[Colina] ¡Mató y descuartizó a su mujer atacado por celos enfermizos! La sangre llegó al río pese a que María Merino denunció una semana antes que Luis Acosta la había golpeado por enésima vez. El asesino dijo a sus hijos que la mamá había viajado al sur, pero los cabros no le compraron el cuento. Con una rastra le desmembró el cuerpo.
El domingo, en la antesala de Halloween, llevado por celos enfermizos un obrero agrícola mató y descuartizó a la mujer que había sido su pareja por más de 20 años, convirtiéndose el hecho en uno de los crímenes más truculentos que se conozcan en Colina.
El Ministerio Público logró ampliar la detención de Luis Antonio Acosta Ortiz (46), con la intención de terminar de reunir los antecedentes que permitan su formalización por el homicidio de María Elena Merino Velásquez (41), por el que podría ser condenado a 15 años a la sombra.
El fiscal Patricio Macaya relató en la audiencia en el Juzgado de Garantía de Colina parte de los hechos, lo que causó honda impresión en el público presente.
Según las pesquisas, a las 8 de la mañana del domingo la pareja salió del rancho que ocupaban como inquilinos en el fundo de la Agricóla Los Talaveras, en el kilómetro 52 de la Cuesta Chacabuco.
Fueron a limpiar cebollas. Pero luego en la tarde el hombre volvió solo con la bicicleta y mochila de la mujer. Le dijo a dos de sus siete hijos que ella había viajado al sur.
El fiscal, basándose en la declaración del administrador Romualdo Oyarzún, contó que los cabros no le creyeron, porque las peleas entre la pareja eran a diario. Incluso una semana atrás la mujer había denunciado a Carabineros una paliza que le propinó el campesino.
La búsqueda comenzó esa noche y se extendió a la mañana siguiente.
El administrador mandó a los trabajadores a buscar algún rastro que diera luces, hasta que cerca del potrero de las cebollas hallaron una piedra con sangre.
Luego Investigaciones encontró, en la orilla de un canal de regadío, un sacó con el cuerpo desmembrado de la mujer. Las vísceras las había sacado con un azadón o rasqueta. Más tarde, Acosta Ortiz fue llevado al lugar. Ante el cuerpo de la mujer dijo: "Patrón, yo la maté".
A Su Patrón Le Confesó la Verdad
Romualdo Oyarzún recordó que cuando recibió el aviso de la extraña desaparición de María Merino, ordenó inmediatamente la búsqueda.
"Pero se hizo sin que Acosta se diera cuenta. Lo mandé a trabajar a otro sector. El lunes estaba nervioso, agachaba la cabeza y me dijo que su mujer no iba a trabajar porque se había ido al sur", sostuvo.
La desaparición era rara "porque ella me debía un día y lo iba a pagar con ese domingo".
Cuando se encontró el cuerpo detuvieron a Acosta. "Primero lo negó, pero luego me dijo: 'Patrón fui yo, yo lo hice' y después no habló más".
A su juicio "pesaron acá los celos, dijo que había visto a su mujer con un hombre joven, pero ella era decente y trabajadora".
[Marcelo Romero G.]
[1 de noviembre de 2006]
[©la cuarta]
01 noviembre 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario