25 junio 2007

misterioso asesinato

[Lebu] Lebulense encontrado en Palomares. Enigma rodea a asesinato. En el lugar del hallazgo, la policía no encontró evidencias. Su hermano cree que el asesino lo siguió desde el Norte. En un complejo puzzle policial se ha transformado el homicidio de Julio Azócar Oportus (37), el lebulense que fue encontrado muerto al interior de un terreno pantanoso ubicado en un fundo cercano a Palomares, en Concepción, el jueves último.
Y es que las piezas han sido difíciles de encajar en una historia que partió el pasado siete de junio en Caldera, Región de Atacama. En esa ciudad, la víctima vivió durante 14 años y trabajó como operador de máquina en una mina. De un momento a otro, el malogrado hombre tomó la decisión de regresar a su Lebu natal y poner fin a su vida nortina.
Para ello, emprendió su partida portando 400 mil pesos, dinero correspondiente a su finiquito. La mañana del viernes 8 de junio llegó al terminal de Santiago, en donde sufrió un problema de salud que lo obligó a recibir ayuda del Samu.
Luego pidió prestado un celular a un supuesto pasajero del bus y llamó a sus padres, a quienes les dio cuenta de que llegaría pasadas las 19.00 horas de ese mismo día a Lebu, pues estaba a punto de abordar la máquina que lo llevaría de regreso a su pueblo.

El Hallazgo
Sin embargo, ésta fue la última vez que su familia supo de su paradero. Inquietos, presentaron una denuncia por presunta desgracia ante las policías. Pero sólo el viernes pasado, cuando desesperados habían llegado a Concepción en busca de Julio, supieron del hallazgo de un cuerpo en las cercanías de Palomares. Fueron hasta el Servicio Médico Legal y ahí confirmaron la peor de las posibilidades: El cadáver correspondía al desaparecido.
Su hermano, Pedro Azócar, hasta ayer estaba incrédulo. "Siempre pensamos que lo podían tener retenido, pero nunca que estaba muerto. Pero lo que nos da mucha rabia, es que las policías pudieron haber evitado el homicidio si nos hubieran tomado en cuenta desde un comienzo", reclamó.
Esto, luego de que al momento de su hallazgo se determinara que su data de muerte era de cinco a seis días. Es decir, él estuvo los primeros siete días desde su desaparición con vida en Concepción, durante los cuales nunca se contactó con su familia.
no hay evidencias
Lo que vuelve el caso muy particular es que el cuerpo fue encontrado desnudo y con un golpe en la cabeza que le produjo la muerte por traumatismo, sin señales de evidencias. La Brigada de Homicidios (BH) de la policía civil volvió a constituirse en el sitio del suceso el viernes y sábado. Según información entregada por Relaciones Públicas de Investigaciones, en el lugar sólo se encontró una prenda de ropa interior, pero que no necesariamente puede ser del fallecido. Las diligencias hoy están concentradas en el empadronamiento del sector, moteles y residenciales.

Clarividentes
Este caso policial no sólo está marcado por la misteriosa desaparición de Julio Azócar Oportus y el posterior hallazgo de su cuerpo, sino también por las certeras premoniciones formuladas por dos clarividentes a su familia, una en Santiago y otra en Lebu.
Pedro Azócar, hermano del trabajador asesinado, aseguró que ambas ayudas fueron clave para ellos, pues desde un comienzo apuntaron a que Julio estaba secuestrado por tres personas y que su condición era complicada y si no lo encontraban pronto, podía morir. Su ubicación era en las cercanías de Collao, a pocos kilómetros de donde finalmente lo encontraron.
En base a las mismas palabras de ambas medium es que hoy, Pedro Azócar, está convencido de que la o las personas que mataron a su hermano lo venían siguiendo desde la ciudad de Caldera.
"Nos dijeron eso y confiamos completamente en ellas", señaló el desesperado hermano. En la Región de Atacama la víctima había establecido una relación amorosa con una mujer, de quien tuvo un hijo. Antes de emprender regreso a la zona, ya había finalizado su convivencia.
[Helia Avendaño]
[havendano@cronica.cl]
[25 de junio de 2007]
crónica]

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