13 junio 2007

severas penas para delincuentes

[Los Ángeles] Duro castigo dictaminan para peligrosos asaltantes nacimentanos. Tribunal Oral sentenció a José Miguel Reyes Reyes a 12 años y 61 días de cárcel, por los cuatro delitos que se le imputaban. En tanto Alex Rodrigo Valle Alarcón, coautor en un asalto, deberá pasar en prisión 5 años y un día. Sin beneficios.
Drásticos castigos deberán cumplir dos delincuentes nacimentanos, luego que la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles diera a conocer ayer por la tarde la pena por una serie de delitos cometidos en la comuna vecina entre diciembre de 2005 y enero de 2006, por los cuales fueron llevados a juicio y declarados culpables la semana pasada.
José Miguel Reyes Reyes, de 25 años, y Alex Rodrigo Valle Alarcón, de 29, deberán pasar recluidos 12 años y 61 días y 5 años y un día, respectivamente, según determinaron los magistrados Pamela Pino, Marisol Panes, y Marco Antonio Rojas, juez procedente del tribunal de Cañete que integró la sala, de manera especial, durante el juicio del jueves.
De este modo, José Miguel Reyes Reyes, deberá pagar por cuatro de los seis cargos que le atribuyó el Ministerio Público en la investigación iniciada contra él y su compañero: Cuatro robos con intimidación, un hurto, la adulteración de la placa patente del vehículo en el que fue encontrado el día de su detención y porte y tenencia ilegal de armas de fuego en la misma oportunidad. Valle Alarcón, en tanto, fue sentenciado como coautor en uno de los atracos.
La fiscalía estableció que los hechos ocurrieron en el periodo comprendido entre el 11 de diciembre de 2005 y el 12 de enero de 2006, cuando Reyes Reyes sustrajo una pistola desde una armería, tal como lo corroboró la víctima del hurto y un testigo.
El primero de los asaltos por los cuales fue declarado culpable afectó al peaje Nicodahue, donde este individuo amenazó con su arma a uno de los empleados, robando alrededor de $500 mil.
Reyes Reyes fue absuelto por el segundo de los atracos por los cuales era acusado pues, como determinó el tribunal, éste no fue acreditado fehacientemente por la fiscalía al existir como prueba sólo el testimonio de la víctima, una empleada de la oficina de Buses Bío Bío, que indicó nada más que su atacante, que le robó $200 mil, "usaba un capuchón".
Mediante un set fotográfico, el taxista asaltado por este individuo y el coautor Valle Alarcón, pudo establecer que el primero de los delincuentes, fue quien, premunido de un arma de fuego, le robó su vehículo cerca de Coihue. Ello fue reforzado por la versión de algunos testigos, que también confirmaron la participación en este hecho del segundo malhechor.
El móvil robado en esa oportunidad fue utilizado en el próximo golpe de Reyes Reyes, otra vez contra la plaza de peaje Nicodahue, que culminó con un botín de alrededor de $250 mil.
El tribunal desestimó en su resolución los cargos que recaían sobre la pareja, relacionados con porte ilegal de armas y adulteración de la placa patente del automóvil robado, en el cual estaban cuando fueron capturados durante un patrullaje de rutina.
Esto, porque bajo su criterio, el Ministerio Público no clarificó que los sujetos hayan modificado la placa del vehículo, y porque las armas encontradas en su interior eran de fogueo.
En vista de lo anterior, ambos sentenciados, de manera efectiva (sin beneficios) deberán completar el resto de la pena que les corresponde, pues ya han permanecido en prisión preventiva –con algunas interrupciones- desde que fueron capturados.
[13 de junio de 2007]
la tribuna]

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