[Calama] Lo detuvieron cuando estaba soñando. Una situación inédita dentro de la historia delictual de Calama se produjo al interior de una vivienda del sector poniente de la ciudad. Pasado el mediodía, una llamada telefónica hecha por una persona que no se identificó denunció que había visto a dos individuos que habían ingresado a una casa que estaba sin moradores y que al parecer se disponían a robar.Los efectivos policiales acudieron al lugar y comprobaron la veracidad de la denuncia, para luego detener a los implicados y ponerlos a disposición del Ministerio Público bajo el cargo de robo frustrado.
La situación fue reconocida por los detenidos, quienes narraron que se hallaban en el domicilio de uno de ellos compartiendo bebidas espumosas, refrescantes y embriagadoras, pero se les terminó el líquido salpicante y además les dio hambre.
Como el hambre es muy hombre, salieron del lugar donde estaba para conseguir alimentos, pero ante esa decisión se hallaron ante otro problema, dado que no tenía dinero ni para hacer cantar a un ciego.
Como no son nada de fijados y ya las espumosas les hacían efecto dificultándole la manera de hablar y haciéndole perder la estabilidad al caminar, los muchachos estaban a punto de desanimarse, cuando observaron que había una casa que tenía la puerta semiabierta. Entraron para sustraer alguna especie y venderla o cambiarla por comida, pero no perdían la esperanza de hallar dinero.
Cuando se hallaban en la tarea de seleccionar especies de rápida venta, uno de ellos se vio tentado ante la presencia de una cama. Se tendió en ella y como la espuma del trago se le había subido a la cabeza se quedó dormido.
Pasaron algunos momentos y el hombre se zafó de los brazos de Morfeo y dijo: "ya compadrito ahora sí que nos vamos". Pero, quien estaba allí no era su compadrito, sino uno de los efectivos policiales que había acudido al lugar ante la llamada telefónica.
[22 de abril de 2007]
[©mercurio de calama]
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