16 noviembre 2008

Profesor Abusaba de Alumnos

[Monte Águila] Arriesga 10 años de cárcel por hechos perpetrados en escuela rural de Monte Águila. Profesor es condenado por abusar sexualmente de tres alumnos. Sentencia será dada a conocer el próximo miércoles. Defensa señaló que su representado nada tiene que ver con las imputaciones, es decir, que lo sucedido sería una invención de los pequeños.
Diez años y un día podría completar tras las rejas el profesor rural Jhon Carlos Butikofer Herrera (42), si la justicia acoge lo solicitado por el Ministerio Público.
Tras tres días de juicio oral en su contra, la sala dos del tribunal oral en lo penal de Los Ángeles lo condenó como autor del delito consumado de abusos sexuales reiterados. Sus víctimas fueron tres pequeños alumnos –todos de sexo masculino- a quienes atacó, por separado, en la misma sala donde les impartía clases, entre marzo y octubre del 2007.
No fueron las víctimas quienes lo delataron, sino otros estudiantes, los cuales dieron a conocer a las autoridades de la escuela rural básica Orlando Vera Villarroel de Monte Águila –comuna de Cabrero- lo sucedido a sus compañeros, cuyas edades fluctúan entre los 11 y 14 años.
Según expuso ante los jueces Carlos de Borguie, Pamela Pino y Marisol Panes, los ataques se producían en las aulas, sin importarle que éstas estuvieran llenas de alumnos.
Mientras les daba tarea a la mayoría, escogía a sus víctimas, las llevaba a la parte trasera de la sala y comenzaba a tocar sus zonas púbicas, tanto por encima como por debajo de sus ropas.
El docente –casado y con dos hijos- seleccionaba a pequeños con un perfil común. Esto es: extracción sumamente humilde, con problemas de aprendizaje y déficit atencional. Incluso, uno de ellos presenta un leve retardo mental.

"Una Invención"
Los defensores César Ramírez y Vladimir González intentaron por todos los medios probar que las imputaciones eran falsas, que lo que existía era una especie de "complot" en contra del preparado docente, para quien el fiscal Álvaro Serrano solicitó un castigo de 10 años y un día, además de la accesoria de inhabilitación para ejercer su profesión hasta después de 10 años de completada su sentencia.
Los representantes de Butikofer Herrera presentaron sus propios peritajes, contratados con el objeto de probar que todo lo señalado en las tres audiencias efectuadas entre el miércoles y ayer, era sólo una trama para involucrar a su cliente.
Sin embargo, el tribunal dio crédito a la prueba presentada por la parte acusadora, entre la cual destacó la declaración de los propios menores abusados y la exposición de los análisis efectuados por los expertos psicólogos, con los cuales se corroboró la veracidad de lo expresado por las víctimas y, a su vez, el daño emocional que dejó sobre ellos los ataques padecidos.
Uno de los pequeños, por ejemplo, ha mostrado en los últimos meses rechazo al ámbito educacional, cambios conductuales y trastornos de estrés postraumático, de origen agudo (llanto al recordar los episodios).
Los profesionales entrevistados en juicio concordaron en que no era posible, sobre la base de los test practicados, la hipótesis de la falsa acusación planteada por la defensa.
No había, por señalar uno de los indicadores, una ‘ganancia secundaria'. Para respaldar esa postura, recordaron que la denuncia de lo acaecido ni siquiera fue efectuada por los niños agredidos, sino por sus compañeros; tampoco se registran conflictos con el acusado.
En la sentencia del profesor rural, el fiscal Serrano pidió que se considere como agravante su posición de poder, su autoridad sobre los menores, lo cual habría aprovechado para concretar su aberrante accionar; como contrapartida, los defensores pidieron que se tome en cuenta como aminorante la irreprochable conducta anterior que ostenta Butikofer Herrera, quien ha permanecido en prisión preventiva desde que fue apresado por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisexme) de la Policía de Investigaciones.

Grave Acusación
Punto aparte merece lo esbozado por el fiscal Serrano, quien informó que durante este proceso, personas que se identificaron como cercanos al profesor condenado, se acercaron a las familias de las víctimas.
El objetivo: ofrecerles dinero para que no siguieran adelante con las acciones emprendidas en contra del docente. Lo ofertado a los parientes de los afectados alcanzaría, inclusive, los $2 millones.
El representante del Ministerio Público destacó la integridad de estas personas que, pese a que necesitan del dinero, rechazaron el supuesto soborno para alcanzar justicia. Lo anterior, a juicio del abogado, quedó más patente aun en el caso de una de las madres, quien padece un tumor cerebral, el cual debe operarse prontamente. Pese a ello, no declinó ante el deleznable negocio que se le habría insinuado.
Serrano señaló que, de existir antecedentes más concretos, lo acusado por los familiares será investigador por la fiscalía de Yumbel.
[16 de noviembre de 2008]
la tribuna]

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