13 noviembre 2006

le pidió que matara a su marido

[Lautaro] El hombre se animó a decir la verdad porque "no vivía tranquilo". Familia de la víctima quiere reabrir el caso. Walter Urra Leiva dice sentirse "con mil kilos menos en la espalda" luego de contar en la fiscalía de Lautaron, en la Novena Región, que cuando tenía 27 mató al marido de su actual señora, de un disparo en la cabeza.
Romilio Enrique Lara Flores, era contador y tenía 32 años en mayo de 1989, cuando recibió el disparo en su casa de Pitrufquén. Estaba casado con Sandra Mella Gajardo, la actual señora de Walter Urra.
Romilio y Sandra tenían tres hijas y una muy mala relación. Walter cuenta que en 1987 viajó de su casa de Lautaron a Pitrufquén, en donde vivió por tres meses. Allí conoció a la mujer, quien era su vecina y quien al poco tiempo se convirtió en su amante.
"Yo le propuse que nos fuéramos juntos y ella me respondió que no, que lo más corto era matarlo", asegura Urra desde Lautaro, donde vive con sus padres, luego de separarse de Sandra hace ocho meses.
"Ella me dijo que su marido la maltrataba y que era alcohólico. De a poquito me empezó a afectar que ella sufriera tanto", prosigue Urra.

¿Cómo fue todo?
Yo viajé a Pitrufquén. Llegué a las cuatro de la tarde del 14 de mayo y ella me dijo: "Hoy es el día".

¿Ella planeó todo?
Ella sabía que esa noche Romilio iba a llegar borracho y quería hacer aparecer que se había suicidado.

¿Y entonces?
Recuerdo que esa noche estaba tiritando como la gelatina. Cuando oscureció, ella me dijo que me escondiera en el entretecho del baño. Después me dijo que había que esperar que él se quedara dormido.

Ya.
Yo miraba por entremedio de las rendijas y vi que la Sandra le sirvió un vaso de gin con gin y le dio diazepam. Le dejó sobre la cama, le sacó los puros zapatos y me pidió que le disparara, que lo matara.

"Es un Desgano"
Walter estalla en llanto y cuenta que su vida jamás volvió a ser la misma. "Es un desgano que no deja hacer nada porque hay algo que atormenta y no deja estar tranquilo. Uno no duerme tranquilo, no trabaja tranquilo y no hace nada tranquilo", relata y añade que en 1991 comenzó a vivir con Sandra.
Alejandro Lara Flores, el hermano de Romilio, vive en Pitrufquén y recuerda perfectamente esa noche. "Eran las tres de la mañana y lo dejamos en su casa. A las seis de la mañana me avisaron que se había pegado un tiro", dice.
Anuncia que verán la forma de reabrir el caso.
[Miguel Aburto]
[13 de noviembre de 2006]
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