21 noviembre 2008

Día 2 del Juicio de Araya Galaz

[Santiago] María Soledad Undurraga rompió en llanto al recordar el crimen de su madre. Conmovedor testimonio de hija de Lapostol en juicio. En el segundo día del juicio por el crimen de la ejecutiva bancaria Soledad Lapostol, declararon su hija, la última amiga que la vio con vida y un carabinero que participó en el procedimiento. El imputado Araya Galaz, se refugió en el silencio.
"Ella no merecía una muerte así creo que es totalmente injusto". Con esas palabras dichas entre sollozos María Soledad Undurraga (27) culminó su declaración en el segundo día del juicio oral por el crimen de su madre María Soledad Lapostol.
La joven, quien es ingeniera comercial, en ningún momento enfrentó con su mirada a Luis Araya Galaz (33) acusado del brutal asesinato de la ejecutiva bancaria y éste tampoco se atrevió a levantar su cabeza mientras la muchacha recordaba la relación que su madre tenía con ella y su hermana Andrea Undurraga.
"Éramos como las tres mosqueteras", señaló al describir la vida que tenían antes de que la familia se ampliara luego que Lapostol se casara con el abogado Alfredo León Ramírez, su segundo esposo.
La joven ingeniera agregó que siempre fueron felices y que su madre era la encargada de reunirlos, ya que era el pilar principal de todos los integrantes de familia.
Su voz se quebró cuando el fiscal Jorge Reyes le preguntó lo que significó para ella el crimen de su madre, a lo que ella respondió con voz entrecortada y en medio de un ataque de llanto: "Un dolor tremendo".

Rezo y Emoción
Undurraga, según lo que relató el miércoles el viudo de Lapostol, la mañana del 21 de diciembre del año pasado rezó desesperadamente abrazada a sus hermanos para que el cadáver con cuatro tiros en la cabeza que habían encontrado en el Mitsubishi que la ejecutiva estaba vendiendo, no fuera su madre.
Sin embargo, por las noticias en televisión se enteraron que la víctima del brutal asesinato hallada en Ñuñoa era la mujer que les había dado la vida.
El recordar todo esto emocionó hasta las lágrimas a la joven, lo que motivó que el abogado querellante Francisco Cox solicitara que el tribunal prohibiera la difusión de imágenes del dolor de María Soledad para resguardad su dignidad, petición que fue acogida.
"Mi mamá era el pilar de la familia, ella nos mantenía unidos, era tremendamente cariñosa, preocupada de sus papás, de sus hermanas y de sus amigos, muy unificadora, la fan número uno de sus hijos, siempre nos apoyó en todo lo que hacíamos", dijo la joven. Y sentenció que ella no merecía una muerte así, que todo había sido demasiado injusto para su mamá.
Poco antes, Undurraga le había señalado al tribunal que su madre se propuso vender el Mitsubishi de sus vecinos -quienes emigraron a Argentina- como agradecimiento a que le facilitaron el vehículo a ella cuando en noviembre de 2007 sufrió un choque que le impidió por largo tiempo ocupar su automóvil.
El gesto motivó a madre e hijas a devolver la gentileza ofreciendo la camioneta que tanto les había costado vender a sus amigos.

Móvil del Crimen
Tras la segunda jornada del juicio, consultado el fiscal Reyes por el móvil del crimen dijo que se baraja la teoría de que Araya Galaz "en algún momento de la noche cuando tenía amarrada a la víctima pensó que en un futuro podría reconocerlo" e iría nuevamente a la cárcel, situación que lo aterró.
Asimismo, sobre el ingreso del imputado ayer a la sala con un Código Penal en mano, el prosecutor dijo que "no me había tocado ver a un imputado entrar a una sala con las copias de la investigación y con un código en las manos, sin perjuicio de que es un derecho tener un registro de los antecedentes que la fiscalía tiene en su contra", tras lo cual calificó dicha actitud como particular.
[21 de noviembre de 2008]
la nación]

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