22 abril 2006

acusado de violación

[Pedro Bárcena González] "Todo lo que he hecho es por amor". El pescador reconoció que está enamorado de la niña que dejó embarazada cuando ella tenía sólo 12 años, y por lo cual fue acusado ante la justicia.
Cuando su futuro próximo está casi innegablemente ligado a la cárcel, un pescador de 39 años, condenado por el delito de violación impropia, aprovechó, quizás, sus últimas horas de libertad para declarar nuevamente su amor por la niña, hoy de 14 años y quien se constituyó en la víctima de este ultraje acusado por el Ministerio Público.
La relación entre Santiago Licán Quincel (39) y la menor de iniciales C.C.M.Ch., comenzó hace cerca de dos años. El hombre de mar, conocido de la familia de la adolescente, se alojó en su domicilio, en la isla Chaulinec, comuna de Quinchao, por motivos de trabajo. Desde ese instante comenzó una particular atracción entre ambos, la cual quebró toda barrera generacional.
"A fines de abril de 2004 nos conocimos y con el tiempo empezamos a 'pololear'. Tenía el permiso de sus padres, lo que demuestra que nunca pensé en perjudicarlos", señaló el acusado, oriundo de Osorno.

Relación
Pero ese fino y prohibido acercamiento, en un primer instante fue algo discutido por los parientes de la niña. "Al principio lo pensamos, pero lo aceptamos. En especial, porque aportaba (económicamente) con la casa, algo fundamental en la isla dónde no tenemos trabajo", señaló Pedro Millalonco, padre de la niña.
La razón monetaria fue el respaldo que mantuvo al pescador en el hogar de los isleños. Sin embargo, los inocentes sentimientos de la pequeña comenzaron a aferrarse a esta visita, hasta que concibieron una hija (julio de 2004), Claudia, ahora de un año. Un hecho que fue denunciado desde el hospital de Achao y que constituyó el motivo de la investigación del fiscal Christian Allen.
"La menor tenía 12 años en esa fecha. Por ende, era su primera relación cuando todavía es una infante, sin la posibilidad de discernimiento, lo que demuestra la clara aberración del hecho", aclaró el representante del organismo público.
No obstante, la relación continuó muy fuerte, tanto que en los cinco meses en que estuvo en prisión preventiva el acusado, fue visitado por sus "suegros" que le comunicaban los mensajes de la niña, imposibilitada de acercarse a él por una medida de protección.
Incluso, la prematura madre recalcó que se buscó cortar de raíz este insólito pololeo. "Me iban a quitar la guagua para internarla en un hogar, además de separarme de Santiago", señaló.
Una situación que caló profundamente en el pescador, que insiste en señalar que "todo fue con sentimientos... todo lo que he hecho es por amor. Quiero casarme y tener una casa junto a mi hija".

Escenario
Palabras y actos aprobados por la familia, que implora por la libertad del trabajador, "ya que no puede dejar a su hija sola, más cuando somos humildes y necesitamos de su ayuda", aseguró Rosa Chiguay, madre de la víctima.
Escenario confuso para los cercanos a la menor y muy claro para la fiscalía, que pide cinco años de presidio mayor en su grado mínimo en contra del condenado. Una sentencia que se dictará este martes, pero que tampoco reprime a Lincán Quincel, quien reafirmó su cariño por la adolescente y su hija, diciendo "qué gana la justicia con meterme preso, si igual voy a ir a buscar a mi hija después, ya que realmente la quiero, al igual que a su madre".
[Pedro Bárcena González]
[22 de abril de 2006]
estrella de chiloé]

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