16 junio 2007

retrato de un chacal

[Ovalle] Exclusivo: El informe siquiátrico del asesino más temible y aborrecido de la Cuarta Región. Diario El Día tuvo acceso a los tres informes que el Ministerio Público usó para lograr la condena de sujeto que asesinó a cuatro personas en Punitaqui, incluyendo un bebé de 2 años.
Tal cual se informara en el juicio oral en su contra, desarrollado en Ovalle durante el verano de 2006, Adán Milla Rojas, alias el ‘Chacal de Punitaqui' no tiene problemas mentales.
El sujeto alcanzó notoriedad nacional luego que en enero de 2004 diera muerte a cuatro personas en el sector de San Pedro de Quiles, al interior de Punitaqui.
Allí, Milla Rojas, despechado por el rechazo de su polola le dio muerte a ella, Oriana Toro (18 años), a sus tíos Ernesto Gómez (43) y Nora Contreras (47), y en un acto incomprensible, también al hermanastro de Oriana, José Maluenda, de apenas 2 años de edad.
El sujeto asesinó al matrimonio con un disparo a cada uno en la cabeza mientras dormían. Luego se enfrentó con Oriana a quien le disparó en una ocasión, además de asestarle una certera puñalada. Al bebé lo habría asfixiado aunque también existen versiones que hablan de que lo golpeó fuertemente contra las paredes.

Informe
Por todo esto, diario El Día quiso conocer el informe de las pericias psiquiátricas y psicológicas que se le practicaron al ‘Chacal de Punitaqui', quien finalmente fue condenado a presidio perpetuo efectivo, esto es, que no podrá postular a ningún beneficio carcelario, como salida dominical por ejemplo, antes de 40 años, es decir, cuando tenga 73 años.
El primer informe es de la médico siquiátra, Sonia Méndez, y fue realizado por personal del Servicio Médico Legal de la IX Región, en abril de 2005.
El informe dice que "se trata de un hombre sin alteración de juicio de realidad. Con un nivel intelectual normal alto, posee bastantes recursos personales a nivel cognitivo. No se constata en este momento la existencia de algún trastorno del ánimo ni sintomatología ansiosa de importancia".
El informe agrega que a excepción de cuando menciona la ausencia de la víctima, llama la atención la falta de concordancia afectiva en su relato. "Relato auto-concentrado y con tendencia a la heteroculpabilidad.
Con poca capacidad de colocarse en el lugar del otro y un bajo nivel de autocrítica", señala el documento.
De igual forma, se señala que no se constatan rasgos antisociales de personalidad. "Sabe distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. No existe patología siquiátrica de base ni elementos que orienten a algún cuadro reactivo que hubiera alterado su capacidad de enjuiciamiento de realidad, en el momento de los hechos. Imputable ante la ley".
Esta conclusión no es menor ya que una de las tesis iniciales de la Defensoría era que el ‘Chacal de Punitaqui' padecía algún tipo de trastorno mental.

Psicólogo
El segundo informe es una pericia psicológica realizada por la psicóloga forense, Isabel Tapia Alburquenque, del Servicio Médico Legal de la IV Región, en julio de 2005.
El texto señala que "en el proceso de evaluación de Adán del Rosario Milla Rojas, se observa que presenta un juicio de realidad mantenido, sin embargo, en su sentido de realidad hay una tendencia a proyectar sus conflictos internos".
El informe agrega que a pesar de tener sentido de realidad alterado, sus recursos cognitivos y su juicio de realidad mantenido le permitieron planificar y organizar el delito perpetuado con clara conciencia.
"Presenta un bajo control de impulsos, presentando una pérdida de límites tendiendo a actuar no anticipando las consecuencias de su conducta, siendo incapaz de sobrellevar adecuadamente la frustración como la gratificación", señala el documento.
Se agrega que Milla Rojas presenta un bajo interés y preocupación por los otros, evidenciándose ausencia de interés por las interacciones humanas y carencia de empatía".

Tercer Informe
El tercer informe utilizado por el Ministerio Público es una pericia psiquiátrica, efectuada por la médico cirujano en psiquiatría, Rosemarie Fritsch Montero, del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile y se efectuó en septiembre de 2005.
El texto dice que "en el momento en que ocurren los hechos que se le imputan el inculpado presentaba un nivel de conciencia adecuado sin haber estado bajo las influencias de droga o alcohol. Tampoco existen elementos que hagan pensar en alteraciones de la conciencia producto de otros factores orgánicos como por ejemplo epilepsia".
El informe señala que no se detectaron elementos sicóticos que expliquen su conducta durante los hechos que se le imputan. "Dado su nivel de inteligencia es posible determinar que existe comprensión por parte del inculpado de sus acciones. Su conducta es posible de explicar a través de su trastorno de personalidad antisocial".
[16 de junio de 2007]
el día]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que daño más grande causó este individuo a todos, lo que nunca sabrá que ellos eran las mejores personas. Por eso creo que Dios los recogió porque los necesitaba a su lado.