29 mayo 2006

habla ex investigador del caso matute

[Fabián Álvarez Salazar] Al mayor (r) Andrés Ovalle lo apartaron del caso y de Carabineros. Escribe "Enfermos de cobardía..." y denuncia a quienes enturbiaron su investigación. Para el oficial los ex procesados no tienen relación alguna con la muerte de Matute. Alienta a seguir investigando por otros caminos para llegar a la verdad. Descarta haber sido utilizado por el grupo de Oscar Araos y cuenta que el descrédito en que cayó fue injustificado. "Se me hizo mucho daño", afirma.
"Si ahora puedo hablar es porque me recuperé". Así, con esta partida, el mayor (r) Andrés Ovalle Aguilera, jefe del tercer equipo de Carabineros que estuvo a cargo del caso Matute, retoma un tema al que fue convocado con honores, pero que al poco tiempo se convirtió en su mayor dolor de cabeza y que terminó con él desacreditado ante el tribunal, su institución y la opinión pública.
Ahora que el caso nuevamente está en portada, luego de que cayeran los procesamientos por obstrucción a la justicia de los siete únicos reos que tenía la causa, el oficial (r) se alienta a sacar la voz: "Ahora se empezó a hacer justicia", dice, convencido.
Explica que en la investigación que encabezó jamás aparecieron los procesados ligados al caso, ni siquiera como sospechosos, pues su línea siempre apuntó al dueño de la discoteca ‘La Cucaracha' - último lugar donde se vio con vida a Jorge Matute-, Bruno Betanzo Menéndez, y a parte de su personal.
Esto, a diferencia de la tesis del comisario de Investigaciones, Héctor Arenas Díaz, quien culpa a los ex encausados.

-¿Qué espera de la justicia ahora?
-Tiene que seguir insistiendo en la verdad. Lo que está ocurriendo va a cambiar el curso de los acontecimientos, porque pienso que recién ahora se está haciendo justicia. Se hizo justicia al desligar a estos jóvenes del proceso.

-¿Se debe seguir indagando por el camino de su tesis?
-Hasta la fecha nadie puede decir que lo que hicimos es falso. Ese proceso tiene que seguir investigándose, que se investigue la línea o la hipótesis que nosotros planteamos.

-En los últimos cuatro años el tribunal trabajó sobre la hipótesis de la Policía de Investigaciones. ¿Se perdieron estos cuatro años?
-Más que perdidos, digo que se desaprovecharon los dos primeros años y cuando a mí me tocó participar, no se tomó con la seriedad y la acuciosidad la línea investigativa que planteamos.

-¿Eso fue responsabilidad de la magistrada Flora Sepúlveda?
-Sí, pero no voy a entrar en críticas.

-¿Por qué no se aprovecharon los dos primeros?
-Porque aquí hubo una persona (el comisario Arenas) que se apoderó de este proceso como investigador, hizo prevalecer su línea investigativa sobre la base, lamentablemente, de desacreditar la otra. Hoy, perfectamente, podríamos pensar que la tesis de Carabineros es lo que le ocurrió a Jorge Matute Johns.

-¿Faltó una mayor capacidad de la jueza para darse cuenta de eso?
-La magistrada accedió a que yo y Arenas trabajáramos en conjunto.
Tuvimos más de cuatro reuniones y compartimos información. Con Arenas tuve una buena relación, y no sé por qué cambió, no sé si recibió instrucciones de sus jefes para que trabajara solo. Lo desconozco.

-Usted cayó en descrédito en el tribunal por haber llevado una maqueta de ‘La Cucaracha' que fue elaborada por los ex procesados.
-Se armó un revuelo tremendo de algo que no era. Yo le pedí al señor Óscar Araos -a quien asegura no conocía con antelación al caso y que recibió una vez en su despacho- que me llevara esa maqueta por si tenía alguna diligencia que realizar. Se me ocurrió estudiarla y él me la llevó. Eso fue todo. Era un elemento que ayudaba, pero eso no desvió la investigación.

-¿Se sintió utilizado por la familia de los procesados?

-Nunca, porque yo no tenía ningún tipo de relación con ellos.

El mayor (r) Ovalle plantea que si se hubiese seguido su tesis "con la misma acuciosidad que se hizo con respecto a los siete procesados, creo que ya hubiésemos tenido un responsable de la muerte de Matute". Acotó que "si el tribunal tiene dos líneas investigativas, lo lógico es avanzar en las dos en la misma forma, con el mismo ahínco, con la misma presión, pero no beneficiar una en desmedro de la otra".


