[Ancud] El imputado se encuentra confeso del ataque, delito motivado por un ánimo de venganza, tras ser expulsado por guardias desde el recinto.
En tiempo récord fue detenido el presunto responsable del ataque incendiario que destruyó por completo la conocida discoteca Dakota, ubicada en el sector Lechagua de Ancud.
Las pesquisas realizadas por personal de la Brigada de Investigación Criminal, Bicrim, de la ciudad del Pudeto, desde el domingo pasado, cuando se produjo el siniestro, dieron frutos durante las últimas horas. Un joven de 33 años fue detenido por su responsabilidad en el hecho, del cual se encuentra confeso.
Se trata de Sebastián Urrutia Vargas, quien fue arrestado por los detectives en la intersección de las calles Errázuriz y Maipú, después de comprobarse las evidencias físicas entregadas por testigos del incidente.
De acuerdo a la información entregada por el subprefecto Iván Rojas, jefe de la unidad policial a cargo de las pericias, el joven fue reconocido por estas indicaciones y por un video de seguridad entregado por el servicentro en el compró la gasolina el sujeto, con la cual avivó el fuego.
"La madrugada del domingo, mientras el imputado se encontraba en el interior del centro de eventos se produjo una riña, producto de la cual salió lesionado en su rostro, tras recibir un fuerte golpe con un vaso", manifestó el alto oficial civil.
"Posteriormente -añadió-, intervinieron los guardias del recinto, por lo cual esta persona fue expulsada del local. Debido a esta acción, y fuera de sí, amenazó al dueño y a los encargados de la seguridad, diciendo que cobraría venganza en contra de estas personas".
Según Rojas, este ánimo de venganza habría sido el móvil de lo ocurrido.
Cautelar
Tras comprobarse la participación del comerciante de Santiago, residente hace un año y medio en Ancud, fue puesto a disposición de la justicia.
Durante la mañana de ayer, Urrutia Vargas fue formalizado por el delito de incendio. El tribunal dio por acreditado el hecho delictual, como también la intervención del joven en este.
A su vez, el Ministerio Público, representado por el fiscal Javier Calisto, solicitó la cautelar de prisión preventiva, la que fue acogida por el Juzgado de Garantía, que dio tres meses como plazo para el cierre de la investigación.
El abogado del organismo persecutor indicó que todos los siniestros intencionales "tienen cierta planificación". Respecto a la pena que arriesga el imputado, el jurista agregó que "estamos hablando de un inmueble que fue totalmente calcinado, que también tenía elementos valiosos en su interior. Por esto, la pena puede fluctuar entre los tres años de cárcel, hasta los 10 de privación de libertad".
No obstante, el mismo Calisto aclaró que existe una salida alternativa para el procedimiento. Pero depende de la voluntad de la víctima, la cual en este caso podría aceptar la cancelación de los daños o parte de estos, para dejar de lado la acción penal.
[Eduardo Burgos Sepúlveda]
[29 de junio de 2007]
[©estrella de chiloé]
29 junio 2007
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