09 junio 2007

lo encerraron en el clóset

[Cartagena] Alumno del Instituto sufrió brutal asalto en su casa: delincuentes lo maniataron y lo encerraron en clóset. Escolar estaba solo al interior de la vivienda. Desconocidos lo intimidaron con cuchillos.
Mónica Pappi salió muy temprano de su céntrica casa de calle San Martín 470, en Cartagena, para llevar a su anciana madre a un control médico de rutina en Valparaíso. Como pocas veces, al salir, cometió un error que todavía está lamentando: dejó amarrada a Luna, una bulliciosa y brava perra pastor alemán.
Al volver, a eso de las 5 de la tarde, su hijo Eduardo (17), alumno del Instituto del Puerto, estaba en el antejardín de la casa con las manos amarradas en la espalda y con su rostro desencajado. Pocos minutos antes, el joven había vivido la pesadilla más amarga de su vida.
Mientras dormía en el segundo piso -está con licencia médica- sintió ruidos extraños en el primer nivel. Al salir de la pieza se encontró frente a frente con tres delincuentes. Cuchillo en mano, los sujetos le pidieron que no gritara y, con la capucha de su propio polerón, le taparon los ojos.

Lo Maniataron
Utilizando los cables del teléfono y las correas de la cartera de su hermana menor, lo maniataron de pies y manos. Luego, lo encerraron en el clóset del dormitorio de su madre.
Con el estudiante absolutamente reducido y sin posibilidades de pedir auxilio, los ladrones revisaron toda la casa, "incluso hasta abajo de la alfombra. Sólo les faltó meterse al basurero del baño", contó ayer Mónica Pappi, quien, en los más de 20 años que lleva en el céntrico barrio cartagenino, nunca había sufrido un robo, ni siquiera en verano.
Tras permanecer en la casa media hora, los antisociales se dieron a la fuga con especies avaluadas en más de dos millones de pesos. El botín comprendió un gigantesco televisor, dos DVD, una pantalla de computador de cristal líquido, un celular, un MP3, lentes, chaquetas de cuero, entre otros artículos que echaron a tres maletas. Por la cantidad del robo, todo hace pensar que habrían arrancado en un auto que los esperaba en las inmediaciones.
Ya con más calma, la familia se enteró que para ingresar a la vivienda, los delincuentes habían reventado la chapa de la puerta de la cocina.
"Cometí la estupidez de dejar a la perra amarrada. Estoy segura que si la hubiese dejado suelta, no les habría sido tan fácil meterse a la casa", se lamentó Mónica Pappi.

Diligencias Policiales
Funcionarios de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Cartagena comenzaron a trabajar en la identificación de los antisociales. El modus operandi fue muy similar al utilizado por los delincuentes que la noche del pasado jueves 24 asaltaron en su casa a la profesora Lilian Catalán, en el sector Santa Elisa. En esa oportunidad los moradores también fueron maniatados.
[Carlos Rodríguez Ilabaca]
[9 de junio de 2007]

líder de san antonio]

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