No Defraudé A Carabineros
El 14 de agosto de 2003 fue el último día que Andrés Ovalle vistió uniforme. Ese día lo notificaron de su retiro por imposibilidad física, aunque siete meses más tarde apareció en lista 4 de eliminación. "¡Claramente el caso Matute me costó la carrera!" afirma.
Sin querer criticar directamente asegura que "yo no conté para la investigación con mayores recursos por parte de la institución.
Incluso tuve que echar mano a mi patrimonio para bencina, porque muchas entrevistas las hice en mi vehículo particular", cuenta.
En ese sentido, dice que "no hay punto de comparación" con todo lo que se le brindó al comisario de Investigaciones, Héctor Arenas Díaz. Lo anterior, tanto en recursos materiales, como en personal.
De hecho, afirma Ovalle, de diez oficiales que integraban el equipo multidisciplinario al inicio del caso, cuando asumió, sólo le asignaron dos capitanes.
Luego sumó otro y cuatro suboficiales. "Me quedé solo cuando el alto mando me dio esta responsabilidad".
Aún así, cuenta que trabajaron duro por buscar la verdad: "Y me acerqué, pero eso me trajo muchas consecuencias", dice.
Algunos mandos de su institución "me hicieron mucho daño" e, incluso, destaca el ocultamiento -por parte de sus superiores- de una invitación a exponer a la Cámara de Diputados que indagaba la actuación de las policías, a la que finalmente acudió. A pesar de estos acontecimiento dice tener "el mismo amor que he tenido siempre a mi institución. Yo nunca la defraudé, fui más allá de lo que me pedían y no me arrepiento nada de cuanto hice".

El Daño de los Matute
Las secuelas del caso Matute fueron devastadoras para Andrés Ovalle. Asegura que su institución nunca ha olvidado que su esposa, Nubia Jiménez Ruiz, presentó un recurso de protección en su favor -el 3 de octubre de 2002- cuando él estaba en el suelo, desacreditado y pendiendo de un hilo su continuidad en la policía uniformada, a raíz del sumario que se le abrió.
"Nunca se me ha perdonado que, estando activo, haya ido en contra de la primera autoridad de Carabineros (el general Alberto Cienfuegos Becerra). Eso fue fatal", comenta.
Luego de salir del caso Matute, el ex investigador se sumió "en un largo túnel". Asegura que se desató en él un "estrés postraumático de efecto tardío (incluso fue internado dos veces con pérdida de conocimiento), lo que es consecuencia del servicio, pero que nunca la institución me ha querido reconocer, porque implica el otorgamiento de un beneficio económico", explica.
Lo que más le duele es que en esto se vio dañada también su familia: "Mis hijos estaban frente al televisor, cuando Alex Matute me llamó vendido. El y su padre me hicieron mucho daño", comenta.

Enfermos de Cobardía
Toda su rabia la plasmó en un libro. Esa fue su terapia para reponer su salud.
"Enfermos de cobardía, testigo y protagonista de una investigación", es el nombre que puso a su escrito, el que espera se publique en dos meses más, para que coincida con la muerte del teniente Julio Allende, fallecido el 26 de julio de 1984 en una emboscada.
Está dedicado a él, "porque nunca rompió el compromiso de honor que tiene que tener un oficial de Cara-bineros", y que él mismo- dice- siempre ha mantenido.
En 19 capítulos Ovalle cuenta "la búsqueda de la verdad y las consecuencias por buscar esa verdad".
Allí denuncia a los mandos de su institución que "entorpecieron, enturbiaron y me negaron muchas cosas". El oficial (r) acotó que "si este libro significa un aporte al proceso, me doy por pagado".

Fechas Clave
- El 5 de junio de 2000 el director de Orden y Seguridad de la época le notifica al mayor (r) Andrés Ovalle hacerse cargo del caso Matute.
- El 7 de marzo de 2001 el oficial (r) entregó su última diligencia a la jueza Flora Sepúlveda.
- El 12 de noviembre de 2001 la magistrada le encarga evacuar un informe de todo lo obrado.
- El 23 de enero de 2002 entrega este documento al tribunal, donde plasma la tesis que Jorge Matute fue muerto al interior de la discoteca ‘La Cucaracha'.
- El año 2002 fue citado varias veces a declarar al tribunal. Se le cuestionó el tema de la maqueta e, incluso, la jueza Flora Sepúlveda envió un documento al general director, quejándose de una actuación improcedente e inadecuada del oficial.
[Fabián Álvarez Salazar]
[29 de mayo de 2006]
el sur]

1 comentario:

Anónimo dijo...

el sr:andres ovalle esta metido hasta las patas en este caso como justifica que lo dio de baja la institucion,si no lo sabe fue por recibir dineros del sr: araos parece que se le olvido que el sr: ovalle presento la maqueta falsa a la jueza, ademas insito a que los detenidos diera una declaracion falsa la cual fue corrovorada por investigaciones de chile o no sr: ovalle cuanta plata le pagaron