyendo dicha situación a las complejidades del embarazo.
Agregó que la imputada desconocía su condición de gravidez y que ello se explica por una crisis psicológica relacionada con la separación de su esposo. Tras el debate, la jueza envió a la imputada a prisión preventiva y fijó el plazo de cierre de la investigación en 60 días, aunque la defensa había pedido 40 días. Una vez terminada la audiencia, la fiscal comentó que los delitos están sancionados con presidio mayor en su grado mínimo.
[Hernán Espinoza]
[15 de agosto de 2009]

el centro]

No hay comentarios.: