30 abril 2007

parricida en libertad

[Linares] Tribunal le concedió beneficio a sujeto que apuñaló a su mujer. Insólito fallo en Linares libera a parricida. "La mayoría de las prisiones daña más al preso de lo que lo ayuda", dijeron los jueces del Tribunal Oral de Linares y resolvieron que José Orellana cumpliría su sentencia de cinco años de prisión en el medio libre.
"La prisión sanciona al delincuente en una variedad de formas que van mucho más allá del simple hecho del encarcelamiento (…) la mayoría de las prisiones daña más al preso de lo que lo ayuda". Así explicaron los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Linares la libertad vigilada que concedieron a José Orellana González condenado a cinco años de presidio por el homicidio de su conviviente Teresa Villalobos Vivanco.
Los magistrados fundaron su decisión en autores que sostienen, por ejemplo, que la privación de libertad se traduce en la pérdida de vida afectiva del imputado.
"Si pensamos en el estigma, hacinamiento, promiscuidad, pérdida absoluta de privacidad, miedo, olvido, nostalgia, angustia, abstinencia sexual (…) en definitiva, la cárcel genera un código contracultural", consignaron en la resolución.
El tribunal estuvo integrado por los jueces María Eugenia Muñoz (presidenta) María Elena Baeza y Víctor Manuel Rojas, quienes aunque le concedieron el beneficio lo declararon culpable del delito de parricidio en grado de consumado contra su pareja, apuñalada en el tórax el 24 de diciembre de 2005.
Otro fundamento utilizado por los magistrados fue que el individuo contaba con "una red familiar de apoyo constituida fundamentalmente por sus hijos y parientes, personas ligadas al mundo del trabajo, quienes naturalmente constituyen el sustrato social inmediato de auxilio para Orellana".
El fallo agrega que el condenado sufre de alcoholismo y que debe atenderse en un recinto hospitalario para continuar adecuadamente con su tratamiento.
En la misma línea argumental añadieron que "los valores morales se ven forzados a un descenso por la asociación con otros que no atribuyen valor a las normas sociales.

¿No Es un Peligro?
El Ministerio Público luego de presentar la acusación en contra de Orellana, solicitó al tribunal una pena de veinte años por el homicidio de Teresa Villalobos.
Esto considerando que en la indagatoria está acreditado que el homicida luego de apuñalar a su conviviente esperó algunos minutos para que ésta se desangrara y finalmente falleciera.
Los peritajes médicos realizados a la víctima confirmaron también que si Orellana hubiera prestado socorro oportuno a su entonces pareja, la mujer podría haber sobrevivido. Pero el imputado sólo observó el desenlace.
En este escenario resulta insólito que el tribunal haya considerado que el sujeto no constituye un peligro para la sociedad. LN
[Leslie Ayala Castro]
[30 de abril de 2007]

la nación]

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